CIUDAD DE MÉXICO (apro).-  Al tocar el tema de Pemex por el caso de Odebrecht, el presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró que la instrucción es que no haya ningún acto de corrupción y acabar con este problema en la paraestatal y en todo el gobierno. “No queremos casos de Odebrecht desde luego. Fíjense el daño que causa una empresa de esa naturaleza: acabó con gobiernos, tiene en la cárcel a presidentes. No queremos que esas empresas actúen en el país, vamos a ser muy cuidadosos”, dijo al iniciar la conferencia, sin tener conocimiento del desenlace fatal del expresidente peruano Alan García que al momento de ser aprehendido acusado precisamente de corrupción decidió suicidarse. López Obrador dijo que para evitar este problema en la construcción de la refinería en Tabasco se convocó a cinco empresas serias y especializadas. “Si se abre y entra cualquier empresa y resulta que nos queda mal, como ha sido la costumbre, y no se termina la obra en tres años, ni siquiera en el sexenio y no cuesta ocho mil millones de dólares la refinería, sino 15 mil, se acaba todo nuestro prestigio, se fracasa”, manifestó. “Y entonces, imagínense la fiesta que harían, los brindis de los conservadores, de los fifís, diciendo: ‘Ya ven, ahí está la cuarta transformación, ahí está la honestidad’. Entonces, tenemos que cuidar eso”, advirtió el presidente.