El petrograbado está intacto, no sabía que necesitaba permiso para usarlo: Mercedes Aquí

miércoles, 5 de junio de 2019 · 15:16
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Con una fotografía del petrograbado que utilizó para su pieza performática que tituló “Ancla”, la artista Mercedes Aquí, afirmó que no le causó daño a la pieza arqueológica, que no sabía que debía solicitar un permiso para usarla, que es naturalizada mexicana desde 1978 y acusó una campaña discriminatoria y xenófoba en su contra. La artista de origen argentino publicó un comunicado en su cuenta de Facebook en el que afirma que la pieza que se exhibe en “ha sido completamente descontextualizada”.
“Por hechos tergiversados, noticias falsas reproducidas en periódicos locales, prejuicio, desinformación y opiniones discriminatorias, estoy siendo atacada en el derecho de manifestarme libremente a través de los procesos artísticos con los que trabajo”, señaló tras afirmar que para realizar su pieza usó tinta vegetal para imprimir en su piel y que el petrograbado está “intacto”. “Usé tinte vegetal para imprimir en mi piel, y sí, hay una foto de un glúteo, cosa que aún hoy en día, parece haber escandalizado a un sector de la población que ha tomado mi acción como una falta de respeto al patrimonio”, subrayó.
Según ella, su obra habla sobre “la identidad, la memoria, el arraigo, el cuerpo, el territorio”.   Y respecto al acto de orinar sobre la pieza arqueológica, argumentó:
“Marcar el territorio con un líquido, usualmente se tribuye a los hombres, no a las mujeres. Exhibirlo de manera pública una aparente ‘meada’, ha provocado reacciones violentas. Si el artista es un agente activador de conciencia, es claro que hay una invitación a la reflexión. Por ello me parece excelente que se abra el debate, pero desde un panorama donde esté sobre la mesa toda la información”.
Mercedes Aquí, refirió también que se le ha acusado de ser “extranjera” lo que “es en sí una declaración xenófoba, como si haber nacido fuera de México y de Coahuila fuera ya de por si un delito”. Aclaró que es mexicana y que tiene documentos que así lo avalan.
“Radico en el país desde 1978. Adquirí la nacionalidad por naturalización desde al año 2008, según lo acredita el Acta A221515 Expedida por la Secretaría de Relaciones Exteriores, en términos de dispuesto en los Artículos 30, Apartado B, Fracción l de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Artículos 19 y 20, Fracción l, Inciso c de la Ley de Nacionalidad Vigente”.
Señaló que, si la controversia que ocasionó su trabajo deriva en que haya un mejor cuidado y salvaguarda de los petroglifos del estado, “me dará muchísimo gusto, ya que en mis exploraciones, he encontrado varios intervenidos directamente sobre la piedra con nombres, fechas, corazones y figuras fálicas”. La artista dijo entender que el INAH haya iniciado una investigación sobre su acción y afirmó que está en la mejor disposición de colaborar con la institución. Añadió que no estaba enterada de que se necesitaba un permiso y luego justificó:
“El Gavillero es un espacio abierto al público, donde libremente pasan personas y animales ya que no está cercado. Es decir que además de los humanos, pasan vacas, coyotes, caballos y otros animales (que orinan de vez en cuando). Por ello no pensé que fuera necesario un permiso. Me disculpo por ello y en lo sucesivo acudiré a solicitarlo”.
Finalizó:
“Me parece muy bien, hay que cuidar el patrimonio, y al mismo tiempo, entender que el territorio es de todos, independientemente del lugar de origen y que debe ser tratado con respeto. Estoy muy agradecida con esta región que me ha recibido en mil modos maravillosos. Tengo amigos entrañables y seguiré explorando el desierto, invitando a la reflexión. “Cierro con lo siguiente: Me acusan de dañar el patrimonio de la humanidad. ¿Han considerado que cada días, varias veces, orinamos sobre agua potable, que es el bien planetario más valioso que tenemos?”
 

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