"Casi Transilvania": La obsesión por reflejarse

viernes, 19 de abril de 2019 · 10:56
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Todos queremos superar a la muerte, y la mejor forma de hacerlo es desde la creación. El cuerpo de desvanece, pero los nombres y sus legados merecerían perdurar. Casi Transilvania es una obra escrita y dirigida por la bajacaliforniana Bárbara Colio, producida por La Rama de Teatro y En Llamas Producciones. Es un espejo en el que el público no quiere verse reflejado por contar una verdad que está en todos, pero tan cruda que se vuelve terrorífica. Julia (Lumi Cavazos) y Hugo (Tomás Rojas) es una pareja exitosa. Ella es guionista y él director de cine. Trabajan una película en conjunto. Pero Hugo tiene muchos secretos: amoríos, fraudes y una enfermedad mortal que va a contra-reloj. La actriz de su cinta, por su parte (Sophie Alexander-Katz) hará lo que sea por avanzar en su carrera. Todos, y sus ganas de sobresalir,  confluyen en el café donde trabaja la joven Francisca (Martha Mega), quien lleva y trae bebidas mientras su vida está también en riesgo constante de terminar, y que ella lo tome con mejor manera. Los personajes no viven en el país de Drácula, pero casi. Su reflejo está por desvanecerse, y la desesperada lucha por dejar una huella va corriendo en cuenta regresiva. El escenario está poblado sólo por sillas distintas, y se llena con las potentísimas presencias del elenco. Se entienden los cambios de espacio por medio de proyecciones de sombras de un solo elemento. La gente en el escenario es humana: erra, sufre, es frágil. El deseo por crear, por ser aceptados, por ganarse su lugar en la historia es legítimo, lo único que le da sentido a sus frágiles vidas. Son cuasi-vampiros que chupan la sangre de los demás para tener un poco más de tiempo, sólo para terminar de labrar sus nombres en piedra. Es una pena que estas actuaciones maravillosas --que atrapan al espectador desde el principio-- se encuentren al servicio de un texto que va construyendo una trama que da sed, que invita a asomarse a este mundo, pero que poco se enrarece, hasta llegar  a un final de capas inconexas. El espectador va de la mano hasta que simplemente se le suelta y no le dejan nada a qué quedarse agarrado. El agradable sabor del planteamiento termina dejando al espectador sediento en un campo de dudas. Casi Transilvania se presenta los viernes a las 20:30 horas, sábados a las 18:30 y 20:30 horas, y domingos a las 17:30 y 19:30 horas, con temporada hasta el 9 de junio. En la Teatrería (Tabasco 152, Roma).

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