WASHINGTON (apro).– Ignorando y descalificando como falsas a las señales de una recesión en la economía estadunidense, el presidente de ese país Donald Trump, insistió en presionar a la Reserva Federal (Banco Central) para ordenar un recorte en las tasas de interés. “La palabra recesión es inadecuada”, dijo Trump durante un breve encuentro con los reporteros en la Oficina Oval de la Casa Blanca, durante una sesión de fotografías con su homólogo rumano, Klaus Lohannis con quien sostuvo una reunión de trabajo. En el preámbulo de la reunión que sostendrá el próximo mes el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FED), Trump nuevamente rompiendo la tradición presidencial no de intervenir en la política monetaria, manifestó su deseo de que haya recortes a los intereses. “Estamos muy lejos de la recesión, si la FED hace su trabajo habrá un enorme crecimiento”, subrayó el presidente estadunidense quien responsabilizó a los medios de comunicación de estar manipulando a la opinión pública con fines electorales, inventando crisis económicas. Sobre el Banco Central de su país, el mandatario matizó que si en septiembre se anuncia una baja a las tasas de interés interbancario, aumentará la productividad nacional y crecerá la competencia con naciones como China, más allá de los problemas comerciales. “Se dará un resurgimiento en el crecimiento si la FED lo hace, bajar hasta un punto porcentual en las tasas de interés en diferentes períodos de tiempo”, añadió Trump, quien anteriormente había dicho que lo ideal es que un recorte de esa magnitud no se hiciera paulatinamente. Especialistas en materia económica y bursátil siguen advirtiendo que la economía estadunidense entraría en una recesión económica el próximo año, tomando en cuenta los problemas que ha generado su gobierno en la productividad global por las guerras comerciales con China y otros países, así como la imposición unilateral de aranceles a importaciones. Una de las consecuencias que ventilan los especialistas económicos y financieros, es que el próximo año los estadunidenses de la clase media tendrían que pagar mayores precios por productos de importación y tasas de interés abultadas en las tarjetas de crédito. Consciente de que un declive en la economía entorpecería su proyecto de reelección en los comicios del 3 de noviembre de 2020, Trump incluso habló de la posibilidad de que su gobierno instrumento un nuevo recorte al pago de los impuestos para las empresas corporativas. “Un recorte de impuestos a la nómina de pagos de los trabajadores es algo en lo que estamos pensando y mucha gente quisiera ver eso porque afectaría mucho a los trabajadores del país”, puntualizó Trump, que aclaró que aunque ventila esa alternativa, ésta no es definitiva. “No estoy hablando de hacer algo en este momento”, concluyó Trump, quien aunque no acepta que en su país haya en este momento signos de una recesión económica y crecimiento inflacionario, al proponer un recorte tributario y presionar a la FED para que baje las tasas de interés de préstamos interbancarios de corto plazo, indirectamente lo admite.