WASHINGTON (apro).- El gobierno de Estados Unidos anunció que, gracias en parte a la labor del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en junio pasado disminuyó 28% el número de aprehensiones de inmigrantes indocumentados en su frontera sur, respecto del mes anterior. Según el Departamento de Seguridad Interior (DHS, por sus siglas en inglés), en la franja limítrofe con México fueron detenidos 104 mil 344 inmigrantes indocumentados, frente a los 144 mil 278 capturados en mayo de este año. “La baja de aprehensiones de mayo a junio de este año rebasa a la reducción del año pasado por 11%”, subrayó el DHS en un comunicado de prensa. La notificación de la caída en el número de arrestos de indocumentados en la frontera sur de Estados Unidos es un alivio para México, referente al acuerdo migratorio firmado en Washington el pasado 7 de junio y sujeto a revisión en 45 días. Y es que antes de suscribir dicho acuerdo, Donald Trump amenazó al gobierno de López Obrador con imponer aranceles a todas las exportaciones mexicanas si no contenía el flujo de inmigrantes indocumentados procedentes de América Central. Bajo ese compromiso, el gobierno mexicano utilizó a la recién creada Guardia Nacional para detener a los centroamericanos en la frontera con Guatemala, en su intento por llegar a Estados Unidos para solicitar asilo por razones económicas, humanitarias y de seguridad, entre otras. Amén de militarizar la frontera con el país centroamericano, y también la del norte, en el acuerdo del 7 de junio México se comprometió igualmente a recibir y mantener en el país a miles de inmigrantes que ya presentaron su pedido de asilo ante el gobierno de Trump, durante el tiempo que tarde en solucionarse su caso, que pueden ser meses o años. El acuerdo está condicionado por Trump a una revisión, días después de su entrada en vigor, para –con base en los resultados-- determinar si impondrá aranceles o no a las exportaciones mexicanas. La semana pasada el mandatario estadunidense adelantó que, por los números a la baja en las detenciones de inmigrantes indocumentados en la frontera sur de su país, y gracias a la labor antimigratoria de México, “por ahora” la imposición de aranceles quedaba prácticamente eliminada. “La reducción en aprehensiones toma en cuenta la baja en todos los índices demográficos, incluyendo a los menores no acompañados, familias, adultos solteros y migrantes de países del Triángulo Norte (El Salvadora, Guatemala y Honduras), en particular de los que vienen de Guatemala”, estableció el DHS. El decremento en la captura de los migrantes fue aprovechado por el gobierno de Trump para sostener que esto les permitirá contar con más recursos y personal para atender a los miles de indocumentados hacinados y carentes de servicios médicos y sanitarios adecuados, en los centros de retención migratoria en estados fronterizos. “Estamos trabajando con el gobierno de México para ampliar los protocoles de protección a migrantes, que permitirá a Estados Unidos proveer asistencia legítima más efectiva a los solicitantes de asilo y a individuos que huyen de la persecución y excluir a migrantes que con méritos y reclamos falsos hacen el peregrinaje. Y desde que el gobierno alcanzó un nuevo acuerdo con México hemos visto un incremento sustancial en el número de interdicciones en la frontera sur mexicana”, enfatizó el gobierno de Trump en el comunicado del DHS. Pese a la baja en las estadísticas de detenciones de inmigrantes indocumentados en la frontera sur, el gobierno de Estados Unidos reiteró que siguen confrontando “una crisis de seguridad y humanitaria” debido al flujo de personas que buscan llegar a su territorio. En términos estadísticos, el DHS apuntó que de enero a finales de junio de este año los agentes de la Patrulla Fronteriza detuvieron a 688 mil 375 personas en la frontera sur, un incremento de 144% respecto de las capturas logradas en el mismo periodo de tiempo, pero de 2018.