CIUDAD DE MÉXICO (apro). - Emilio Lozoya desistió de la suspensión definitiva que ganó la semana pasada en contra de la orden de aprehensión que emitió la Fiscalía General de la República (FGR) por su probable responsabilidad en los delitos de uso de recursos de procedencia ilícita, asociación delictuosa y cohecho tras, presuntamente, recibir sobornos de la empresa constructora brasileña Odebrecht. Lo anterior significa que Lozoya ya no cuenta con ninguna medida cautelar que impida su captura. La defensa de Lozoya, encabezada por Javier Coello Trejo, presentó ante Erick Zabalgoitia Novales, juez Decimocuarto de Distrito de Amparo en Materia Penal y mismo que le otorgó el amparo el pasado 24 de julio, un escrito en el que se desiste de continuar con esa estrategia legal. A través de un escrito difundido esta mañana por Quinto Elemento Lab, el diario alemán Süddeutsche Zeitung y el medio suizo Tamedia, el exdirector de Pemex se defendió de las acusaciones por el que lo vinculan las autoridades mexicanas a un esquema de corrupción, y acusó ser víctima de persecución política. “Es un ataque político cobarde y sin fundamentos contra mí y mi familia, en ningún momento como funcionario público ni yo ni mi familia recibimos dinero alguno de empresas o personas, de tal forma niego cualquier acusación de corrupción”, señaló en entrevista por escrito. Tras un rastreo financiero realizado en Europa y Estados Unidos, la FGR identificó tres domicilios en Nueva York y uno en Ginebra, Suiza, vinculados a Emilio Lozoya y a su familia, de acuerdo con información a la que tuvo acceso la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI). En Ginebra, la Fiscalía localizó un domicilio atribuido a Lozoya, cuando rastreaba movimientos de una cuenta en el banco suizo Gonet & Cie de la que se realizaron transferencias para la adquisición de la residencia del exdirector de Pemex en el fraccionamiento Lomas de Bezares, en la ciudad de México en 2012, y de la mansión en Ixtapa a nombre de su esposa Marielle Eckes, en 2013.