SHCP elimina estímulo fiscal a gasolina Magna; descarta aumento de precio

viernes, 23 de noviembre de 2018 · 18:04
CIUDAD DE MÉXICO (apro).– El gobierno de Enrique Peña Nieto cerrará la última semana de su administración con la eliminación del estímulo fiscal a la gasolina Magna, cuyo precio ya ronda los 20 pesos por litro en varias estaciones de servicio de la Ciudad de México. Apenas el pasado 27 de octubre, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) quitó el estímulo para la gasolina Premium, por lo que ahora los consumidores tendrán que pagar la cuota completa del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), tanto para la gasolina Premium, así como para la Magna. Para el caso del Diésel, Hacienda mantiene un estímulo fiscal de 27.88 por ciento. La cuota de IEPS vigente este año para la Magna es de 4.59 pesos por litro y para la Premium es de 3.88 pesos, lo que significa que, al no haber estímulo, el gobierno federal no absorberá el impuesto. Mediante un comunicado, la dependencia encabezada por José Antonio González Anaya aseguró que los ajustes a las tasas del IEPS que aplica a las gasolinas y el diésel esta semana “no se traducirán en aumentos en los precios de estos combustibles”.
“La reducción a cero en los estímulos que se observará en la próxima semana responde sólo a los cambios observados en el precio de sus referencias internacionales durante la semana que concluye. Es precisamente gracias a estos ajustes en el estímulo que los precios al público pueden continuar moviéndose de manera ordenada. De esta manera funciona el mecanismo de suavización que ha operado durante todo 2018 y que se mantiene sin cambio”, explicó la SHCP.
El pasado 27 de octubre, cuando la SHCP decidió eliminar el estímulo a la gasolina Premium, la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas) advirtió que “es clara la intención de la SHCP para desaparecer el estímulo fiscal a todas las cuotas del IEPS a los combustibles fósiles”. Según la asociación, dichas cuotas son parte del sistema de recaudación de impuestos a las gasolinas que para 2018 ascienden a 258 mil 633 millones de pesos; nivel inferior al registrado en el 2017 cuando se recaudaron 284 mil 432 millones de pesos.   Los antecedentes En un reporte, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) explicó que la caída de precios y producción petrolera de 2014 ha obligado al fisco mexicano a buscar recursos por otra vía: los ingresos tributarios. Es decir, por el Impuesto al Valor Agregado (IVA), el Impuesto Sobre la Renta (ISR) y el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS). “Este último, dado que tiene fines de corregir externalidades negativas que ciertos productos generan a la sociedad, grava, entre otros productos, el consumo de los combustibles fósiles”, señaló el análisis publicado en marzo del presente año. En un entorno en donde los diferentes mercados energéticos se abrían a la competencia, acotó, la SHCP decidió abrir también el mercado de los combustibles. El proceso comenzó en enero 2016, año en que se permitió que los precios se movieran dentro de una banda de valores máximos y mínimos (acorde a los movimientos del mercado) establecida por el gobierno federal. Fue a partir de enero 2017, por medio de una liberación gradual, las bandas se removieron y se establecieron cuotas fijas de IEPS independientes de los movimientos del tipo de cambio y precios del petróleo, ofreciendo así, a la SHCP, certidumbre en la recaudación. De esta manera, el impuesto del IEPS a combustibles fungió como uno de los contrapesos a la caída de los ingresos petroleros. Sin embargo, dada la naturaleza volátil del mercado, los precios del crudo comenzaron a subir. “Bajo un escenario en donde el gobierno dejó de subsidiar los combustibles, se supondría que un alza en el precio de la Mezcla Mexicana de petróleo, superior al estimado, traería mayores recursos a los aprobados en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) 2017. Sin embargo, esto no se observó en 2017, debido a la pérdida del potencial recaudatorio que el estímulo fiscal implicó para la recaudación de IEPS a combustibles”, señaló el CIEP.   El estímulo fiscal De acuerdo con el centro de investigación, consumir gasolinas y diésel implica pagar diferentes cuotas de IEPS que son: la cuota federal, una cuota estatal y cuota de carbono. Sin embargo, la SHCP ofrece un estímulo fiscal que tiene como objetivo disminuir el precio final de los combustibles, con el fin de estimular su consumo. “El estímulo fiscal es considerado una pérdida recaudatoria causada por el desvío de la estructura normal del gravamen federal. El que atañe a las gasolinas y diésel cambia cada semana acorde a movimientos del tipo de cambio y de los precios internacionales del petróleo y es publicado, semanalmente, en el Diario Oficial de la Federación (DOF)”, precisó el documento. Y remató: “Si bien existe la voluntad de fomentar una consciencia ambiental, la realidad fiscal la supera, sugiriendo que existe una contraposición de objetivos entre la política fiscal y la ambiental/energética”.

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