CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- De un día para otro, la estabilidad de vida de un marido exitoso, amable y genial es interrumpida por un evento extraordinario. Atracción fatal, que en 1987 fue la película más taquillera del año en Estados Unidos de Norteamérica, se ha adaptado al teatro para contarnos la misma historia de otra manera. La obra, que se presenta en el Teatro Ignacio López Tarso del Centro Cultural San Ángel, cuya versión fue estrenada este año en Londres, Buenos Aires y Amsterdam, es ahora protagonizada por Itatí Cantoral. El autor de la obra es el mismo que el guionista de la cinta, y aunque en su momento los productores cinematográficos cambiaron el final, en esta propuesta escénica el autor la recupera. Un final más rudo y controversial, más alejado del lugar común y cercano a la reflexión.  En Atracción fatal, una mujer a la cual pareciera no faltarle nada: éxito profesional, dinero y seguridad, se ve arrobada por un impulso de posesión que le arruinará la vida y a su amante, del que cree estar enamorada. Una mujer que se va develando con fuertes problemas psicológicos es el detonador y la guía de este atrayente thriller cuya tensión dramática se mantiene toda la obra. El protagonista es en realidad el hombre que se encuentra en medio de su mujer y su amante y que en la película sale bien librado, y no en esta versión. En el final, escrito originalmente por James Dearden, la obsesión de esta esta mujer es llevada hasta las últimas consecuencias para condenar a su amado y a su familia, sacrificándose ella misma. Antonio Castro, como director de escena, propone un impresionante juego de espacios a través de imágenes de excelente calidad proyectadas en mamparas móviles o en el fondo del escenario, que con movimientos dinámicos, cambian contantemente. Del bar a la calle, de la calle a la habitación y saltamos a la oficina y de ahí a la casa familiar. La agilidad escenográfica propuesta por el director, es acompañada por un trazo escénico impecable, aunque la dirección de actores enfrente dificultades de interpretación. Actores de telenovela como Juan Diego Covarrubias, el marido, y Fabiola Guajardo como la esposa, están muy acartonados, sobre todo ella que continúa con su imagen de modelo dejando a su personaje en la superficie. En Itatí Cantoral hay más profundización interpretativa, pero se enfrenta a la uniformidad sonora debido al uso de micrófonos inalámbricos de todo el elenco. La pandemia de los micrófonos inalámbricos en el teatro es terrible, porque la voz no deja de sonar metálica, y en este caso, a un volumen demasiado alto, sin matices, sin susurros, y sin una buena sonorización que ayude a resolver el problema. Es una lástima que los actores se estén desacostumbrando a proyectarse sin estas muletas escénicas a las que se recurre en teatros gigantes o casos especiales. Atracción fatal aborda la problemática actual del acoso, donde la acosadora es mujer y es vista como un personaje extremadamente destructivo. Este hecho nos hace reflexionar acerca de cómo se ve diferente esta misma situación cuando el personaje es masculino, y pensamos que ojalá y así se mostrara en nuestra sociedad a la cantidad de acosadores de mujeres que existe y a los que se les exculpa por considerarlo un acto de lo más normal.. Esta reseña se publicó el 16 de diciembre de 2018 en la edición 2198 de la revista Proceso.