El nuevo gobierno, con alta presencia empresarial

domingo, 2 de diciembre de 2018 · 19:57
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Una de las propuestas más importantes del nuevo presidente durante sus campañas electorales ha sido la de separar los poderes político y económico para evitar que se coludan en maniobras ilegales, con altos costos para el erario y la política social. Pese a ello y a las confrontaciones de López Obrador con las cúpulas empresariales a las que tachaba de “minoría rapaz”, varios miembros de la élite financiera tomaron posiciones en el proyecto morenista, en la campaña, en el gabinete y hasta en un “consejo asesor”, lo que hace de la nueva administración una de las más acompañadas por el sector privado. Para el arranque de su gobierno, Andrés Manuel López Obrador reunió en su gabinete, su equipo de colaboradores y en consejos de carácter honorario a algunos de los magnates más poderosos de México. El nuevo presidente, que prometió separar el poder político del poder económico, arranca su administración con una cuarta parte de su gabinete legal de origen empresarial, o bien con excolaboradores de alto nivel o familiares de los accionistas mayoritarios en corporativos influyentes del país, beneficiarios del contratismo, las concesiones y las privatizaciones que criticó a lo largo de su trayectoria política. Ni siquiera los gobiernos del periodo que López Obrador ha identificado como “neoliberales” incorporaron abiertamente a los magnates en sus gabinetes ni formalizaron consejos de asesores. Designado jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo Garza es una de esas figuras históricamente cercanas al poder, al menos desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari. En los noventa llegó a figurar en la lista de los multimillonarios internacionales de la revista Forbes y, aunque su fortuna estimada menguó hasta sacarlo de la exclusiva publicación, mantiene una importante presencia como accionista mayoritario de la casa de bolsa más grande del país, Vector, además de inversiones importantes en agronegocios y educación privada, entre otros. Alfonso Romo –descendiente de la dinastía Madero– es esposo de Maca Garza Lagüera, del clan Garza Sada, y por lo tanto, primo político de Eva Gonda de Rivera, quien según Forbes ocupa la cuarta posición entre los más ricos de México. Antes Romo fue un activo impulsor de la candidatura de Vicente Fox, como desde 2012 lo ha sido de López Obrador, quien le encargó el diseño de su Proyecto 18, la plataforma de propuestas que enarboló en la campaña y fue responsable de una parte de la operación para superar las diferencias que surgieron con la cúpula empresarial del país. El secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jimenez Espriú, está casado con una accionista de Grupo Idesa –emporio de la construcción y la energía socio de Odebrecht, el gigante brasileño construido con base en corrupción trasnacional– en la planta Etileno XXI. El propio Jimenez Espriú admitió ser parte del consejo de administración de Idesa durante la campaña electoral, pero negó tener relación con el escándalo de corrupción. Asimismo la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, tras jubilarse como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se desempeñó como consejera de administración del Grupo Financiero Banorte, presidido por Carlos Hank González, nieto por vía paterna del extinto político mexiquense homónimo y por vía materna del ya fallecido Roberto González Barrera. Actualmente se le considera el número 11 entre los millonarios mexicanos y forma parte del consejo asesor empresarial recién designado por López Obrador. De los 18 mexicanos más ricos que enlista Forbes en su edición de este año, destaca como cada año Ricardo Salinas Pliego, presidente de Grupo Azteca, que se ha expandido en negocios mobiliarios, banca, educación privada y minas, entre otros. Salinas Pliego aparece como el quinto más rico del país y tuvo como alto ejecutivo de su Fundación Azteca a Esteban Moctezuma Barragán, el secretario de Educación. Finalmente, en el gabinete está Miguel Torruco Márquez, el secretario de Turismo, consuegro del hombre más rico de México, Carlos Slim Helú, pero también de Rómulo O’Farril. Este es un fragmento del reportaje, que se publica en la edición 2196 de la revista Proceso, que ya está en circulación.

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