CIUDAD DE MÉXICO (apro).– La tasa de informalidad no cae y atrapó al 57.7% de la población ocupada durante febrero pasado, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Dicha cifra fue superior a la registrada en enero, cuando la informalidad alcanzó el 56.2%, según datos ajustados por estacionalidad. La tasa de informalidad laboral, se refiere a la suma, sin duplicar, de los que son laboralmente vulnerables por la naturaleza de la unidad económica para la que trabajan, con aquellos cuyo vínculo o dependencia laboral no es reconocido por su fuente de trabajo. Así, explicó el Inegi, en esta tasa se incluye –además del componente que labora en micronegocios no registrados o sector informal– a otras modalidades análogas como los ocupados por cuenta propia en la agricultura de subsistencia, así como a trabajadores que laboran sin la protección de la seguridad social y cuyos servicios son utilizados por unidades económicas registradas. Por su parte, la tasa de ocupación en el sector informal representó 27.7% de la población ocupada en el segundo mes de 2019 y significó un aumento respecto a la de enero pasado de 27.5%, con datos desestacionalizados. El sector informal considera a todas las personas que trabajan para unidades económicas no agropecuarias operadas sin registros contables y que funcionan a partir de los recursos del hogar o de la persona que encabeza la actividad sin que se constituya como empresa, de modo que la actividad en cuestión no tiene una situación identificable e independiente de ese hogar o de la persona que la dirige y que por lo mismo tiende a concretarse en una muy pequeña escala de operación.   Disminuye desempleo y se estanca subocupación Según el Inegi, a nivel nacional, la tasa de desocupación (TD), la cual considera a la población que se encuentra sin trabajar, pero que está buscando trabajo, se ubicó en 3.4% de la Población Económicamente Activa (PEA) en febrero de este año, tasa menor que la de 3.5% registrada un mes antes, con series ajustadas por estacionalidad. Sin embargo, al considerar solamente el conjunto de 32 principales áreas urbanas del país, en donde el mercado de trabajo está más organizado y más demandado, la desocupación en este alcanzó una tasa del 4.1% de la PEA en el segundo mes de este año, mismo porcentaje al del mes inmediato anterior. En el mes de referencia, un 15.2% de los desocupados no contaba con estudios completos de secundaria, en tanto que los de mayor nivel de instrucción representaron al 84.8%. Las cifras para la situación de subocupación fueron de 31.8% y de 68.1%, respectivamente. Por otra parte, en febrero de este año muestra que la población subocupada, medida como aquella que declaró tener necesidad y disponibilidad para trabajar más horas representó 6.7% de la población ocupada, según cifras desestacionalizadas, misma tasa que la del mes previo.   Características de la población ocupada De acuerdo con el Inegi, del total de ocupados, el 68% opera como trabajador subordinado y remunerado ocupando una plaza o puesto de trabajo, 22.8% trabaja de manera independiente o por su cuenta sin contratar empleados, 4.7% son patrones o empleadores, y finalmente un 4.5% se desempeña en los negocios o en las parcelas familiares, contribuyendo de manera directa a los procesos productivos, pero sin un acuerdo de remuneración monetaria. La población ocupada por sector de actividad se distribuyó de la siguiente manera: en los servicios se concentró 42.3% del total, en el comercio 19.2%, en la industria manufacturera 16.5%, en las actividades agropecuarias 13%, en la construcción 7.7%, en “otras actividades económicas” (que incluyen la minería, electricidad, agua y suministro de gas) 0.7% y el restante 0.5% no especificó su actividad.