CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En medio del endurecimiento de los controles en la frontera sur para cerrar el paso a las personas migrantes provenientes de Centroamérica, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador buscó hoy el respaldo de agencias de la ONU para “trabajar en un plan integral y coordinado” que atienda el incremento del número de personas que solicitan asilo en México. La Cancillería organizó una reunión con representantes de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), donde se abordó “el desafío que supone el desplazamiento desde la zona de una manera efectiva y sostenible”. “Se coincidió en que todas las personas que huyen de situaciones de violencia y de persecución deben tener acceso a un territorio seguro, al debido proceso y a procedimiento de refugio; así como reforzar a la COMAR para hacer frente al aumento en las solicitudes de la condición de refugio”, planteó un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). El boletín informa que la propuesta se enfocó en un “trabajo coordinado en Centroamérica”, sin hacer mención alguna a Estados Unidos, a pesar de los cientos de miles de personas que huyen de Centroamérica emprenden el viaje con la intención de pedir refugio en Estados Unidos. El gobierno de México se comprometió ante el presidente estadunidense Donald Trump a reducir “significativamente” el paso de migrantes por su territorio en 45 días, so pena de que Washington imponga a México un acuerdo de Tercer País Seguro. Además, aceptó que el gobierno de Trump extienda el programa “Quédate en México”, que en los hechos se equipara a una versión limitada de Tercer País Seguro: desde enero pasado, las autoridades estadunidenses devolvieron a más de 10 mil solicitantes de asilo extranjeros de este lado de la frontera, donde aguardan que termine su juicio migratorio.