OAXACA, Oax. (apro).- La Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez de Oaxaca (Unosjo) criticó al presidente Andrés Manuel López Obrador porque, apuntó, sus promesas de campaña se han “resquebrajado” con la imposición de proyectos de desarrollo neoliberales en el Istmo de Tehuantepec y la Sierra Juárez. Sin embargo, subrayó, “seguimos teniendo esperanza en que se pueda construir una relación de respeto entre los pueblos indígenas de este país y el gobierno de la República, aunque vemos con preocupación que hasta ahora (López Obrador) sólo se ha reunido a dialogar con los empresarios, quienes lógicamente tienen sus propios intereses, muchos de los cuales son contrarios a los de los pueblos originarios”. En un posicionamiento firmado por el presidente y el tesorero de la Unosjo, Juan Pérez Luna y Pedro Maldonado Cervantes, respectivamente, y con los sellos de varias comunidades zapotecas, los inconformes exigieron al presidente de la República “una mesa de verdadero diálogo con nuestros pueblos, (porque) no queremos seguir siendo utilizados para la ocasión y después marginados, como lo han hecho todos los gobiernos a lo largo de nuestra historia”. Entre sus demandas principales destaca el reconocimiento y respeto pleno a su derecho a la libre determinación, como lo establece la declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y como se planteó desde 1996 en los Acuerdos de San Andrés Sakamch’en. Mencionaron que como parte de este derecho sobresale la consulta y el consentimiento libre, previo e informado, “que no vamos a cambiar por el reparto de beneficios”, y pidieron que el Ejecutivo federal reconozca que con el establecimiento de sus proyectos de comunicación --tren maya y tren transístmico-- se han violado esos derechos convencionales. “No queremos que los territorios de los pueblos indígenas sigan siendo paso para el desarrollo del capital transnacional y se ignore nuestra visión de cómo queremos vivir”. Y subrayaron: “En nuestra región zapoteca de la Sierra Juárez, como en otras regiones indígenas del estado y del país, se han otorgado concesiones mineras sin consulta y consentimiento, mismas que hemos rechazado por la experiencia que nos ha dejado la minería en su operación, al menos en los últimos 200 años. Para nosotros la minería no ha sido sinónimo de eso que llaman desarrollo, sino de explotación y contaminación. “Los serranos amamos nuestros montes y no permitiremos que en aras del interés transnacional se siga pasando por encima de nuestros derechos. Lo instamos (presidente de la República) a que se retiren esas concesiones mineras y no se vuelva a otorgar ni una más en territorios indígenas”. También rechazaron la construcción de la carretera Tuxtepec-Oaxaca --porque “desde nuestra óptica el planteamiento que se está haciendo en el Istmo de Tehuantepec no es otra cosa que la continuidad del modelo neoliberal que sólo favorece a los intereses de Estados Unidos y China”-- y de presas en los ríos de su región, anunciadas por la Secretaría de Energía en el sexenio pasado y mencionadas en el Plan Estatal de Desarrollo de Oaxaca. “Respaldamos su propuesta de no construir ninguna presa más, nuestros ríos están vivos y son las venas que alimentan nuestra madre tierra”, resaltaron. El tema del café también salió a relucir, y al respecto manifestaron que ha sido uno de los pocos ingresos económicos de muchas comunidades indígenas del país, sin embargo, en aras de atraer inversión de capital extranjero, abrieron las puertas a Nestlé, una de las compañías más depredadoras del planeta. “En los últimos años hemos visto cómo las políticas públicas hacia este sector se han orientado a favorecer los intereses de Nestlé al cambiar las variedades arábicas que se siembran en México y que son de calidad de exportación, por variedades robustas de baja calidad como las que siembran en Brasil, con el pretexto de la roya”, puntualizaron. Finalmente, denunciaron que a partir del 1 de diciembre “nos hemos percatado de la presencia del Ejército en Ixtlán, y para nosotros el Ejército no debe tener funciones de policía, su adiestramiento es para la guerra y su función es resguardar la seguridad nacional, no la seguridad interior. Lo invitamos (presidente) a que rectifique su política de seguridad y retire inmediatamente al Ejército de una de las regiones más seguras de este país, gracias a nuestra forma de organización comunitaria”. Remataron: “El gobierno siempre ha tenido las herramientas tecnológicas para combatir la delincuencia, utilícelas en bien de la seguridad y la paz de nuestros pueblos”.