CUERNAVACA, Mor. (proceso.com.mx).- Día de movilizaciones contrastantes en Cuernavaca, esta tarde se llevó a cabo la XV Marcha de la Diversidad Sexual en la capital morelense, con la exigencia, igual que hace quince años que se reconozcan sus derechos, ahora no el matrimonio igualitario, porque es ya una realidad, sino más bien el cambio de identidad de género. Pero no sólo eso, también el respeto a su sexualidad, a no ser discriminados y a combatir el odio que todavía se expresa a través de descalificaciones y con asesinatos. En el Congreso ya se encuentra una iniciativa de Ley de Identidad de Género, que propone la posibilidad de las personas a elegir el género con el que desean vivir. Ya hace algunos meses, Karla consiguió vía recurso judicial que le otorguen acta de nacimiento con su nueva identidad. Nació varón pero siempre se supo atrapada en un cuerpo que no era el suyo. Así que por la vía de la cirugía logró construirse su cuerpo como lo quería. Con mantas y banderas de todos los tamaños, los contingentes salieron de la Iglesia del Calvario y de ahí hasta el zócalo, acompañados de familias, de música, de baile. Esta más que una marcha, parece una fiesta multicolor, “pluricolor”, diría alguno de los participantes. El tema de este año es “un mundo diverso”, la coordinadora jurídica de la marcha, Tania Nava, dice que este año van caminando con las personas transgénero para lograr que se les reconozca jurídicamente. Obtener la identidad de género es “el reconocimiento a un derecho” que les permite continuar sus estudios, conseguir un empleo, heredar. La marcha también es acompañada por Alejandro Flores, diputada local presidenta de la Comisión de la Diversidad Sexual, quien asegura que está construyendo los consensos para lograr que se apruebe la iniciativa en el próximo periodo legislativo. En el zócalo, los manifestantes siguen la fiesta, con la compañía de Morgana, cantante trans y madrina de la marcha este 2019, para el baile de XV años, con chambelanes y todo. Lo paradójico es que por la mañana, además de un llamado a la paz, la marcha convocada por el obispo incluía algunas cartulinas de censura al matrimonio igualitario; por la tarde, el arcoiris apabulla al conservadurismo.