Queda varada otra ballena gris en playa de Ensenada; es la segunda en menos de 15 días

miércoles, 17 de abril de 2019 · 19:36
ENSENADA, B.C. (apro).- El cadáver de otra ballena gris, de aproximadamente 10 metros de longitud, quedó varado en una playa de este municipio, siendo el segundo ejemplar de esa especie que en menos de 15 días encalla en la zona costera local. Luego de realizar un inventario del cetáceo, personal de la Zona Federal Marítima (Zofemar) y de la Procuraduría Federal de Protección del Ambiente (Profepa), junto con el grupo ambientalista Investigación y Conservación de Mamíferos Marinos de Ensenada (ICMME), sepultaron el cadáver --en avanzado estado de composición-- en la misma playa del encallamiento: La Misión, 44 kilómetros al norte de esta ciudad. El pasado domingo 7, otra ballena gris, de aproximadamente dos años de edad, murió en la Bahía Todos Santos y encalló en la Playa Municipal de Ensenada, lo que atrajo a cientos de curiosos que incluso se subieron al cuerpo del mamífero para tomar fotografías. Arnulfo Estrada Ramírez, oceanólogo por la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), exintegrante de la desaparecida Estación de Investigación Oceanográfica de la Secretaría de Marina (Semar) y cronista de Ensenada, reveló que el cuerpo de la joven ballena presentaba “una enorme e inusual cantidad de parásitos”, producto quizás del cambio climático mundial. El miércoles 10, Gisela Heckel, presidenta del grupo ICMME, reveló que la organización tiene un reporte de varamientos ocurridos en las playas arenosas de la Bahía de Ensenada entre 1996 y mayo del 2017. En ese plazo, detalló, contabilizaron 604 animales varados, de los cuales 415 eran lobos marinos, 57 focas de puerto, 32 delfines comunes, 17 delfines nariz de botella, 16 focas elefante y seis ballenas grises. A su vez, Guadalupe Gómez, vocal de Varamientos del grupo de ICMME, destacó que la causa de los encallamientos puede ser de dos tipos: naturales y antropogénicas. “La primera se debe a enfermedades, predadores y edad (animales viejos), y la segunda pueden ser cambios en las condiciones oceanográficas por eventos naturales, como florecimientos algales nocivos, anomalías como El Niño/Oscilación del Sur, en tanto que las causas antropogénicas se refieren a contaminación e interacciones con actividades costeras, como las pesquerías comerciales y el turismo”, dijo. Por su lado, el cronista mencionó que participó como investigador en el varamiento de tres ballenas azules –una de ellas de 19 metros-- en playas de la lengüeta arenosa Punta Banda, que se ubica en la bahía local. Estrada Ramírez precisó que en más de 60% de los casos, las focas y los lobos marinos murieron a causa de tiros de rifles y pistolas, y por golpes con objetos contundentes hechos por pescadores ribereños afectados por los pinnípedos (pie de aleta). “Estos mamíferos rompían las redes para alimentarse de los peces capturados por los pescadores. Por eso los sacrificaban y los cuerpos terminaban en las playas de la bahía. Afortunadamente, luego de una intensa campaña de concientización entre los hombres de mar, en la Semar logramos reducir este problema a prácticamente cero”, concluyó.

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