CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La nueva medida de la administración de Donald Trump que niega el derecho a pedir asilo en Estados Unidos a la mayor parte de las personas que atravesaron México es “inviable, inhumana e ilegal”, y obliga las personas a solicitar protección en México o en Guatemala, donde se encuentran expuestos a la violencia y la inseguridad, condenó hoy la Oficina de Washington para América Latina (WOLA). “A pesar de que cada vez más personas deciden pedir asilo a México, muchos migrantes no se sienten seguros en ese país, incluso algunos pudieron ser víctimas de delitos serios como secuestros u hostigamiento sexual”, repudió Maureen Meyer, la directora de WOLA por México. De acuerdo con la organización, el sistema mexicano de protección internacional –la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR)—ya se encuentra en un “punto de quiebre” ante el incremento drástico del número de solicitudes de asilo, y la medida de Trump podría hacer que México “enfrente la tarea inmanejable de instalar adecuadamente a decenas de miles de solicitantes de asilo en su territorio”. WOLA se sumó al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el cual denunció ayer que la medida “restringe excesivamente el derecho a solicitar asilo, amenaza el derecho a la protección contra la devolución, aumenta significativamente la carga de la prueba para los solicitantes de asilo (…) y no está en línea con las obligaciones internacionales”. La nueva medida antiinmigrante elaborada por los departamentos de Seguridad Interna (DHS) y de Justicia (DOJ) de Estados Unidos entró en vigor hoy; con ella, las personas no mexicanas que entren a ese país por la frontera sur sin haber pedido refugio al menos en México, no podrán presentar una solicitud de asilo. En otras palabras: el gobierno de Estados Unidos obliga a las decenas de miles de personas centroamericanas a pedir asilo en México en lugar de Estados Unidos, y recibiría su solicitud –sin la menor garantía de otorgarles el estatus– sólo en el caso de que México les haya negado la protección internacional. Según WOLA, “esta regla no toma en cuenta la dura realidad que impera en el terreno en México y Guatemala, los dos países por los cuales los solicitantes de asilo pasan en su camino hacia Estados Unidos (…) devolver migrantes y solicitantes de asilo de la frontera de Estados Unidos hacia Guatemala bajo la teoría de que apliquen y reciban protección ahí, y luego que vivan de manera segura ahí, va más allá de lo inverosímil”. Recordó que Guatemala recibió 172 solicitudes de asilo en los primeros cinco meses del año, y que enfrenta “serios retos de violencia, inseguridad e inestabilidad política”. “De hecho, en meses recientes, el mayor número de solicitantes de asilo detenidos en Estados Unidos ha sido de guatemaltecos”, subrayó.