Al menos 473 integrantes de la comunidad LGBTTTI fueron asesinados en el sexenio de Peña

viernes, 17 de mayo de 2019 · 14:37
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Al menos 473 personas de la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Transgénero, Travesti e Intersexual (LGBTTTI) fueron asesinadas en el sexenio de Enrique Peña Nieto. De acuerdo con el informe “Violencia Extrema. Los asesinatos de personas LGBTTTI en México: los saldos del sexenio (2013-2018)”, esa cifra significa que en promedio 79 personas de esa comunidad son asesinadas al año en el país, es decir, 6.5 homicidios al mes. Elaborado por las organizaciones sociales Letra S Sida, Cultura y Vida Cotidiana A.C., el documento destaca que, pese a los avances alcanzados en el reconocimiento de los derechos de las personas LGBTTTI, los dos últimos años del sexenio anterior (2017 y 2018) fueron los más violentos, con un aumento de 30% en el número de homicidios en relación con el promedio de los años precedentes. No obstante, la cifra real es superior a la registrada, pues las notas periodísticas que se utilizaron para la realización del documento no reportan todos los casos de muertes violentas por homicidios en contra de las personas LGBTTTI. Personas trans, las más vulnerables Alaska, mujer trans, fue encontrada muerta el 25 de julio de 2018, a la orilla de un río en Martínez de la Torre, Veracruz. El cuerpo de la estilista de 25 años fue hallado semidesnudo, con huellas de tortura y un alambre de púas enredado en el cuello. Su caso quedó en el olvido, pues las autoridades no dieron con él o los victimarios. Las mujeres trans o personas trans con expresión femenina resultaron ser el grupo más expuesto a sufrir actos de violencia homicida, con 261 asesinatos, es decir, 55% del total de los que se registraron. Le siguieron los homosexuales, con 192 casos (40%), en tanto que nueve lesbianas fueron víctimas de feminicidio. Cinco hombres bisexuales también fueron ejecutados y se registró el feminicidio de una mujer bisexual o percibida como tal. Según el reporte, la edad promedio de las víctimas en general era de 34 años. En los casos de mujeres trans el promedio fue menor: 32 años, y el de hombres gay/homosexuales, de 37 años. De los asesinatos registrados en el sexenio anterior, 24 se cometieron contra personas defensoras o promotoras de los derechos LGBTTTI, nueve de ellas portadoras del VIH, y cuatro migrantes centroamericanas. En lo que va de 2019 las cifras no resultan más alentadoras, pues en el primer cuatrimestre del año se han registrado 28 asesinatos de personas LGBTTTI, de las cuales 16 eran mujeres trans, 11 hombres gay/homosexuales y un muxe (nombre que en la región zapoteca se da a hombres que asumen roles femeninos). La agrupación Letra S alertó que, de continuar esta tendencia, 2019 también registrará un número al alza en este tipo de homicidios. Crímenes de odio Letra S también detectó que el rasgo distintivo que caracteriza los homicidios de personas LGBTTTI es el ensañamiento con el que se cometen, pues al menos 22 de las víctimas sufrieron violencia sexual, y los cuerpos de al menos 60 aparecieron con “marcas de tortura”. Rodolfo era homosexual, ayudaba a sus padres en el negocio familiar de raspados y aguas frescas. Fue encontrado sin vida tras ser atacado con un picahielos que le perforó la garganta. Su cuerpo presentaba marcas de tortura. Los patrones de violencia, consigna el reporte, se dan en función de la identidad sexual y de género de las víctimas, debido a que mientras la mayoría de los cuerpos de los hombres gay/homosexuales fueron hallados en sus domicilios con múltiples heridas provocadas por objetos punzocortantes, o asfixiados, los cadáveres de las mujeres trans fueron abandonados en la vía pública o en lotes baldíos con heridas provocadas por armas de fuego y punzocortantes. Según la organización, seis de las mujeres lesbianas fueron ultimadas junto con su pareja o en presencia de ésta. En contraste, las líneas de investigación seguidas por las fiscalías y procuradurías estatales conceden poca relevancia a la orientación sexual y a la identidad de género de las víctimas, y en caso de tomarlas en cuenta lo hacen bajo prejuicios. Como resultado, sólo en 10% de los casos se menciona al crimen de odio como posible línea de investigación, mientras que el estereotipo de “crimen pasional”, que Letra S considera un término cargado de prejuicios, figura como la principal línea en 26.5% de los homicidios. Del total de crímenes, 24 de ellos atribuidos al crimen organizado, sólo 136 presuntos responsables fueron identificados, con un promedio de edad de 24 años, menor al de sus víctimas. Sólo 14 han recibido sentencia condenatoria, mientras que seis fueron liberados debido a fallas en el proceso cometidas por los agentes del Ministerio Público. La CDMX, ¿un refugio? Aunque muchas personas consideran a la Ciudad de México como una urbe amigable con las personas lesbianas, gay, bisexuales, travestis, transexuales y transgénero, por las políticas públicas impulsadas, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Nashieli Ramírez Hernández, indicó que de enero de 2012 a marzo de 2019 recibieron 194 quejas, con 370 menciones a derechos humanos vulnerados, doce de ellas actualmente en trámite. Entre las garantías más vulneradas, detalló, se encuentran la igualdad y la no discriminación, derechos de las víctimas por personas ofendidas, derecho a la seguridad jurídica y derechos a las personas privadas de la libertad, “lo que permite ver el piso de lo que está pasando en México alrededor de la homofobia y de la violencia contra este grupo de población”. La situación en el resto de los estados de la República es aún más alarmante: sólo en Veracruz se registraron al menos 43 asesinatos, seguido por Guerrero, con 39; Quintana Roo, 33; Estado de México, 30; Chihuahua, 28; Puebla, 27, y Tamaulipas, con 25. En total, estos siete estados concentran casi la mitad (47.5%) de los asesinatos cometidos entre 2013 y 2018, mientras que en la Ciudad de México se cometieron 19. Urgen implementar protocolos de investigación Ingrid, una estudiante de secundaria de 14 años, salió de su domicilio el 13 de noviembre de 2018 para visitar a la mujer con la que sostenía una relación sentimental, y luego desapareció. Fue encontrada un día después dentro de una maleta abandonada en las calles de la Unidad Habitacional Tlatelolco, con un impacto de bala en la cara. Melisa, la pareja de la adolescente, fue señalada como la principal sospechosa, pero meses después su cuerpo también fue encontrado sin vida. Ante esta situación, la organización Letra S destacó la urgencia de crear un Registro Nacional de Incidencia Delictiva en contra de las personas LGBTTTI, implementar el Protocolo de investigación en la materia y homologar el tipo penal de “crímenes de odio o por prejuicio” en los códigos penales en todo el país. En la actualidad sólo 12 entidades del país han reformado sus leyes para incluir tipos penales que agravan las penas de los delitos de homicidios cometidos por odio o discriminación en razón de la orientación sexual y/o la identidad de género de las víctimas, entre las que destacan la Ciudad de México, Baja California Sur, Coahuila, Colima, Guerrero, Michoacán y Veracruz, entre otras. Homofobia, Racismo y Xenofobia De acuerdo con Tania Esmeralda Rocha Sánchez, de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la homofobia, racismo y xenofobia son prejuicios e ideas preconcebidas sin fundamento, pues se construyen como una forma de protección y distanciamiento de las circunstancias que de alguna forma cuestionan algunos privilegios. “Al homosexual se le agrede porque su existencia confronta la de los demás”, destacó la especialista en materia de diversidad sexual y género. En el marco del Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, que se conmemora el 17 de mayo, Rocha Sánchez señaló que, si bien la Ciudad de México es considerada una urbe amigable con la comunidad LGBTTTI, de acuerdo con las estadísticas, hubo un incremento en el primer lugar de crímenes hacia la población trans. Aunque en distintas partes del mundo se ha avanzado en la lucha contra la homofobia, las personas siguen enfrentando altos niveles de violencia y desigualdad por su orientación sexual e identidad de género, abundó. Según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (Copred), más del 50% de la comunidad LGBTI en el país apela a la discriminación que vive. Y esto último queda claro con un dato contundente: 40% de los mexicanos no están dispuestos a vivir con alguien que sea de orientación sexual diferente. La investigadora lamentó esta situación de discriminación contra personas con preferencias, orientaciones e identidades sexuales o de género distintas a los parámetros culturales y sociales establecidos, y admitió que eso las coloca en una posición de desventaja que afecta el disfrute de sus derechos en igualdad de condiciones. La también colaboradora de la Organización de las Naciones Unidas en la búsqueda de datos e investigación sobre las distintas violencias y procesos de discriminación para la comunidad LGBTTTI, coincidió en que una de las características de los crímenes de odio es la saña con la que se cometen, en particular dentro de poblaciones como la trans, donde “existe este proceso de deshumanización por el grado de saña y cinismo, el tipo de heridas o laceraciones”. Además, subrayó, este tipo de asesinatos quedan “apalabrados” como pleitos entre varones, mientras que en el caso de las mujeres la principal dificultad es que sean reconocidos como feminicidios, y en ellos se sigue responsabilizando a las víctimas de estas acciones. “El hecho de ser lesbiana, bisexual o de tener cualquier otra expresión sexual es una razón más para cometer esos actos, pero no se reconoce que detrás de esto hay un proceso de lesbofobia”, sentenció Rocha Sánchez.  

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