Mueren migrante salvadoreño y su bebé al intentar cruzar a EU; repatriarlos cuesta 7 mil 500 dólares

martes, 25 de junio de 2019 · 20:38
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Un inmigrante salvadoreño y su pequeña hija murieron ahogados en el río Bravo en Matamoros, Tamaulipas, al intentar cruzar hacia Estados Unidos. Óscar Alberto Martínez Ramírez, de 25 años, y su hija Valeria de casi dos, fallecieron el pasado domingo 23 de junio en el intento de buscar el sueño americano. La imagen de ambos se viralizó y desató muestras de conmoción y dolor en redes sociales. Tania Vanessa Ávalos, de 21 años, esposa de Óscar y madre de Valeria, logró sobrevivir, pero vio cómo su familia fue arrastrada por la corriente. La historia de padre e hija son representativas del drama de la migración centroamericana que atraviesa México para llegar a Estados Unidos, en el contexto de una fuerte presión del gobierno de Donald Trump para frenarla. [caption id="attachment_589767" align="alignnone" width="1200"]Las imágenes causaron conmoción en redes sociales. Foto: AP / Julia Le Duc Las imágenes causaron conmoción en redes sociales. Foto: AP / Julia Le Duc[/caption] De acuerdo con la historia publicada por el rotativo salvadoreño El Diario de Hoy, la familia decidió dejar su residencia en el municipio de San Martín, al oriente de la capital San Salvador, para emigrar a la Unión Americana. Óscar Alberto dejó su trabajo en una pizzería. Tania ya había dejado su empleo de cajera en un restaurante de comida china, para dedicarse a cuidar a su bebé. Su intención de emigrar estaba fuertemente motivada por el deseo de darle a su hija un futuro mejor, según relataron familiares a El Diario de Hoy. Ese medio detalló que, por dos meses, la joven pareja estuvo en un albergue para inmigrantes en la ciudad de Tapachula. Solicitaron refugio en México, país que les extendió una visa para mientras resolvían la petición. Sin embargo, al ver que el trámite demoraba demasiado, Óscar Alberto y Tania se impacientaron, además de que les preocupó cómo se estaba incrementando la presión de Trump sobre el gobierno del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador para frenar a los migrantes. Por eso decidieron cruzar el río. El domingo a la 1:38 de la tarde, hora en El Salvador, Óscar Alberto se conectó por Facebook y le dijo a su hermana que se pensaban entregar a migración una vez que cruzaran el río Bravo por el lado de Matamoros. Sin embargo, relata el diario, tres horas después Tania llamó a la mamá de Óscar Antonio para comunicarle la tragedia. “No se vaya a poner mal, pero Óscar se me murió; Óscar y la niña se me ahogaron”, le dijo entre llantos y luego se cortó la llamada. [caption id="attachment_589769" align="alignnone" width="1200"]En una imagen del domingo, Tania Vanessa Ávalos indica a autoridades mexicanas que su esposo y su hija de casi dos años fueron arrastrados por la corriente en Matamoros, México, mientras intentaban cruzar el Río Bravo para Brownsville, Texas. Foto: AP / Julia Le Duc En una imagen del domingo, Tania Vanessa Ávalos indica a autoridades mexicanas que su esposo y su hija de casi dos años fueron arrastrados por la corriente en Matamoros, México, mientras intentaban cruzar el Río Bravo para Brownsville, Texas. Foto: AP / Julia Le Duc[/caption] De acuerdo con la reconstrucción de los hechos, la familia se animó a cruzar el río al verlo apacible. Óscar Alberto se colocó a la bebé entre su pecho y la camisa, a la vez que la sujetaba con las manos. Sin embargo, de repente comenzaron a sentir que el río tenía corrientes muy fuertes. De repente Oscar Alberto sintió que había perdido a la bebé y se generó una confusión. Angustiado, el joven decidió sumergirse en el río para buscar a Valeria. Tania y otro salvadoreño que los acompañaban ya no los vieron más. Entonces buscaron el apoyo de las autoridades mexicanas. Los cuerpos del papá y su bebé fueron localizados el lunes por la mañana, aproximadamente a dos kilómetros del lugar donde desaparecieron. Según relata El Diario de Hoy, Tania y su compatriota continuaban en un albergue para migrantes, en Matamoros. Y ahora enfrentan una nueva angustia: el costo de repatriar los cadáveres ascendería a unos 7 mil 500 dólares. Y el trámite tardaría entre 15 días y un mes, dependiendo del tiempo que tarden en reunir esos recursos.

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