Insuficiente pena de 11 años a homicida de defensor rarámuri: Familiares

viernes, 22 de febrero de 2019 · 14:58
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- “Nos sentimos demasiado tristes porque esperábamos una condena mayor a once años”, reaccionó María Aurelia Chirivista Lechuga, al conocer la sentencia del homicida de su esposo, Isidro Baldenegro López, defensor rarámuri del territorio en la Sierra Tarahumara. El juez Juan Javier Cornejo Páez le dio once años de prisión a Romeo Rubio Martínez, por el delito de homicidio simple, en contra del defensor rarámuri. A pesar de que la Fiscalía General del Estado y el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres han presumido que se trata de la primera sentencia condenatoria en contra de un derechohumanista en la entidad, el juez sólo lo condenó por el homicidio simple porque no se acreditó el agravante que atañe a la defensa del territorio y el activismo de Isidro Baldenegro, como lo planteó la hipótesis inicial. Isidro Baldenegro fue asesinado en la comunidad de Coloradas de la Virgen, del municipio de Guadalupe y Calvo, el 15 de enero de 2017. El líder indígena estuvo preso por defender el territorio de su gente, posteriormente fue absuelto y el año 2005, fue galardonado con el Premio Goldman, que se otorga a los defensores del medio ambiente. [caption id="attachment_572798" align="alignnone" width="702"]Romeo Rubio Martínez, fue condenado por el delito de homicidio simple, en contra del defensor rarámuri Isidro Baldenegro. Foto: Fiscalía de Chihuahua Romeo Rubio Martínez, fue condenado por el delito de homicidio simple, en contra del defensor rarámuri Isidro Baldenegro. Foto: Fiscalía de Chihuahua[/caption] En la audiencia de juicio oral, el juzgador indicó: “El tribunal no ignora que, como lo destacó la defensa, no existe prueba científica que como tal abone a los hechos, esto más allá de la intervención del perito en criminalística. Sin embargo, en los términos expuestos, ello no impide atender a la información y otorgarle valor pleno al no generarse dudas que tornen imprescindible el recurrir a otro tipo de opiniones expertas”. De acuerdo con el portal raichali.com, las abogadas coadyuvantes del caso a favor de la familia de Isidro Baldenegro, apelarán la pena privativa de la libertad y la reparación del daño de 405 mil 002 pesos, impuestos por Cornejo Pérez. Una vez que conocieron el falle del juez en la familia de Isidro, Aurelia Charivista compartió para Apro: “Imagínese va a salir en 9 años porque tiene dos años en la cárcel. Mis hijos dicen: ‘pues él va a llegar y se va a regresar a su pueblo y va a volver a su familia y nosotros, ¿cuándo vamos a volver a ver a mi papá?’”. La hija del matrimonio tiene 11 años ahora y el hijo, 12. Aurelia Charivista tiene otro hijo de 17 años, de quien Isidro Baldenegro también se hacía cargo desde que se casaron. “Desde la muerte de Isidro nuestras vidas cambiaron totalmente porque ahora me mantengo más tiempo ocupada. No tengo tiempo para mis hijos, casi todo el tiempo están solos, nomás llego, les doy comida, me voy otra vez a trabajar. A veces no llego a tiempo y sí es muy difícil como para todo, para todo es muy difícil, porque él cuidaba mucho de sus hijos. Eran lo que más quería él”. La mujer rarámuri contó que Isidro siempre estuvo pendiente de ellos, aún cuando tenía que salir a otros lugares por trabajo, estaba en constante comunicación con sus hijos. “Y ahora, desde la muerte ya no se pueden hacer muchas cosas y sí les afectó muchísimo, y me acuerdo que una vez dijo mi hijo llorando, también mi hija, estaban más chicos: ‘¿Y mi papá ya no se va a levantar, ya no se va a levantar de ahí?’ Y yo diciéndoles: ‘no mijo’”. Con la voz entrecortada continuó: “Es muy triste, muy triste lo que hemos sufrido y lo que hemos andado de un lugar a otro, porque nos tuvimos que venir de la sierra a vivir acá, a trabajar y a integrarnos a otra vida que no teníamos. Teníamos otra vida mucho más tranquila, se puede decir, porque aquí es de que trabajar todos los días y de rápido. “Y tienes que andar en camiones y mis hijos tienen que ir a la escuela. Luego de regreso, me voy con el miedo de que algo les pase en la calle o que les pueda pasar de venida, o entrando, no sé, pasan muchas cosas cuando yo voy a mi trabajo y los dejo. Es estresante y triste, son muchas cosas”. Aurelia relató que ahora le es casi imposible mantener a su hijo de 17 años, quien vive con su abuela. “Tengo un hijo que tiene 17 años, no lo puedo mantener como él quisiera, está con mi mamá y necesito mantener a los tres. Él sale afectado porque ya no tengo la manera de mandarles económicamente, ya sea en zapatos, todo lo que necesitan para la escuela. Tengo que sacar gastos para mis hijos, para la casa, y luego todavía con mi hijo. Sí se me ha complicado mucho. Es muy difícil salir con todo esto”. Sobre la sentencia de su esposo opinó que es injusto porque Isidro Baldenegro no estaba armado cuando llegaron a matarlo. El defensor indígena no era una persona problemática, ni se metía con nadie, al contrario, defendía a su gente y gestionaba apoyo para su pueblo, insiste Aurelia Chirivista. “Ahora con esto que le hicieron, no se me hace que sea justo para nadie con la sentencia que le dieron a este señor. Yo creo que no es justo, debieron darle más años, once años menos dos porque ya lleva dos en la cárcel, no es nada. En nueve años sale y vuelve a hacer de las suyas. Ojalá que esté equivocada, pero eso pienso. También puede hacer algo a las personas que están ahí, o vuelve a estar haciendo las cosas que hacía antes. Son muchas cosas y tampoco es justo porque él un día va a salir de la cárcel y se va a reunir con la familia ¿y mis hijos? No van a volver a ver su papá. Por lo menos deberían darle más años, eso es lo que pido yo. Quiero que se haga justicia por mis hijos, porque ellos no tienen la culpa de las cosas, ni siquiera él, Isidro, de lo que el señor pensó o tal vez no lo pensó, como haya andado, no tenía por qué haberle hecho eso”. Y es que en la región de donde era Isidro Baldenegro, habitantes de esas comunidades han señalado en entrevistas anteriores, que el hombre sentenciado por ese crimen, pertenece al grupo delictivo que acosa a los habitantes de varias comunidades para el despojo de tierras y para devastar el bosque de manera ilegal. Esa es la parte que no acreditaron en el juicio. Al referirse a los daños a la comunidad con el homicidio de Isidro Baldenegro y otros líderes que han asesinado, como el último de Julián Carrillo Martínez (quien tenía medidas de protección del mecanismo federal), detalló que han ocasionado un desplazamiento forzado masivo, aunque aún hay gente que se resiste a salir. Aurelia Charivista añadió que han incendiado varias casas y el robo de ganado se ha vuelto cotidiano. “No hay quién defienda los derechos como indígenas que somos, como rarámuri. No hay quien pida apoyos para carreteras, para la misma gente para que se ayude. Ahora en la comunidad casi no hay gente, no hay tiendas. Lamentablemente ya hay muy poca gente, cuando antes había más. Es feo que esté pasando “Desde las muertes de Isidro, de Julián Carrillo, la gente está más sola. Con tanta violencia ha estado saliendo tanta gente que yo digo que no tenían que haberse salido porque es injusto, pero con tanta cosa que han pasado era un hecho que iba a pasar. Yo digo que sí ha afectado mucho, también que no hay recursos, no llevan apoyos, la gente no tiene nada, ni siquiera para sobrevivir si se puede decir, la gente que sobrevive es porque tiene ganado, pero muchos ya ni eso, porque han estado robando ganado los mismos malos de otros ranchos, que roban los ganados, abren las casas, ya han quemado varias casas”. En su opinión, las autoridades deberían resguardar mejor la región con policías, militares, ministeriales, que realmente vean lo que está pasando y cómo sucede, con el fin de que detengan a los responsables, porque la gente está saliendo de Coloradas de la Virgen. “Cuando me casé con Isidro había mucha gente, yo no soy de ahí, pero yo veía que había mucha gente y ahora ya no. Sí está triste el lugar, a muchas personas de la comunidad les afectó mucho. “Realmente no sé quiénes son los que quemaron casas y se han robado el ganado, pero deberían hacer un operativo y agarrar a los malos porque son quienes hicieron que toda la gente saliera, cómo se iban a quedar esperando que les hicieran algo. Se fueron a otras comunidades cuando tenían sus casas ahí. Unas personas se las quemaron, las que quedan viven con miedo de que les vaya a pasar algo. Deberían hacer algo por esas personas, más vigilancia o no sé qué se pueda hacer”. Ayer, en la rueda de prensa que dieron activistas de Chihuahua y Coahuila para presentar el informe sobre activistas y periodistas asesinados en el gobierno de Enrique Peña Nieto, la directora de la organización que ha acompañado por una década a Coloradas de la Virgen y Choréachi, Alianza Sierra Madre, Isela González Díaz, destacó que de los 17 homicidios de derechohumanistas en Chihuahua durante el gobierno anterior, 11 eran rarámuri. De esos casos, sólo se ha obtenido sentencia en el asesino material de Isidro Baldenegro: “No soy la abogada, no voy a hablar sobre la sentencia, pero no hubo una línea de vinculación del asesinato de Isidro con su trabajo con su defensa de territorio. No hay una línea de investigación. En el caso de Julián Carrillo, asesinado en octubre del año pasado en la misma comunidad, advirtió que la Fiscalía General del Estado no debe abandonar la línea de investigación de su actividad como defensor, porque tienen todos los elementos para acreditarlo. De acuerdo con lo expuesto por la agente del Ministerio Público de la Fiscalía de Distrito Zona Sur en el juicio del homicidio de Isidro Baldenegro, el 15 de enero de 2017 en la comunidad de Coloradas de la Virgen, Romeo Rubio Martínez le disparó en seis ocasiones con un arma calibre 38 Súper. El responsable fue detenido el 8 de marzo del mismo año por elementos de la Agencia Estatal de Investigación y de la Comisión Estatal de Seguridad, en la ciudad de Parral. La Fiscalía General del Estado reconoció en un boletín de prensa, “el valioso y profesional apoyo de integrantes de las asociaciones Alianza Sierra Madre (ASMAC) y el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (CEDEHM), quienes desde un inicio aportaron su experticia y trabajo en defensa de la víctima y sus deudos”.

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