'Guty Cárdenas. El ruiseñor yucateco” en Monterrey
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Con un amplio reparto encabezado por Odiseo Bichir, José Ángel Bichir, Antonio Cravioto y Claudia Zapata, este jueves 22 será el estreno mundial de la obra musical “Guty Cárdenas. El Ruiseñor Yucateco”, escrita y producida por Fernando Canales Clariond.
Se ofrecerán 10 funciones durante agosto y septiembre, todas en el Centro Cultural Plaza Fátima de Monterrey, Nuevo León, según informó el poeta, investigador y musicólogo Luis Pérez Sabido a la Agencia de noticias Proceso (Apro). La obra está inspirada en el libro “Guty Cárdenas, su vida y sus canciones”, del propio Pérez Sabido, quien asistirá como invitado especial al estreno.
El reparto se complementa con las actuaciones de Mauro Samaniego, Alex Galván, Oliver Cantú, Roberto Rodríguez, Dolores Martínez, Sergio Duarte, Jocy Pérez, Charlie López, Joselyn Paulette, Américo Bringas y los cantantes Antonio Albores (tenor) y Cecilia Mena (también actriz).
Para Luis Pérez Sabido, autor del “Diccionario de la canción yucateca”, Guty Cárdenas (1905-1932) “fue llamado con justicia ‘El ruiseñor yucateco’”. Y conforme al periodista Querido Moheno Jr., Guty fue un “intérprete de una exquisita y refinada sensibilidad, que conocía como pocos el secreto para llegar a lo más hondo del corazón”.
Una antología de inolvidables canciones yucatecas integra la parte musical del espectáculo “Guty Cárdenas. El ruiseñor yucatecoW, entre ellas: “Rayito de sol”, “Flor”, “Nunca”, “Peregrino de amor” y “Caminante del Mayab”, del compositor meridano cuyo nombre lleva la obra, así como “Peregrina” de Ricardo Palmerín, “El pájaro azul” y “Granito de sal” de Pepe Domínguez, acompañadas con las guitarras de Álvaro Ibarra y Brandon Villarreal.
La dirección escénica es de Hernán Galindo y la musical de Alejandro Padilla; el diseño de escenografía corresponde a Raúl Franco, y de vestuario e iluminación, Raúl Ozuna y Mario Nevares, respectivamente. La dirección ejecutiva va a cargo de Vicky De la Piedra y la coordinación logística bajo la responsabilidad de Manuel Ramírez, quien personalmente viajó a Mérida en pos de la información requerida para efectuar el montaje.
La dramaturga yucateca Conchi León aportó su experiencia como asesora de la puesta en escena. La obra estará en cartelera los días 22, 23, 24, 25, 30 y 31 de agosto, y 5, 6, 7 y 8 de septiembre de 2019.
Un final trágico
Nacido en Mérida, Augusto Alejandro ‘Guty’ Cárdenas y Pinelo fue un trovador, compositor y cantante, cuya obra engrandeció la canción popular yucateca de comienzos del siglo XX.
Sus primeras canciones las compuso en el género de clave: “Rayito de sol”, letra de Emilio Padrón López, data de mayo de 1924; “Peregrino de amor”, letra de Bernardo Ponce G. Cantón (quien la firmó bajo el pseudónimo de Antonio D’Acosta), es de 1925, y un año más tarde, “Flor”, estrofas de Juan Antonio Pérez Bonalde y Diego Córdoba. “Nunca”, con letra de Ricardo López Méndez, fue un bolero suyo que llamó la atención del compositor Tata Nacho, quien lo invitó a la capital del país, donde apareció en disco por la Orquesta Típica Mexicana, de Miguel Lerdo de Tejada.
En tres años y medio, ‘Guty’ grabó 220 canciones de su inspiración, varias con López Méndez (“Quisiera” y “Golondrina viajera”, entre ellas); “La lágrima”, un poema de Gustavo Adolfo Becquer; “A qué negar”, con Federico Gamboa, hijo; “Ausencia”, con los Cuates Castilla, más “Me iré soñando” y “Piña madura”, totalmente suyas.
Sus viajes a La Habana acrecentaron su gusto por el bolero, ritmo en el que escribió muchos temas desde su primer viaje en los comienzos de 1926, cuando compuso “Para olvidarte”.
En junio de 1929 recibió la propuesta de Laboratorios Picot para componer y grabar con la disquera Columbia de Nueva York el corrido “La pena del vino”, publicado en el popular Cancionero Picot. Entre febrero y marzo de 1930 realizó una exitosa gira por la península yucateca, apareciendo su nombre en los carteles, seguido de la leyenda: “El aristócrata de la canción, orgullo de Yucatán”. Al término de la gira, ‘Guty’ declaró:
“Tuve la fortuna de saludar a Ricardo Palmerín, el más grande e inspirado compositor yucateco”.
Desde Hollywood escribió a su hermana Carmen este poema:
Yo quiero ser el águila altanera/ que no le importa una bandada entera/ de avecillas que injurien su altivez. Y cantar y reír mientras el mundo/ con sus manchas de cieno nauseabundo/ me salpica las uñas de los pies.
Fue invitado a cantar a la Casa Blanca de Washington para el presidente Herbert Clark Hoover y asistió vestido de charro.
“Cuanto más grande era, se mostraba más sencillo --comentaba doña María, madre del artista--. Nunca llegó a saber lo que en verdad valía”.
En el Million Dollars de Los Ángeles, California, Estados Unidos, se le llamó “El mago de la canción vernácula”. A mediados de 1931, Antonio Médiz Bolio (autor de “La tierra del faisán y del venado”) le propuso crear un nuevo género de canción yucateca en temática mayense, naciendo así “Caminante del Mayab”, “Campanitas de mi tierra” y “Xtabay”. Regresó a Cuba, donde entabló amistad con el poeta nacional Nicolás Guillén, de quien musicalizó “Canto negro” en estilo ñáñigo. Su evocación “Yucalpetén” fue estrenada la noche del lunes 15 de febrero de 1932 por la XEW.
Murió a balazos el 5 de abril de ese año durante una riña en el Salón Bach de la Ciudad de México, asesinado por los asturianos de tendencia fascista y pro monárquicos Ángel y José Peláez.