Sebas Jurado contra la lógica: el mejor portero en el equipo más goleado

domingo, 17 de marzo de 2019 · 09:53
La alegría dentro de la tragedia que padecen los aficionados de los Tiburones Rojos de Veracruz tiene nombre: Sebastián Jurado Roca. Este joven de 21 años y apenas 11 partidos en la primera división del futbol mexicano se ha convertido en la sensación del torneo por sus espectaculares atajadas. Fogueado en el segundo peor equipo de la Liga MX, Sebas habla en entrevista sobre su sueño de jugar en Europa y sobre cómo le hace para no derrumbarse en un club que no gana y está condenado a descender. VERACRUZ, Ver.– Cuando jugaba en la liga municipal infantil Valentín Ruiz, en Boca del Río, Sebastián Jurado Roca le prometió a su mamá que algún día iba a estar en un estadio lleno y le iba a parar un penal al América.  Tres lustros después, en Toluca, Estado de México, Sebas, como le dicen de cariño los utileros y empleados del estadio donde juega de local, cumplió su sueño: apenas en su segundo partido como jugador profesional (debutó el 8 noviembre de 2018) le atajó un disparo al paraguayo Cecilio Domínguez. En un palco del Estadio Nemesio Díez su madre aplaudía con euforia y al término del partido, totalmente quebrada de la emoción, se fundió en un abrazo con el portero titular de los Tiburones Rojos de Veracruz. “El ver a mi mamá después del partido y verla un poco quebrada ha sido una de las emociones más bonitas que me ha dado el futbol”, asegura. En las redes sociales los tuiteros ya le llaman “El portero del futuro” y los periódicos deportivos lo colocan en equipos grandes, como Cruz Azul y Chivas.  Sin embargo, a sus 21 años, Jurado Roca se lo toma con calma: “Paso a paso. Es parte de un proceso”. El guardameta escualo se refiere a que su sueño es jugar en Europa.  –¿Francia? ¿España? ¿Italia…? –La Liga Premier me atrae bastante, se me hace la más competitiva del mundo. Todo es un proceso, vamos paso a paso. Sebas llegó a los Tiburones Rojos cuando tenía 11 años, pero es aficionado jarocho desde la cuna. Se acuerda que cuando tenía cinco años le tocó ver jugar en el equipo de sus amores a Kleber Boas, Cuauhtémoc Blanco, Christian Chaco Giménez y Walter El Lorito Jiménez, ataque que en 2004 hizo al escualo superlíder del Torneo Apertura.  Ahora, Jurado Roca vive días de contrastes. Sí, ya no ve a los Tiburones desde la tribuna general de sol porque defiende los tres postes del equipo. En apenas 11 partidos en la primera división del futbol mexicano es titular indiscutible y suma un llamado a la Selección Nacional Sub-22. Los analistas deportivos de la televisión ya comentan que es cuestión de tiempo para que llegue “su llamado a la grande”.  En el portal de videos YouTube se reproducen los clips con las mejores atajadas de Sebastián Jurado, entre ellas, la que le hizo al argentino del Toluca Emmanuel Gigliotti. Era un gol cantado y se lo cebó. También le frustró un penal al América.  En internet sobran las imágenes donde exaltan sus juegos ante Chivas y Cruz Azul, encuentros en los que los equipos grandes no pudieron doblegar a uno de los conjuntos coleros de la liga (el penúltimo lugar).  –¿Cómo vives no ganar en lo que va del año? –Es un momento duro, complicado. Estoy convencido de que primero está el equipo, el trabajo es colectivo. Hay que trabajar, tener los pies en la tierra. El amor al Tiburón es bastante grande. Siempre he tratado de ayudar a mis compañeros. –El descenso está a la vuelta. ¿Te vas a ir a otro club? –Es un momento duro a nivel institucional. Al final del torneo haremos cuentas y veremos qué es lo que pasa. Hoy tengo que dar lo mejor de mí para el equipo. El sitio de web TransferMarkt ya tasa la transferencia de Jurado –cuyo equipo apenas acumula en este torneo tres empates, seis derrotas y ninguna victoria– en un millón y medio de euros. Su papá detectó la actualización de su carta y la captura de pantalla se la envió a su hijo, pero el portero de los tiburones ni se inmuta: “Trato de no distraerme con eso”. Disciplinado Los empleados del club definen a Sebastián Jurado como un chico disciplinado, un niño de casa. Aseguran que es habitual verlo los fines de semana en el cine o en algún restaurante acompañado siempre de su familia. Le gusta el boliche, mientras otros jugadores prefieren la vida nocturna y agitada de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.  Bienaventurada su incursión en la primera división, Jurado tuvo que suspender los estudios de licenciatura en Comunicación. Cuenta que está interesado en la crónica deportiva. No obstante, ya estudia idiomas en una escuela privada. –¿Sacrificas familia, diversión y novia? –No es sacrificio, porque es lo que me gusta. Fue un proceso de entrenamiento, pero están los partidos, los viajes. Esas maravillas que te regala el futbol. Lo disfruto, vivo el día a día. Desde chiquito soñé con jugar en la primera división y hoy trato de disfrutarlo lo más que se pueda. Los Tiburones Rojos de Veracruz es un equipo salpicado de escándalos, como el de Ángel Fuentes Olivares, fiscal de distrito de Boca del Río y representante de jugadores, acusado de haber abusado sexualmente de un joven futbolista.  También está el caso que involucra al exgobernador Javier Duarte –ahora encarcelado–, acusado de derrochar recursos públicos en favor del conjunto escualo, y el homicidio de Alán Quevedo, portero del equipo Sub-17 que fue acribillado por el Cártel Jalisco Nueva Generación cuando intentaba rescatar a su hermano Gerson que había sido secuestrado. Sebastián es un bálsamo para la afición jarocha.  Esta promesa del futbol mexicano camina sobre el césped del estadio del fraccionamiento Virginia, toma un balón para la sesión fotográfica, juega con él, lo abraza y apachurra. También lo pisa con cariño en la superficie de la cancha.  Extiende sus brazos como dos tenazas de cangrejo azul. El fotógrafo Yahir Ceballos tiene que retroceder dos pasos para que su lente angular pueda captar la totalidad de las extremidades del cancerbero.  Sebas camina lento sobre el empastado y goza su momento. Sus pasos son engañosos porque el portero veracruzano ya mostró los reflejos de una pantera.  “Mi más profundo agradecimiento es para la afición porque yo en algún momento también coreé desde la grada el nombre de un jugador. Que coreen mi nombre es lo más lindo que puedo vivir como futbolista, sobre todo si el estadio de mis amores me reconoce. Se trata de algo que no se puede comprar.” –¿Con qué atajada de este año te quedas? –La atajada que sigue es la más importante.  –¿Ya te ubican en los grandes equipos? –En el futbol todo puede pasar. Estoy ciento por ciento enfocado en Veracruz. Disfruto estar con el Tiburón. Vamos en el día a día, vendrán bastantes cosas. Hay que verlo en su momento, te tienes que visualizar con una gran trayectoria. Sus monstruos favoritos Jurado Roca ha recibido 13 goles en contra, pero contabiliza por partido entre cuatro y seis atajadas de “goles ya cantados” por el equipo rival. Su equipo apenas ha anotado en dos ocasiones en los últimos nueve partidos. Con ese panorama el portero veracruzano ya es cliente frecuente del “11 Ideal” de la Liga MX. Después de asegurar que desayuna, come y cena futbol, menciona que trata de aprender de los grandes que están activos en el balompié mundial, como su gran ídolo de la infancia Iker Casillas, mítico portero del Real Madrid y hoy guardameta del Porto de Portugal, y el alemán Marc-André ter Stegen, cancerbero del Barcelona, a quien considera el mejor de su posición.  “Hay que tratar de aprenderles por medio de la vista, de su trayectoria, aprenderles un poco a esos monstruos”, agrega. En la entrevista, Jurado también tiene palabras de agradecimiento infinito para Hugo Chávez, extécnico interino de los Tiburones Rojos, por debutarlo hace menos de cinco meses. Tampoco olvida el apoyo recibido de los preparadores físicos, entrenadores de fuerzas básicas y empleados del club. Cuando Jurado habla del futbol mexicano­ dice que se trata de una liga muy competitiva; no le incomoda la proliferación de extranjeros y naturalizados mexicanos. Asegura que ese tipo de competencia es sana para que puedan crecer las jóvenes promesas como él. “Nos volvemos más exigentes con nosotros mismos, y cuando nos toca la oportunidad sabemos que la tenemos que aprovechar al máximo”. –¿Cómo te ves en 10 años? –Espero que con una bonita carrera. Jugando en Europa y con la Selección Nacional mayor, haciendo lo que más disfruto: jugar futbol. Jurado se aleja del campo, va saliendo del estadio por la tribuna, se despide y saluda por su nombre a los empleados que se encuentra en su camino. Ya se prepara para la atajada que sigue.  Esta entrevista se publicó el 10 de marzo de 2019 en la edición 2210 de la revista Proceso.

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