CIUDAD DE MÉXICO (apro). - El presidente Andrés Manuel López Obrador negó una persecución política en contra de exfuncionarios del gobierno de Enrique Peña Nieto, “ni siquiera a los que hicieron el fraude del 2006”. Al ser cuestionado sobre si son parte de una persecución política las investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) contra el ex director de Pemex Emilio Lozoya, y la exsecretaria de Desarrollo Social (Sedesol) y Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu), Rosario Robles, López Obrador recordó que desde el 1 de diciembre de 2018 cuando rindió protesta como presidente dijo que no habría persecución contra nadie porque su fuerte no es la venganza. “En el caso del presidente Peña, hasta en el discurso de toma de posesión, incluso la misma noche de la elección, le hice un reconocimiento, porque a diferencia de otros presidentes, él no se metió para hacer un fraude como se padeció en el 2006, fundamentalmente; pero ni siquiera los que hicieron el fraude del 2006 los estamos persiguiendo”, dijo el primer mandatario. Aseguró que su concepto de justicia es amplio y que considera que más que “condenar a los hombres” se debe hacer una condena “al régimen, al modelo neoliberal”. “Entonces, no hay persecución para nadie. Tampoco hay impunidad. Si ustedes recuerdan lo que dije en el discurso de toma de posesión es que era partidario del punto final, pero que eso aplicaba para los que se fueron, no para nosotros. En el caso de nosotros: cero corrupción, cero impunidad”, reiteró. López Obrador afirmó que, desde que inició su mandato, ni una sola vez ha hablado con el fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, y que en su gobierno no habrá persecución, pero tampoco impunidad. “Hay procesos que están en curso, ni modo que los voy a detener, ¿qué le voy a hablar a Gertz: ‘¿Oye, Alejandro ahí te van a hacer un planteamiento de mi parte’, y mando una paloma mensajera o un pájaro mensajero a que le lleve una petición? Eso no, eso se acabó”, dijo. “Para los que siguen insistiendo de que no hay cambios. Imagínense un presidente que no habla con el fiscal. ¿Cómo era antes? Pues, iba el procurador a ver al presidente, el presidente le ordenaba”, aseguró.