El asesinato de Colosio, la serie
Mezcla de realidad con ficción, la serie Historia de un crimen: Colosio, realizada por la plataforma Netflix, llega al mercado mexicano en el momento en que el Partido Revolucionario Institucional –cuyo candidato para la elección presidencial de 1994 fue asesinado el 23 de marzo de ese año– vive una grave crisis, producto de su estrepitosa derrota electoral del año pasado y de una larguísima historia de corrupción y antidemocracia. Los primeros dos capítulos abordan algunas claves políticas de las circunstancias que rodearon el atentado, incluidas las maniobras del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- La primera escena, con música de suspenso al fondo, es una toma aérea de la camioneta negra en la que viajaba Colosio cuando entró en la colonia Lomas Taurinas, Tijuana, el 23 de marzo de 1994. La gente grita: “¡Colosio, Colosio!...” y el candidato presidencial del PRI levanta las manos para saludar. En lo alto de una -colina dos policías judiciales del municipio están alerta. Después, en un fragmento de video real, Colosio afirma en el mitin que no le teme a la competencia política, que rechaza la incompetencia política.
Las imágenes posteriores son de Colosio rodeado de una multitud caótica, que ya rebasó a su equipo de seguridad. Suena la canción “La culebra”, interpretada por la Banda Machos, y en una escena actuada truenan un par de balazos como señal de la ejecución del candidato.
La serie Historia de un crimen: Colosio recrea la historia del político sonorense asesinado en Tijuana. La historia ya es conocida y sus personajes principales son Carlos Salinas de Gortari, Raúl Salinas, Manuel Camacho, Ernesto Zedillo, Diana Laura Riojas, José María Córdoba Montoya, Manlio Fabio Beltrones, Diego Valadés, Liébano Sáenz...
La plataforma estadunidense de películas, documentales y series, que cuenta con más de 89 millones de suscriptores en internet (48 millones en su país), estrenará esta producción el viernes 22, un día antes del aniversario número 25 del magnicidio. Coincide con el momento en que el PRI vive su crisis más profunda, después de caer al tercer lugar como fuerza política en las elecciones federales de 2018.
La serie presenta de manera cronológica el relato de uno de los atentados políticos más controvertidos de la historia nacional. Empieza con el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta y después desarrolla una intrincada trama política y policiaca que, tanto en la serie como en la vida real, desembocó en una solución que todavía no convence del todo: se inculpó, juzgó y sentenció a un asesino solitario. Sin embargo, muchos consideran que Mario Aburto es un chivo expiatorio del régimen salinista.
Esta producción del sello Dynamo, con dirección de Hiromi Kamata y guion de Rodrigo Santos, Alejandro Gerber Bicecci e Itzel Lara, recrea de manera libre y en forma de ficción los acontecimientos que en su momento se atribuyeron a una conspiración palaciega urdida en los altos niveles del gobierno salinista en contra de Colosio.
Desde el primer capítulo el político sonorense aparece solo, pensativo e inquieto. En los primeros minutos se le ve corriendo en una zona boscosa. Destaca su pelo rizado y alborotado. Al dar una vuelta en el camino de terracería, ya lo está esperando el presidente Salinas de Gortari, quien lleva una sudadera blanca que ostenta en el pecho el logotipo de Solidaridad, el programa social con el que pretendía erradicar la pobreza en su sexenio.
En la siguiente escena corren juntos. Los sigue un grupo de soldados del Estado Mayor Presidencial. Salinas le revela al entonces secretario de Desarrollo Social su decisión de que él sea candidato presidencial y no Manuel Camacho Solís, por quien muchos apostaban, incluso dentro del PRI.
–¿Cómo la estás llevando últimamente con Camacho? –pregunta Salinas.
–Bien, hemos hablado mucho. Anda muy ocupado, preparándose… Con eso de que ya se mandó hacer un busto de él mismo… –contesta Colosio, riéndose.
–Entendiste bien el juego, Luis Donaldo. ¿Tú qué opinas?
–Si lo escoge a él, va a la segura. Será ambicioso, pero le dará continuidad a lo económico, a la modernidad y a todo lo que usted ha hecho.
Salinas voltea mientras siguen corriendo y le suelta:
–Voy contigo. ¿Te interesa?
–¡Claro que me interesa! –exclama sonriendo Colosio mientras siguen corriendo. Salinas le pide un favor único: que se corte el pelo. “Para tu campaña… no podemos tener a un candidato así de greñudo”.
Así se anuda el trágico pacto del poder entre ambos personajes y arranca la intriga que se formó alrededor de Colosio en 1994, cuando el país vivió una de sus peores crisis políticas y de gobierno con el asesinato del cuñado de Salinas y entonces líder nacional del PRI, José Francisco Ruiz Massieu, y la irrupción armada del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en el estado de Chiapas.
Las claves políticas
En los dos primeros capítulos de la serie, a los que tuvo acceso este semanario, se muestra a un Colosio de 44 años, en plenitud de condición física y potencial político, pero inseguro y dubitativo ante la propuesta de acceder al máximo poder, aunque también se destaca la honestidad de sus propuestas y su firmeza para enfrentar tanto a Salinas y a su grupo, que intentan manipularlo, como al expresidente Luis Echeverría, que insistía en apadrinarlo.
Desde el principio de la serie se van entretejiendo una serie de tragedias y personajes que rodearon a Colosio en sus últimos días, como presagios: el cáncer de su esposa, Diana Laura Riojas; el protagonismo de Camacho Solís, que como comisionado para la paz en Chiapas eclipsó la campaña de Luis Donaldo; el papel tétrico de Ernesto Zedillo; el juego perverso de Raúl Salinas y el de José María Córdoba como jefe de la oficina presidencial; pero sobre todo la figura poderosa y ambiciosa de Salinas de Gortari como el titiritero de toda esa trama fatídica.
De la misma manera, se recrean pasajes claves, como el encuentro de Colosio con Camacho Solís, a quien le reclama no haberlo felicitado por su nominación como candidato presidencial de su partido. “El problema no es contigo. Yo voy a hablar mañana con el presidente. Yo resuelvo mis problemas con Salinas”, contesta Camacho.
Y cuando Colosio le pide respetar la decisión de Salinas (el “destape” del sonorense), Camacho espeta con tono burlón:
–Así es, tú ganaste la elección del presidente, pero no la de la gente. Vamos a ver si te la mereces.
En otro pasaje, Raúl Salinas le lleva a Colosio, que entrena en un campo de beisbol, una carpeta con una lista de aportaciones económicas para comprar votos.
También se repasa el encuentro con Carlos Salinas en Los Pinos, donde el candidato le reclama que haya designado a Camacho como pacificador en Chiapas y alimente los rumores de un posible cambio de candidatos, y se recrea la preparación del discurso del 6 de marzo de 1994 en el Monumento a la Revolución, en el cual Colosio marcó distancia con Salinas y su grupo.
Destaca asimismo la conversación del entonces candidato con su paisano Manlio Fabio Beltrones, entonces gobernador de Sonora, quien le dice que mejor empiece su gira por el norte del país, en su estado natal, que se quede unos días ahí y no vaya a Tijuana porque allá el ambiente está muy pesado.
Otra recreación más es la del encuentro de Salinas con Beltrones pidiéndole que se traslade a Tijuana para sacarle la verdad al asesino de Colosio. “Serás mis oídos y mis ojos”, le dice el presidente al gobernador sonorense.
Entusiasmo comercial
En la reconstrucción de pasajes históricos, con diálogos de ficción y basados en relatos periodísticos, los personajes reflejan los enfrentamientos y desencuentros en la cúpula del poder que pusieron a Colosio, un priista de cepa, en la antesala de su muerte.
En los dos primeros capítulos no se les escapa a los guionistas introducir el dato de que hubo dos disparos en contra de Colosio –uno en el abdomen y otro en la cabeza–, de distintas armas y no un solo tiro, como en ese entonces aseguró en conferencia el procurador Diego Valadés.
Tampoco omitieron la versión de que hubo varios ejecutores, entre ellos Santos Oliva, cuya chamarra estaba manchada con la sangre de Colosio y quien fue liberado medio día después de haber sido detenido por la Policía Judicial de Baja California, y el mecánico Ernesto Rubio Mendoza, un hombre parecido a Mario Aburto que fue ejecutado horas después del magnicidio.
La escena en que Diana Laura Riojas baja de un avión luego de ver a su marido asesinado, y enfrenta a Salinas y a su gabinete con la pregunta “¿Quién fue, Carlos?” –que se queda sin respuesta–, abre la puerta a la sospecha de que fue víctima de una conspiración.
Historia de un crimen: Colosio forma parte de un proyecto que abordará varios crímenes controvertidos que han afectado a diferentes países durante décadas y han generado confusión social, acusaciones de corrupción y exigencias de justicia.
La plataforma productora informó desde el año pasado que en la primera temporada, de ocho episodios, se explora la muerte del candidato presidencial del PRI rumbo a las elecciones de 1994. Erik Barmack, vicepresidente de Originales Internacionales de la empresa, manifestó desde entonces que estaban muy entusiasmados de llevar esta nueva propuesta de serie antológica, con un toque internacional.
La serie sobre el crimen de Colosio empezó a producirse en México a finales de agosto de 2018. El guionista principal es Rodrigo Santos y la dirige la mexicana Hiromi Kamata, quien antes hizo la película Diablo guardián. Entre sus protagonistas se encuentran Jorge A. Jiménez, actor que participó en la serie Narcos; Ilse Salas, que actuó en Sr. Ávila; Gustavo Sánchez Parra, que formó parte del elenco de Amores perros; Martín Altomaro, de Soy tu fan, y Lisa Owen, de Los insólitos peces gato.
Esta es la primera serie que se realiza sobre el caso Colosio, pero en 2012 el director Carlos Bolado hizo la película Colosio. El asesinato y en 2014 Discovery Channel produjo el documental El caso Colosio.
Este texto se publicó el 17 de marzo de 2019 en la edición 2211 de la revista Proceso.