'Lady Rancho”: la fresa quiere redimirse

viernes, 8 de marzo de 2019 · 17:37
MONTERREY, N.L. (apro).- Lady Rancho (2018) tiene una premisa sencilla, pero con lecturas nada superficiales. La propuesta familiar de Rafael Montero podría pasar como una comedia de anticipada resolución, aunque, en realidad, muestra con aborrecible elocuencia cómo la clase alta pretende ocupar un espacio que no le corresponde en la pirámide social. Los mirreyes, chavos descendientes de las familias adineradas, viven en un mundo virtual, en el que creen que lo merecen todo. Hasta que la realidad los abofetea para ubicarlos en su verdadera dimensión de parásitos. Con guión de Molo Alcocer Délano y Mineko Mori, la película presenta la patética vida de Camila (Danae Reynaud), una adolescente que pasa los días en una burbuja de confort insultante, aprovechándose de la riqueza de sus padres. Es un asco de persona: abusiva, irresponsable y grosera. Cada palabra que pronuncia mueve a la rabia y la indignación. Se comporta de una manera estúpida, pero es la única que no lo sabe. Hasta que un día obtiene fama de la peor manera. El video viral que protagoniza llena de vergüenza a la familia. Los papis, que le daban todo para evitar discusiones, se hartan de los excesos y deciden darle una lección: la dejan abandonada en el rancho de la familia, aislada del mundo, sin conexión y obligada a trabajar para sobrevivir, en un ambiente rústico, y rodeada de personas sencillas honestas y directas. Camila toca todos los clichés de una comedia con moralina. Afortunadamente, el enfoque que le da Montero es más social que romántico. Ya se sabe los apuros que pasará la chica, intentando ordeñar la vaca, enfangándose, aterrorizada por los bichos del campo. El arco del personaje es apacible y aleccionador. La niña rica, enfrentada con su destino, tendrá que reinventarse. Ese pequeño monstruo egoísta, que apareció al principio con presencia chocante, se transformará en un ser que encuentra sentido a la vida precisamente en un sitio inesperado. La iluminación le llega entre cencerros y fogatas y con personas que disfrutan de la vida y la naturaleza, muy diferentes a sus amigos que frecuenta en la disco y la party. Montero se regodea al presentar a los chicos de la clase alta. Los parodia, convirtiéndolos en payasos de la ciudad. Los chavos fifiís se ven en un ridículo espejo. Camila puede ser su santa matrona, por su deleznable comportamiento. Aunque también les da a todos ellos una esperanza, pues cuando las circunstancias los apuran, pueden sacar lo mejor que tienen para crecer como personas. Lady Rancho es una cinta ligera que ayudará a los muchachos adinerados a reflexionar sobre el daño que se provocan a ellos mismos y a sus familias, cuando asumen un comportamiento errático.

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