El de la Guardia Nacional, 'un modelo exactamente equivocado que no hay que aprobar”: Corral

martes, 8 de enero de 2019 · 23:05
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En las audiencias para la integración de la Guardia Nacional, el gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, advirtió que la subordinación de la guardia civil al mando militar es el principal error de la reforma constitucional que propone el Ejecutivo. El panista llamó a los diputados federales a no aprobar la militarización del país con la Guardia Nacional, porque –dijo-- es el peor intento para institucionalizar ese mando en la Seguridad Pública, y se trataría de una regresión al camino que han tomado los países en esa materia, además de que va en contra de los derechos humanos y del federalismo. “La Guardia Civil per se no es una mala figura, puede ser un mecanismo que funcione si con todo y formación e instrucción militar, con reclutamiento militar, sus integrantes, una vez que lo sean, dejan de ser militares y se subordinan a un mando civil”, argumentó Corral en las audiencias convocadas por la Cámara de Diputados. El panista insistió que su oposición a la reforma es por los mismos argumentos que esgrimió con Felipe Calderón en 2011 y después con Enrique Peña Nieto, en cuya gestión la Suprema Corte de Justicia de la Nación canceló la Ley de Seguridad Nacional. Javier Corral alertó que, como está planteada, la reforma invade la soberanía de las entidades federativas, porque pretende que la Guardia Nacional persiga los delitos del fuero común, y eliminar las policías estatales o municipales. La reforma, insistió, va a contrapelo del federalismo y amenaza a los estados con la cancelación de participaciones en materia de seguridad pública si no se acredita la profesionalización y la reestructura de los cuerpos policiacos locales. Corral dijo que confía en que las mesas de trabajo convocadas no sean una simulación, porque son una oportunidad para construir juntos la mejor estrategia para enfrentar la emergencia de seguridad pública que vive el país. En ese sentido, llamó a no entregar, “en la desesperación”, el control de la seguridad pública a las fuerzas armadas desde el estatus constitucional para institucionalizar el modelo militar. “Si la Ley de Seguridad Interior fue un error, porque en los hechos perpetuaba lo temporal al quitar los incentivos para construir una policía civil fuerte, la Guardia Nacional en la Constitución, pero sobre todo subordinada a la Secretaría de la Defensa Nacional, es un error más grave que los intentos de Calderón y de Peña Nieto por militarizar la Seguridad Pública de México”, sentenció. Luego citó el estudio “Seguridad pública en el mundo, ¿quién está al mando?”, del profesor investigador de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Autónoma de Coahuila, Víctor Manuel Sánchez Valdés, en el que analiza los mandos de las policías de 200 países y concluye que es claro que la tendencia es hacia los mandos civiles. Ese estudio arrojó que 67% de los países tienen mando civil, el 8% es predominantemente civil, el 8.5% es concurrente y el 16.5% predominantemente militar. Son cuatro categorías que conforman el 100%. Y, mientras, en México se propone transitar de la primera a la cuarta categoría, la que el mundo deja atrás y que tiene que ver con romper una tradición constitucional mexicana de primacía de lo civil sobre lo militar, apuntó Corral. “¿Para qué creó el gobierno de la República una Secretaría de Seguridad Pública? ¿Para qué desincorporó la Secretaría de Gobernación y creó una nueva Secretaría de Seguridad Pública? Todo para que esta nueva Secretaría de Seguridad Pública no tuviera policía”, dijo. Abundó: “En ninguna parte del mundo hay secretario de Seguridad sin mando sobre la policía. Es otra figura, es un coordinador de planeación, es un secretario técnico, puede serlo del gabinete de Seguridad, pero secretario de Seguridad en sí mismo, no lo es. Es una contradicción con la principal Reforma Orgánica propiciada por el nuevo gobierno de la República”. La reforma va a contrapelo de la tendencia del mundo en materia de promoción, defensa y garantía de los derechos humanos, insistió, porque está acreditado en la experiencia mexicana e internacional que esa formación, la militar, no sirve a las funciones de seguridad pública. “Y va a contrapelo de los derechos humanos, no sólo por las opiniones que destacados organismos internacionales han dado en esta materia, no sólo Human Rights Watch o a Amnistía Internacional, sino los organismos internacionales de los que México ha suscrito tratados, convenios, de los que ha reconocido su jurisdicción, como la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, que han señalado la necesidad de que estos organismos estén en manos civiles”. Corral dijo a los legisladores: “Yo creo que ustedes no estarán luchando en términos reales por ser o tener el primer lugar, diría yo, el dudoso honor del primer lugar en términos de regresión legislativa en materia federalista”. Finalmente, coincidió en que el país requiere urgentemente un consenso en materia de seguridad pública y combate a la delincuencia organizada, pero deben ser capaces de construir una estrategia constitucional y legal, acorde al tamaño de la crisis, porque a nadie le sirve un proyecto como el presentado. “Con esos riesgos que yo ya he jugado con dos anteriores presidentes de la República, con la misma convicción y la misma consistencia, vengo a decirles que este es el modelo exactamente equivocado que no hay que aprobar. Espero que se corrija la minuta”, concluyó.

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