Tributo sinfónico a la líder de The Cranberries

viernes, 19 de julio de 2019 · 18:40
Dolores O’Riordan, la espigada vocalista del conjunto irlandés The Cranberries, fue hallada muerta en la tina de su cuarto en un hotel londinense el 15 de enero de 2018. Desde entonces, el maestro venezolano Luis Enrique Ibarra preparó su homenaje sinfónico que presentará este viernes 19 en la sala Silvestre Revueltas del Conjunto Ollin Yoliztli,­ al frente de la Orquesta Filarmónica de Rock (Ofirock), como parte de la Orquesta Filarmónica Communitatis, que él mismo fundó en 2016 en México. CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Bajo la batuta del pedagogo y pianista venezolano Luis Enrique Ibarra, nacido en Puerto Cabello, la memoria y legado de Dolores O’Riordan (Ballybricken, Irlanda, septiembre 6 de 1971-Londres, enero 15 de 2018) latirán en un concierto documental, con la interpretación en versión sinfónica y vocal de los más destacados temas de la cantautora líder de The Cranberries. Ibarra conducirá en el recital a la Orquesta Filarmónica de Rock (Ofirock), pionera en dar difusión a este importante género de la música, como parte integral de Orquesta Filarmónica Communitatis (Oficom) que fundó aquí hacia 2016, una asociación de músicos y promotores culturales comprometidos socialmente. Debutaron en conciertos (siempre gratuitos) por septiembre de 2017 en el Foro Cultural Chapultepec, logrando el respeto de la crítica musical y el público mexicano. “En Oficom sabemos que es posible cerrar las brechas sociales y acercar a las personas más humildes con las más privilegiadas alrededor de un propósito común. Existen muchas personas, fundaciones y empresas que tienen la motivación para emplear las herramientas en dicha integración”, dice el director orquestal. Ibarra se formó al igual que su destacado colega Gustavo Dudamel (Barquisimeto, 1981) en el seno del Sistema Nacional de Orquestas (“El Sistema”), creado por el compatriota de ambos maestro José Antonio Abreu Anselmi (1938-2018), con la Orquesta Nacional Juvenil de Venezuela. “Concluí mi carrera en el Pedagógico de Caracas. Luego me tocó dirigir orquestas como la Juvenil de Bahía en Brasil y buena franja de Italia, donde dirijo una orquesta y coros de carácter internacional.” Reconocido por su experiencia en la conformación de orquestas de niños y jóvenes, Ibarra fue buscado en nuestro país para realizar asesorías y seminarios a nivel nacional e internacional. En 2015 comenzó en Tlaxcala la Orquesta Filarmónica Tlaxcallan e inmediatamente después en Guadalajara, Mexicali, Chiapas y la Ciudad de México, donde creó la Orquesta Filarmónica Communitatis (Oficom) –afiliada a Siman Orchestral Foundations y apoyos de RM Music–, donde convergen tres propuestas distintas como lo son la Orquesta Filarmónica Communitatis, la Latin American Pops Orchestra y ahora, la propia Ofirock. “En México pasa algo muy interesante porque hay bastantes proyectos comunitarios y no sólo en la capital del país. He conseguido niveles muy altos en los niños no nada más musicalmente, también de compromiso social por sus maestros, familias y empresas. Mi experiencia en ‘El Sistema’ de Venezuela y en Italia ha fructificado en México a través de nuevas invitaciones como la que nos llevó a la Orquesta Filarmónica Chiapaneca con músicos de ocho a 15 años, a la Iglesia de St. Peters en Nueva York.” El trabajo de Luis Ibarra está ligado al proyecto educativo y artístico infantil del promotor Eduardo Barajas y la bailarina de Teatro Frederick, Fernanda Parra, llamado Arte Obrera (Aro) de la Colonia Obrera, organizadores del tributo a The Cranberries y su cantante estelar. Partida con Dolores La Oficom está ligada al mundo clásico y la élite. “Pero como yo estoy todo el tiempo con la música de los chicos y velo por los intereses de los jóvenes, fundamos la Ofirock que como tal es la única dedicada de forma permanente a este género en México. Hay varias experiencias, por supuesto, de orquestas haciendo tributos sinfónicos a Los Beatles, Queen, AC/DC, The Doors, Pink Floyd, en fin. Pero son grupos o bandas de rock acompañados de una orquesta sinfónica y viceversa. “Nosotros tratamos de buscar personalidad y sonidos propios. Para ello debimos suprimir algunos instrumentos de la orquesta sinfónica como el oboe, el clarinete y el fagot, mantuvimos la flauta y las maderas, dando cabida a cuatro voces con saxofones, trompeta y trombón; digamos que nuestra filarmónica es electroacústica, con todo lo anterior sumado al piano, la batería, el bajo y la guitarra eléctrica.” –¿Por qué hacerle un tributo a Dolores O’Riordan? –Será el primer homenaje sinfónico a una mujer músico de rock. Cuando nos enteramos de su misterioso fallecimiento, de inmediato la incluimos en nuestro programa de bandas clásicas de rock, porque obviamente nos dimos cuenta que The Cranberries ya no iba a ser lo mismo sin ella. “Vamos a hacer un recorrido por su trayectoria e incluso de los temas que ella compuso. Será un espectáculo porque iremos más allá del típico recital de orquesta sinfónica puramente de tocar una pieza, oír el aplauso y seguir con otra, estamos ya entendiendo nuestro camino en este tributo a Dolores como un show, rindiéndole al público nuevas cosas.” Los 34 elementos de la Ofirock, “cuyas edades fluctúan entre los 19 hasta los 30, 35 años”, incluyen el área vocal “de cantante masculina y femenina” para que el repertorio pueda ser cantado “como la gente lo espera”. Las piezas que se interpretarán son: “Oda a mi familia”, “Sueños”, “Cuando te vayas”, “Zombie”, “Sólo es mi imaginación”, “Promesas”, “Libre para decidir”, “Tú y yo”, “Linger”, “Salvación”, “Instinto animal”, “Soñando mis sueños”, “La gloria” y “Yo siempre…”. The Cranberries comenzó en la región de Limerick, Irlanda, durante 1989 bajo el nombre de The Cranberry Saw Us (“Vistos por el arándano”), denominación cambiada más tarde por la vocalista Dolores O’Riordan cuando entró a formar parte del grupo. Se popularizaron en la década de los noventas con el álbum debut Everybody Else Is Doing It, ¿So Why Can’t We? (1992) vendiendo más de 5 millones de copias sólo en Estados Unidos. Fueron uno de los grupos de rock más exitosos de fin de siglo, colocando entre los 20 más vendidos del Billboard los discos No Need to Argue (1994), To the Faithful Departed (1996) y Bury the Hatchet (1999). Entre 2007 y 2009 lanzó dos CD solista. Abusada de pequeña, sufría fuertes molestias en la espalda y frecuentes cambios de humor bipolar. Millones de fans en el mundo entero amanecieron sorprendidos por la noticia de que Dolores Mary Eileen O’Riordan (su nombre completo) fue encontrada ahogada en la tina de un hotel de Londres, donde se hallaba grabando un disco, el 15 de enero de 2018. Su estilo era fácilmente reconocible debido a giros vocales de hipitos y cadencias mezzosoprano tipo Shakira celta, y un gusto inclinado hacia el folk rock de su isla católica. Sus presentaciones en nuestro país fueron delirantes. Finalmente, el pasado mes de abril apareció un álbum póstumo con The Cranberries: In The End. “En su momento fue una banda muy conocida que tuvo muchos seguidores y en el caso de Dolores era una cantante singular, muy carismática, así que decidimos honrar su memoria y su legado pensando en ofrecer este concierto cuando se cumplía un año de su desaparición; pero por cuestiones técnicas no pudimos llevarlo a cabo en enero pasado. Cualquier orquesta quisiera presentar su tributo en una sala como la Silvestre Revueltas y estamos felices de llevar este recital en formato sinfónico con el repertorio más conocido de Dolores O’Riordan y The Cranberries”, concluye Luis Ibarra. La cita es en la sala Silvestre Revueltas, del Centro Cultural Ollin Yoliztli, el viernes 19 a las 20:00 horas. Este texto se publicó el 14 de julio de 2019 en la edición 2228 de la revista Proceso

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