TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (apro).- La Diócesis de San Cristóbal de las Casas y el Movimiento en Defensa de la Vida y el Territorio (Modevite) cerraron filas con el párroco de Amatán, José Domínguez Domínguez, luego que el pasado viernes 18 fueron hallados muertos dos luchadores sociales de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA). Organizaciones sociales, civiles y clericales se pronunciaron públicamente para que se garantice la seguridad del cura, y anunciaron una peregrinación para el próximo 1 de febrero en la cabecera municipal de Amatán, con el fin de expresarle apoyo “por su lucha y acompañamiento a favor de sus feligreses que buscan la paz y la armonía” en ese lugar. En un pronunciamiento firmado por el propio obispo Rodrigo Aguiar Martínez, la Diócesis de San Cristóbal de las Casas demandó la paz en el pueblo de Amatán, y se manifestó preocupada por la situación que vive el municipio, donde un movimiento de resistencia civil se opone al cacicazgo político de los hermanos Wilbert y Manuel de Jesús Carpio Mayorga, este último alcalde por Morena. El pasado jueves 17, tras el ataque armado de policías municipales y un grupo civil al mando de Carpio Mayorga, fueron desaparecidos y posteriormente asesinados Noé Jiménez Pablo, de la CNPA, y José Santiago Álvarez, del Movimiento por la Paz, la Justicia y el Bien Común de Amatán. El ataque fue para desmantelar el campamento de miembros del movimiento de resistencia civil que no permitían que el alcalde tomara posesión. Previo a esa agresión, el cura de Amatán ya había sufrido amenazas de muerte por parte de los hermanos Carpio Mayorga, y hombres armados y encapuchados intentaron sacarlo de la casa parroquial. Además de Domínguez Domínguez, también el párroco Marcelo Pérez Pérez, de Simojovel, ha sido amenazado de muerte por animar las luchas por los derechos civiles, sociales y políticos de sus feligreses. De igual manera, la Red por la Paz de Chiapas que integran organizaciones civiles y de derechos humanos han denunciado amenazas contra Eleazar Juárez Flores, párroco de la iglesia San Pedro y San Pablo, del municipio de Chicomuselo, en la región de la Sierra de Chiapas. Juárez Flores acompaña a sus feligreses en su lucha contra la industria minera extractiva que amenaza sus territorios.