El pleito de dirigentes taekwondoínes se lleva a niños entre las patas

domingo, 3 de marzo de 2019 · 09:24
En el más reciente episodio de la pelea que sostienen la Federación Mexicana de Taekwondo y la Federación Mexicana del Deporte Escolar echaron mano de policías armados para desalojar a un grupo de niños que fueron invitados a participar en un torneo en Gómez Palacio, Durango. “Recibimos la orden de la Federación Mexicana de Taekwondo de sacar a los niños; acatamos para no afectar a más gente, pero perjudicamos a muchos”, reconoce en entrevista con Proceso Jesús Félix Sifuentes, organizador de la justa. CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- El desalojo de 100 niños taekwondoínes de Nuevo León de una competencia realizada en Gómez Palacio, Durango, y la posterior cancelación de la justa exhibió la pugna que existe entre las dos federaciones de este deporte. El escándalo estalló el sábado 16 cuando el organizador del torneo, Jesús Félix Sifuentes, ordenó el desalojo de los menores de edad que él mismo había invitado a participar. Se trata del XXI Torneo Anual Comarca 2019, que cuenta con el aval de la Federación Mexicana de Taekwondo (FMTKD), competencia que se ha realizado durante 20 años consecutivos y que en su edición más reciente convocó a 450 deportistas de organizaciones afiliadas y no afiliadas para hacerla rentable. Cuando Félix Sifuentes anunció el desalojo explicó que se trataba de una orden de la FMTKD. Entonces, los padres de familia, entrenadores y el presidente de la Asociación de Taekwondo y Deporte Escolar de Nuevo León, AC, Ubaldo Marroquín Rodríguez, reclamaron la devolución de las inscripciones del torneo (600 pesos por participante) y el reembolso de sus gastos de transportación, hospedaje y alimentación. El organizador admitió que “fue un error haberlos invitado”, pero solicitó el apoyo de varios policías municipales armados para cumplir con la orden, escena grabada en las cámaras de los teléfonos celulares de algunos asistentes. El incidente llegó a oídos del presidente Andrés Manuel López Obrador. El miércoles 20, Ubaldo Marroquín aprovechó la visita del mandatario a Monterrey para alcanzarlo en su camioneta e informarle lo que estaba ocurriendo. Cuenta que “como pude metí mi cabeza en la ventanilla del vehículo presidencial” para decirle que los niños de mi organización fueron discriminados e impedidos a practicar el deporte. También le entregó una carta con imágenes, enlaces y videos de los hechos. “Lo vamos a ayudar”, recuerda que López Obrador le contestó. Un día antes de interceptar al mandatario, el presidente de la asociación acudió a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Nuevo León para interponer una queja contra Félix Sifuentes, la FMTKD y contra quienes resulten responsables por el trato discriminatorio que sufrieron y por los daños psicológicos que pudieran padecer los niños a causa de la presencia de policías armados. El mismo martes 19, el Congreso de Nuevo León aprobó un punto de acuerdo en el que solicita la intervención de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), a cargo de la exvelocista Ana Gabriela Guevara, por el presunto caso de fraude y la violación de los derechos de los taekwondoínes. “Lo que debió ser una justa deportiva para promover los valores de las artes marciales, culminó en un fraude y un abuso”, consideró el presidente del Congreso neoleonés, Marco González. De acuerdo con lo relatado a López Obrador, los niños llegaron a la justa con su inscripción pagada y cuando llegaron a las áreas de competencia una persona que no dio su nombre pero que los testigos señalaron como el director del Colegio de Árbitros de Coahuila les dijo que no podían participar porque eran órdenes de la federación. Entonces, varios “policías los sacaron del gimnasio municipal”. En pugna El desalojo ocurrió en el contexto de la pugna que mantienen dos organizaciones de esta disciplina, pese a que la Ley General de Cultura Física y Deporte, vigente desde el 7 de junio de 2013, no considera la existencia de dos organizaciones de un mismo deporte. A escala internacional tampoco hay antecedentes de dos federaciones constituidas para la misma finalidad. Por un lado, está la Federación Mexicana de Taekwondo, que preside Raymundo González, organización reconocida por la Conade y por el Comité Olímpico Mexicano (COM). Su rival es la Federación Mexicana del Deporte Escolar AC (Femedees), cuyo titular es Martín Sánchez Tenorio, dirigente del deporte escolar del Consejo Nacional para el Desarrollo de la Educación Física y el Deporte en la Educación Básica (Condeba), cuyo presidente es Jaime Figueroa. El titular del consejo nacional –amigo de Sánchez Tenorio– es un personaje de polémica trayectoria como funcionario público: fue director general de la Policía Judicial de Guerrero en el gobierno de René Juárez Cisneros (1999-2005). En 2001, un exagente denunció ante la Dirección General de Averiguaciones Previas que varios comandantes y altos mandos de la corporación y de la Procuraduría General de Justicia estatal estaban vinculados a secuestradores. También los acusó por tortura y desaparición de personas. Figueroa fue separado del cargo en menos de 24 horas (Proceso 1899). Por su parte, Martín Sánchez Tenorio presidió la Asociación Poblana de Taekwondo, afiliada a la FMTKD. Fue destituido en julio último en una asamblea que únicamente acrecentó las diferencias entre su grupo y el de Raymundo González, denunciado por fraude. Constituida formalmente en mayo último, la Femedees está integrada en su mayoría por detractores de González. La organización pretende sumar asociaciones en todo México con la idea de solicitar su reconocimiento oficial ante la Conade y con ello recibir recursos. Hasta el momento han afiliado a 23 asociaciones, la que preside Ubaldo Marroquín está entre ellas. Al igual que la FMTKD, la Federación Mexicana del Deporte Escolar obtiene ingresos con la organización de torneos estatales, nacionales y con la certificación de maestros. Ambas manejan sus recursos con opacidad. El taekwondo es uno de los deportes más importantes de México en los Juegos Olímpicos desde Sidney 2000, cuando esta disciplina quedó integrada al programa oficial. Durante cinco ediciones consecutivas los mexicanos han ganado un lugar en el podio. Hasta ahora acumulan siete preseas: dos de oro, dos de plata y tres de bronce. Pide disculpas Entrevistado sobre el desalojo de los niños neoleoneses de la competencia que organizó en Durango, Jesús Félix Sifuentes relata su versión: “Sé que la situación fue penosa. Estoy destrozado por muchas partes porque para empezar esa no era la intención (correrlos), pero recibimos la orden de la Federación Mexicana de Taekwondo. “Obedecimos para no afectar a más gente y realmente lo único que sucedió fue que perjudicamos a muchos.” Asegura que nunca padeció tantos problemas durante los 20 años que tiene organizando la justa. Sin embargo, menciona que la FMTKD ha impuesto restricciones en materia de afiliaciones desde el surgimiento de la Federación Mexicana del Deporte Escolar. “Efectivamente, invité al señor Ubaldo Marroquín con sus deportistas. Ese fue mi error porque pertenezco a la Federación Mexicana de Taekwondo y cuando ésta me dio el aval para la competencia omití o no me fijé que por ahí decía que sólo nos autorizaba el torneo para los miembros de la federación”, dice Sifuentes. Explica que aceptó arriesgarse “un poquito” al invitar a los no afiliados. “Luego, simple y sencillamente el viernes 15 me hablaron de la federación, me dijeron que si aceptaba a una persona del deporte escolar, me cancelarían el evento y se retirarían los 25 jueces del Colegio de Árbitros que conducirían el torneo”, como ocurrió. Sifuentes relata la comunicación con Marroquín cuando le expuso la situación: –¿Cómo es que no me puedes recibir después de que me invitaste? –Definitivamente no vas a participar. Los lineamientos federativos me marcan que no puedo recibir gente que no está afiliada. Admito mi error. –Tenemos que entrar, tenemos que participar. No puedes dejar a los niños sin competir. Sifuentes cuenta que sólo devolvió el dinero de ocho fichas de inscripción al director técnico de la Asociación de Taekwondo y Deporte Escolar, Francisco Torres. Sin embargo, Marroquín calcula que les deben reembolsar dos mil 500 pesos por alumno rechazado, porque es lo que cada uno destinó para presentarse a Durango. El organizador de la competencia explica que no pudo devolver el resto de las inscripciones “porque el torneo me lo paró el mismo Ubaldo Marroquín. Le dije que necesitamos generar ingresos con el evento, pero él se opuso. Apenas cobré 250 fichas de participación”. El problema se agravó cuando “Ubaldo metió a los niños a las áreas de competencia. El Colegio de Árbitros decidió que ya no se podía hacer nada y el evento se tuvo que suspender. De cierta manera sentí que los niños fueron utilizados como escudos”. Sifuentes se lamenta: “Públicamente ofrezco una disculpa a esos niños, a los maestros, a toda la gente que estuvo alrededor del evento porque se perdió en todos los aspectos, sobre todo en lo deportivo. Traté de apegarme a los lineamientos que me estableció mi federación. Lo que menos queríamos era perjudicar a los niños, a los atletas”. Agrega que todavía a las 11 de la mañana del sábado 16 trató de localizar al presidente de la federación, Raymundo González, para pedirle que aceptara al contingente neoleonés, a petición del gobierno de Gómez Palacio. “Pero nuestro presidente no me contestó”. A su vez, Ubaldo Marroquín expone un mensaje que recibió de Sifuentes el lunes 11, vía Whatsapp: “De antemano, le mandé a doña Fede (Federación Mexicana de Taekwondo) una carta que me giró la institución educativa donde trabajo. Esto lo estamos tomando como clara evidencia (de lo) que echaremos a andar este sábado. “Nomás te pido discreción al respecto. Te mencioné que llevaremos este fin (de semana) a un abogado para dar fe de muchas cosas que se querrán ir en nuestra contra. Yo te mencioné que haremos explotar la bomba acá, pero como te lo dije: habrá que ser muy listos para no perjudicar a nadie. De antemano, Ray (González) no nos quiso contestar.” Este reportaje se publicó el 24 de febrero de 2019 en la edición 2208 de la revista Proceso.

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