México asumirá los riesgos de participar en Consejo de Seguridad: De la Fuente

miércoles, 24 de julio de 2019 · 11:51

NUEVA YORK, EU. (apro). - Juan Ramón de la Fuente, representante nacional permanente ante la ONU, afirmó que México tendrá un mayor margen de maniobra diplomática ante Estados Unidos si participa en el Consejo de Seguridad de la ONU.

En entrevista con Proceso, De la Fuente ofreció sus argumentos a favor de la participación de México para el bienio 2021-2022 en el Consejo, organismo para el cual el gobierno mexicano confirmó su candidatura sin oposición como parte del Grupo de Países de América Latina y el Caribe (Grulac).

Al contrario de lo que opinan algunos críticos de la decisión de México de integrarse al organismo de mayor poder ejecutivo de la diplomacia mundial, De la Fuente consideró que los riesgos diplomáticos para este país de hecho disminuyen si forma parte del Consejo de Seguridad.

La coyuntura dista de ser ideal. El andamiaje internacional creado luego de la Segunda Guerra Mundial se encuentra más débil que nunca, y ya no resulta tan clara la hegemonía absoluta de Estados Unidos en el plano internacional.

En su más reciente discurso ante el plenario de la Asamblea General de la ONU, en septiembre pasado, el secretario general, Antonio Guterres, alertó que “el multilateralismo está bajo fuego precisamente cuando más lo necesitamos”.

Guterres advirtió que la multipolaridad a la que avanza el mundo no sería capaz de garantizar la paz, tal como hace un siglo los equilibrios de poder fueron incapaces de impedir una guerra en Europa.

En ese marco sucederá la participación de México en el Consejo de Seguridad, conformado por 15 miembros, 10 de los cuales son no permanentes y cinco permanentes que tienen derecho de veto: China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia.

--¿Considera que el multilateralismo está en crisis? ¿Representa el actual gobierno de Estados Unidos la amenaza principal para el sistema multilateral?, se le pregunta a De la Fuente.

--Creo que el multilateralismo enfrenta problemas, pero no pienso que esté en crisis. Por el contrario, me parece que hoy el multilateralismo es particularmente pertinente porque vivimos en un mundo globalizado, en un mundo multidimensional.

“La única forma que encuentro razonable de abordar muchos de estos problemas globales y multidimensionales es a través de un sistema multilateral, y de eso se trata justamente el sistema de la ONU, desde su origen”.

Sostiene que el multilateralismo tiene “cualidades que no tiene en este momento ningún otro sistema”: enorme legitimidad, mayor capacidad de convocatoria, gran autoridad a las acciones colectivas y una perspectiva universal en el análisis y la solución de los problemas.

“Entonces cuando alguien me dice que el multilateralismo está en crisis yo le digo: 'perdón yo creo que no'”, señala.

Comenta que eso no quiere decir que no tenga problemas, pero pide poner éstos en perspectiva: “¿Dónde ha fallado, y qué es quizá el origen de buena parte de las críticas que hay contra el multilateralismo? Por ejemplo, creo que no ha podido dar algunas respuestas contundentes ante fenómenos que nos preocupan a todos porque nos conciernen a todos, como el terrorismo”.

“¿Contra qué no ha podido tampoco ser convincente? Contra las reiteradas acciones que violan derechos humanos en diversas partes del mundo. Denunciarlas no ha sido suficiente, hasta ahora el multilateralismo es una plataforma de denuncias que ayuda. Es una acción necesaria pero no suficiente. Ha habido casos muy específicos donde se esperaba que el multilateralismo hubiera podido tener mayor eficacia. ¿Cómo cuáles? Siria, Ucrania, Irán, Corea del Norte”.

Considera que, sin perder objetividad, “tenemos que aprender de lecciones recientes donde el multilateralismo no ha logrado dar las respuestas que el mundo necesita o que las partes involucradas esperaban, pero de todas maneras el balance sigue siendo muy positivo”.

--Estados Unidos se retiró de manera unilateral del acuerdo sobre el programa nuclear sobre Irán y del Acuerdo de París sobre Cambio Climático, ¿no considera que eso vulnera los mecanismos multilaterales?

--Sin duda los vulnera y es parte de lo que ahora está moviendo a que haya una reorganización al interior de las Naciones Unidas para fortalecer el multilateralismo. Está la propuesta de la Alianza por el Multilateralismo, que impulsan Francia y Alemania, y a la que han invitado entre los 12 países iniciales a México.

“Por supuesto hemos dicho que cuentan con nosotros, porque México desde el inicio ha sido un país que ha cuidado del multilateralismo.

Frente a este tipo de acciones en contra del multilateralismo que tienen repercusiones, y que sí pesan, lo que vemos son reacciones como éstas, que me parecen que muestran la vitalidad y la convicción de muchos países de que sigue ésta siendo una vía que no puede aniquilarse a pesar de que estemos padeciendo las consecuencias de acciones unilaterales de las potencias.

“País confiable”

--¿La aportación de México en el Consejo de Seguridad apuntaría entonces a fortalecer los esquemas multilaterales, y probablemente a aliarse de manera más sólida con el bloque europeo?

--Con todos los países que creen en el multilateralismo. Yo creo que hay un buen número de países de América Latina, y desde luego el bloque europeo (que creen en el multilateralismo). Los países africanos los veo en su mayoría a favor, y algunos países asiáticos, donde quizá hay un poco de división. En el mundo árabe hay también un poco de todo.

“Pero lo que se ha percibido dentro del sistema de Naciones Unidas es que, haciendo una estimación general, hay una mayoría de Estados que están a favor del multilateralismo, y si partimos del principios de que todos los Estados son iguales, que es principio básico del propio multilateralismo entonces tenemos la posibilidad de que en la medida en que el Consejo de Seguridad tenga una mayor y mejor relación con la Asamblea General, que es el organismo más democrático, se puede ejercer mayor influencia en la toma de decisiones del propio Consejo.

“De manera que veo que hay potencial bueno para que México en el Consejo le dé continuidad a algo que no debemos de subestimar. Las aportaciones que ha hecho México en el Consejo de Seguridad no son menores”, afirma.

Expone algunos ejemplos: En 1946 Luis Padilla denunció el fascismo con vehemencia; en 1980, Porfirio Muñoz Ledo se pronunció a favor de la descolonización de África y en contra del apartheid; en 2003 Adolfo Aguilar Zínser expuso con claridad la tesis de que no si no había evidencia de armas de destrucción masiva no se justificaba la guerra en Irak; y en una etapa reciente (2007-2011), Claude Heller participó en el programa de reordenamiento nuclear de Irán.

“Si hacemos un recuento de las grandes aportaciones de México en el Consejo no han sido menores, y creo que ahora podemos retomar con base en lo que hicimos en el pasado un mensaje de gran valor para México, que es decirle al mundo que México es un socio confiable en Consejo de Seguridad. Somos un país confiable, y ahí están nuestros antecedentes y las aportaciones que hemos hecho.

“Entiendo que habrá quienes piensen que no es una buena idea que México esté en el Consejo. Es un debate de muchos años.

Creo que ha ganado fuerza en estos últimos años, precisamente por las aportaciones de estas tres últimas etapas del Consejo de Seguridad, de Muñoz Ledo en los ochenta, de Aguilar Zínser y de Heller después en este siglo. Los argumentos de que es mejor que México participe en este cuerpo colegiado. Han ganado autoridad, y no creo que les falte evidencia”.

--¿No habría en este momento mayor riesgo por las actitudes del presidente de Estados Unidos de amenazar abiertamente a México si no hace A, B o C en la relación bilateral, como hemos notado… no hay riesgo de que una situación así pudiera suceder en el Consejo de Seguridad?

-- Riesgos sí hay. Y ese riesgo va a existir, aunque no estemos en el Consejo de Seguridad. Lo estamos viendo todos los días. Nos subieron los aranceles del aluminio y del jitomate. Acaban de lograr que el embajador del Reino Unido en Estados Unidos presentara su renuncia.

“El riesgo ahí está. El riesgo no va a aumentar porque estemos o no en el Consejo, lo que sí va a cambiar es la posibilidad de maniobra de México, y esa posibilidad de maniobra aumenta estando en el Consejo y disminuye no estando en el Consejo.

“Me parece que los riesgos ahí están y ahí van a estar, y tenemos que lidiar con ellos de la mejor manera posible, y si el Consejo nos da más opciones, me parece que esto es bueno para México, y este es el argumento con el que el gobierno del presidente López Obrador y la Cancillería han tomado en consideración para decir: 'vamos adelante'.

--Pareciera paradójico que México entre en el Consejo de Seguridad con un gobierno que está tan concentrado en las cuestiones domésticas. ¿Cuáles fueron los argumentos que emplearon usted o los diplomáticos a favor de la participación de México en el Consejo para que este gobierno decidiera participar en este organismo?

“Hilar fino”

--Puede parecer paradójico, pero no lo es. Desde que el presidente me invitó a esta responsabilidad tenía claro que México tendría que definir en los primeros meses del año si participaría o no en la elección del Consejo para el 2021-2022

“Es algo que tuve oportunidad de hablarlo tanto con el presidente como con el canciller, y los argumentos que prevalecieron fueron positivos.

Ahora, yo no veo la contradicción si revisas los principios de política exterior de México. Veamos si hay alguna contradicción entre la participación en el Consejo de Seguridad, y nuestro marco constitucional. Los elementos fundamentales de nuestra política exterior de acuerdo con la Constitución son uno: la autodeterminación. No hay absolutamente ninguna contradicción entre el respeto a la autodeterminación y la participación en el Consejo de Seguridad.

“La proscripción del uso de la fuerza… esa es la razón de ser de Naciones Unidas, el origen. Una parte esencial de la Carta de la ONU es precisamente eso: proscribir el uso de la fuerza luego de la Segunda Guerra Mundial y para encontrar, tercer elemento de nuestra Constitución, solución pacífica a los problemas. Es principio constitucional, y principio de Naciones Unidas.

“Igualdad jurídica de los Estados. ¿Por qué si creemos en nuestra Constitución en la igualdad jurídica de los Estados no vamos a participar en proceso de selección de los Estados, que cada dos años renuevan y enriquecen el Consejo de Seguridad?

“Acabamos de votar a favor de San Vicente y Granadinas (para participar en el Consejo de Seguridad por el Grulac en el bienio 2020-2021) porque creemos en la igualdad jurídica de los Estados. Lo dice nuestra Constitución, y eso lo llevamos a la práctica. También en la promoción de los derechos humanos.

“Entonces, si uno analiza los principios constitucionales y la razón de Naciones Unidas, y las tareas que desempeña el Consejo de Seguridad de la ONU yo no encuentro contradicción.  Habrá muchas situaciones en que, como dicen, habrá que hilar fino para no enredarse, pero hay un buen equipo de diplomáticos que estarán reforzando a la Misión de México, y seguramente se configurará también un equipo espejo en la Cancillería que nos permitirá estar en continua interacción, y contendiendo con estos posibles y probables escenarios complejos.

“La diplomacia mexicana, la fortaleza del país y los principios constitucionales que rigen nuestra política exterior nos dan la fortaleza para afrontar el reto exitosamente como me parece que ha sido el caso de la experiencia pasada.

Los hechos creo que le dan la razón a la decisión que se ha tomado, y reitero el punto de tu pregunta, que es fundamental: ¿aumentan los riesgos para México al estar en el Consejo de Seguridad? No hay ninguna evidencia que lo muestra. Lo que sí hay es mucha evidencia de que los riesgos siguen estando ahí, independientemente de lo que hagamos”.

--¿Cuál es el margen de maniobra real que tienen en el Consejo los miembros no permanentes? Y, aunque aún es temprano, ¿ya tiene México algunos temas generales que le interese impulsar durante su participación?

--Los problemas que tienen los miembros no permanentes siguen siendo los mismos desde hace tiempo, y México en ese sentido tiene una posición. El tema más controvertido es el veto de los cinco miembros permanentes.

“México y Francia, uno de los miembros permanentes, han propuesto una alternativa que estamos ya desde ahora empezando a reactivar, y que han suscrito más de 100 países. La iniciativa franco-mexicana hace frente a los problemas de atrocidades masivas que se derivan de los crímenes de guerra, genocidio y crímenes de lesa humanidad. Esas tres categorías conforman lo que se conocen como circunstancias de atrocidades masivas.

El planteamiento de la iniciativa franco-mexicana es que ante circunstancias de esa naturaleza los países con derecho a veto voluntariamente no lo ejerzan, el compromiso es que si hay una circunstancia de atrocidad no se ejerza el veto ante una decisión que pudieran en un momento dado evitar que se cometa una atrocidad masiva.

“El planteamiento ha merecido el respaldo de 101 países. Recientemente, el embajador francés y un servidor acabamos de hacer una invitación a los países que no han suscrito esta iniciativa a que lo hagan. Es uno de los primeros pasos que estamos dando en preparación para lo que eventualmente venga en caso de que seamos electos.

“Y estamos empezando desde luego a identificar cuáles son los temas en que México tendría que tener particularmente afinada una propuesta para llegar al Consejo de Seguridad como lo haremos en su momento, un plan de trabajo. Ahora no lo tenemos concluido, obviamente, pero tenemos tiempo.

“Nos vamos a preparar muy bien porque además en los últimos años se ha establecido lo que ha sido una muy buena práctica, y es que los países que aspiran a estar en el Consejo hacen una presentación pública de sus propuestas y planes de trabajo, lo que permite una buena interacción.

“Desde luego, algo que también puedo anticipar, y que tenemos muy presente como un compromiso que hicimos con el Grupo de América Latina y el Caribe es que, aunque no vas con una representación regional hay que tener mucha sensibilidad hacia los temas de la región.

“Así que por ahí van a ir afinándose nuestras prioridades más las que por supuesto, en un momento dado, es probable que no se resuelvan de aquí al 2021, y las que se agreguen.

“La agenda va a estar complicada, pero va a ser una oportunidad para México, y haberla dejado pasar me parece que hubiera sido una omisión que hubiera pesado gravemente en la presencia internacional de México”.

--El tema Irán, en que México apoya el acuerdo nuclear, alinearía a México con Rusia y con China, y lo confrontaría con Estados Unidos, ¿usted cree que haya más situaciones en que México decida alinearse con el eje Rusia-China en contra de Estados Unidos?

--Yo te lo pondría en estos términos: México se va a alinear a sus principios constitucionales, y si esos principios constitucionales no hacen coincidir o no con otros países pues se va a dar la coincidencia o la discrepancia.

“De lo que no nos vamos a salir son de nuestros principios constitucionales, y de saber quién está a favor de buscar una solución pacífica de los problemas. Será una de las preguntas que nos haremos en ese momento. Y estaremos en esa línea. Si otros países no están a favor de esas circunstancias no seguiremos en esa línea.

“Entonces, si uno tiene claridad en los referentes jurídicos, políticos y éticos del trabajo que va a desempeñar México en el Consejo lo que no habrá son demasiadas sorpresas, lo cual no quiere decir que no habrá circunstancias complejas.

“No habrá muchas sorpresas porque, según las instrucciones claras del presidente López Obrador, vamos a manejarnos dentro de nuestros principios constitucionales”.

--Si es que Trump es reelecto en la presidencia de Estados Unidos, y si asumimos que seguirá vulnerando la arquitectura de la diplomacia internacional, ¿usted concibe a México como un actor clave en la reformulación de la arquitectura multilateral durante su participación en el Consejo? ¿Usted personalmente así lo asume?

--Me asumo como que estamos frente a una gran oportunidad de mostrarle al mundo que el multilateralismo funciona, y que es capaz de generar mejores respuestas que por su naturaleza son multidimensionales.

“Y un ejemplo es la migración. Enfrentamos un problema migratorio complejo, que en un principio se trató de enmarcar como si fuera un problema bilateral, como si el tema migratorio de Centroamérica y México con Estados Unidos fuera un problema exclusivamente entre México y Estados Unidos. La realidad de las cosas es que no es así.

En el problema participan por lo menos tres de los principales países vecinos y aliados históricos de México, el Triángulo del Norte, pero además por la naturaleza misma del flujo migratorio aparecen entre los migrantes que entran ilegalmente a México migrantes de muchas otras partes del mundo.

“Es un problema multinacional. Es un problema típico que solo se resuelve a través de una acción multilateral, eficaz y coordinada. Por eso viene el canciller (Marcelo) Ebrard a la ONU. Vamos a ver al secretario general de la ONU, y le decimos que la perspectiva de México es que es un problema multinacional, y en consecuencia requiere de acciones multilaterales, y de un mayor involucramiento de las Naciones Unidas.

“Por eso se gesta el Plan de Desarrollo Integral bajo el liderazgo de la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), y se involucra en el planteamiento original a otras 14 agencias, y por eso se le dice al secretario general que necesitamos un enviado especial.

“Y hoy (miércoles 10 de julio) recibí una carta oficial de parte de la Oficina del secretario general en que están, en función de la petición de parte de México, en la etapa de consideración final para el nombramiento de representante especial.

“Yo veo en este tema de la crisis migratoria que vivimos una gran oportunidad para ver si somos capaces de construir un modelo migratorio que sea capaz de mostrar que el multilateralismo funciona. Ese es el reto, y son el tipo de retos en que me quiero asumir como un elemento que contribuye.

“Si eso lo logramos en los próximos años, y si nuestro paso por el Consejo también contribuye a que este tipo de iniciativas se vayan asumiendo como posibilidades más reales pues creo que ya valió la pena, honradamente, yo creo que con eso valió la pena el esfuerzo.

“Soy consciente de la magnitud del reto, pero con cautela mantengo un cierto optimismo para afrontarlo con mucho profesionalismo y con toda la inteligencia que se pueda”.

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