Victoria alada, reivindicación del justo reclamo: Alberto Híjar

sábado, 31 de agosto de 2019 · 11:32

La restauración de la Columna de la Independencia, tras las pintas que dejó la protesta femenil de hace una semana, incluirá aspectos estructurales al monumento, dañado por el sismo de hace dos años, según explica la subdirectora de Patrimonio Artístico del INBA, Dolores Martínez Orralde. Mientras ella valora que el patrimonio “no tiene género”, el crítico de arte y luchador social Alberto Híjar aplaude la tolerancia oficial al descartar sanciones. A su vez, el colectivo Restauradoras con Glitter solicita no remover las pintas hasta que se dé solución a la violencia de género.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- La polarización del país se puso nuevamente de manifiesto tras la marcha contra la violencia de género del pasado 16 de agosto, cuando participantes grafitearon la Columna de la Independencia: Algunos condenaron los “actos vandálicos” con frases como “¡así no!” o “ellas no me representan” y apelaron al “respeto” al patrimonio cultural, mientras por otro lado se cuestionó si una piedra o vidrio roto vale más que la vida de una mujer o niña.

Al historiador y crítico de arte Alberto Híjar Serrano le parece que la Columna es “un buen blanco de la digna rabia porque es una Victoria alada, apodada Ángel de la Independencia, de modo que ahí está una clave histórica oculta para las notas y la difusión del hecho, lo demás será un problema de restauración de las muchas que no hace el Estado mexicano”.

Profesor retirado de las facultades de Filosofía y Letras y de Arquitectura de la UNAM y académico del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de las Artes Plásticas del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), añade sobre el simbolismo de la avenida que alberga la Columna diseñada por el arquitecto consentido del régimen porfirista, Antonio Rivas Mercado:

“El Paseo de la Reforma es emblemático, eso le da una especial dimensión histórica a la digna rabia ante los crímenes de género. Fue el Paseo de la Emperatriz para que la Carlota bajara de su Castillo de Chapultepec y paseara por ahí. Luego, los liberales lo volvieron precisamente el Paseo de la Reforma (Proceso, 2120) con las estatuas de liberales muy distinguidos, con un Hermenegildo Galeana sin plastrón y levita, sino con pistola en mano y dando un paso adelante para el ataque.

“Es justo ahora que, en este lugar, que se ha vuelto emblemático de la Ciudad de México, al fin se reivindique a la Victoria alada y deje de llamarse Ángel, para rendir culto histórico a quien lo merece.”

Híjar, sobreviviente de la Guerra Sucia y promotor del rescate de la memoria de los lugares de tortura y exterminio, como las instalaciones de la antigua Dirección Federal de Seguridad en la Calle de Morelia 8, menciona la intervención de los movimientos de justicia contra la impunidad y el fuero de facto de policías y militares, en la avenida, en cuyo trayecto hay monumentos oficiales, al haber instalado varios antimonumentos:

“Ahí está la contribución e intervención del espacio público ante las demagogias de la República con el antimonumento a los 43 (desaparecidos de la Normal Isidro Burgos de Ayotzinapa), en Bucareli; a los niños incendiados de la Guardería ABC de Hermosillo, Sonora, frente a la Bolsa Mexicana de Valores; a los mineros sacrificados y no encontrados de Pasta de Conchos, en Coahuila, en proceso de exhumación, (en Río Rhin); y el más reciente frente al Palacio de Bellas Artes (en avenida Juárez), contra los feminicidios”.

Con pesar subraya:

“Dicen que cada 25 segundos hay un crimen de género en este país.”

La Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) alertó en marzo pasado, en el marco del Día Internacional de la Mujer:

“La institucionalización de la violencia machista continúa siendo garantía de impunidad, lo que incrementa delitos como la violación y el abuso sexual, desaparición, feminicidios, entre otros”, según consignó en apro la reportera Gloria Leticia Díaz.

El 21 de noviembre pasado, la periodista dio a conocer en esa agencia el Informe sobre la Tortura Sexual en México, de Mujeres contra la Violencia, donde se destaca que “en 2014 se presentaron 10 mil 462 denuncias por tortura, en tanto que la Unidad Especializada en la Investigación de Delitos de Tortura de la Procuraduría General de la República (PGR) sólo integró 8 mil 335 expedientes, de los cuales sólo 17 se tradujeron en consignaciones, y entre 2016 y 2015 sólo se registraron 15 sentencias condenatorias.”

Lucha social

A pregunta de Proceso, Híjar rememora cuando durante una manifestación contra la violencia machista, en abril de 2016, un grupo de feministas hizo pintas al antimonumento a los 43 con la frase “nosotras no somos Ayotzinapa”.

“Sí, lo grafitearon, pusieron ese letrero y hubo alguna organización que se pasó de la raya al afirmar que las normales son instituciones machistas. Hay dentro de estos grupos analfabetas históricas que, por fortuna, ahora, están siendo corregidas y, ojalá, incorporadas a este excelente acto de agitación y propaganda extrema, necesario para denunciar los crímenes contra las mujeres.”

Se le pregunta igual, si en estos momentos cabe hacer un llamado a la lucha unida de mujeres y hombres contra el sistema imperialista como lo hizo en su momento la indígena boliviana Domitila Barrios de Chungara (1937-2012), al participar en la Conferencia del Año Internacional de la Mujer, realizado en México:

“¡Claro! porque eso sería ir a la raíz del problema. Domitila en el párrafo penúltimo de su testimonio, recogido por Moema Viezzer, esa brasileña maravillosa, afirma que la lucha del pueblo –a la que estuvo incorporada como dirigente del Comité de Amas de Casa de la Mina Siglo XX, de Bolivia–, es justamente contra el capitalismo y por el socialismo. Lo dice con todas sus letras esta compañera que irrumpió en un encuentro internacional por las mujeres, organizado por la Unesco en 1975.”

Las autoridades del gobierno de la Ciudad de México y del INBA han expresado respeto a la libertad de manifestación, e incluso la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum descartó sanciones por daño al monumento. Se le consulta a Híjar si la funcionaria y el INBA incurren en omisión de funciones:

“No, yo creo que sus declaraciones de tolerancia implican tener claro que una cosa son las leyes, los reglamentos y las normas y otra es la justicia. En este caso, la justicia está por encima de todas esas legislaciones usualmente incumplidas, de modo que me parece que la actuación del gobierno de la ciudad es la necesaria y la justa.”

Testimonio de la violencia

El colectivo Restauradoras con Glitter expresa a través de una carta pública dirigida al presidente Andrés Manuel López Orador, que si bien no promueve “pintas en los bienes culturales”, entiende la importancia social y transgresora de éstas “como parte de los procesos que acontecen en torno a ellos en contextos específicos”.

Lamenta que la cobertura mediática se enfoque en las pintas y no en los centenares de casos de violaciones y feminicidios “que no deberían haber ocurrido jamás, y que alarmantemente aumentan todos los días”. Y solicita no remover las pintas, que permanezcan como un recordatorio palpable, hasta que no se atienda el problema de la violencia de género y se le dé solución.

Asimismo, pide que las pintas sean registradas sistemáticamente y den origen a una reflexión, “por su alta relevancia social, histórica y simbólica”. Y propone que sea el colectivo quien lo haga, puesto que cuenta con las especialistas capacitadas para ello.

Doble intervención

La arquitecta Dolores Martínez Orralde, subdirectora general del Patrimonio Artístico Inmueble del INBA y especialista en patrimonio del siglo XX, reitera en entrevista con Proceso el compromiso de la Secretaría de Cultura y el instituto con la libertad de expresión y las manifestaciones para erradicar todo tipo de violencia contra las mujeres.

Considera entendible que las manifestantes se expresaran en uno de los monumentos “más emblemáticos, no sólo de la Ciudad de México sino del país”, que acompaña a los ciudadanos en diferentes momentos de su vida. Ahí van las quinceañeras, los novios, la gente que celebra un partido de futbol.

Luego de que se le considerara un monumento “machista”, se le cuestiona si no hace falta difundir más que, al simbolizar la lucha de la Independencia, reivindica a heroínas como Leona Vicario. Incluso, insistir en que no es un “Ángel” sino una Victoria alada. Según algunas fuentes, la modelo para la escultura fue Ana María Mazadiego Fernández, secretaria de Porfirio Díaz, y en uno de los medallones está representada Alicia Rivas Mercado, hermana de la mecenas y promotora cultural Antonieta.

“Tenemos que trabajar, lo hemos platicado tanto con el Instituto Nacional de Antropología e Historia como con la Secretaría de Cultura federal y la de la Ciudad de México, para hacer conciencia. Pero el patrimonio cultural no tiene género, el patrimonio nos habla de una memoria, de lo que somos como país, más allá del género.”

Y enfatiza que todos los monumentos muebles e inmuebles son importantes, sean arqueológicos, históricos o artísticos, pues al final son memoria y hay que ver cómo “nos apropiaos de ellos” y la idea es crear conciencia de que el compromiso es de todos.

Añade:

“El monumento es memoria y un símbolo de lo que somos, es parte de nuestra vivencia. Yo lo veo más así… El derecho de las mujeres a manifestarse es válido y tenemos que conciliar todas estas posturas y entender también la libertad de expresión de este grupo femenino que, al final, es por erradicar todo tipo de violencia contra las mujeres, un tema que debemos poner en la mesa y atenderlo. Es una expresión legítima.

“Pero también el patrimonio, podemos conciliar esta conciencia de la importancia de nuestro patrimonio cultural, lo manifestó incluso el presidente, y apostar por la conciliación y el diálogo y poner los temas en un mismo escenario.”

Respecto al procedimiento técnico que seguirán para limpiar el monumento, la arquitecta egresada de la UNAM explica que el Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam), está haciendo levantamientos “muy puntuales”.

Expone que hay pintas en las escalinatas, el basamento y el primer cuerpo del monumento. Como hay diferentes tipos de cantera, de distinta porosidad, algunas rugosas, otras lisas, absorbieron la pintura de modo diverso. Los tonos rojos, azules y negros son más difíciles de retirar. Se harán pruebas para definir los productos que se utilizarán en el procedimiento. También considerarán que hay mármol y metales.

Se hará primero un registro fotográfico, y análisis de los materiales, un catálogo y un cronograma. Precisa que no se han establecido tiempos de intervención ni costos, aunque se manejó en los medios una cifra de 20 millones de pesos para la limpieza.

Jesús Esteva Medina, secretario de Obras de la ciudad, informó a los medios que se invertirán 13 millones de pesos en un proyecto de rehabilitación estructural, pues la columna fue dañada por los sismos de septiembre de 2017. En este sentido, Martínez Orralde indica que este proyecto se iniciará en forma paralela a la limpieza. En esta intervención participa el Instituto de Ingeniería de la UNAM (el ingeniero Roberto Meli hizo los estudios estructurales) y la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la ciudad. Circuló información en el sentido de que el monumento no estaba asegurado, pero se aclaró que cuenta con una póliza del Grupo Afirme.

Respecto de una probable denuncia de hechos por daños al patrimonio, en tanto que la Columna fue declarada monumento artístico por decreto presidencial el 4 de mayo de 1987, y está sujeta a la aplicación de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, Martínez Orralde señala que se revisará en las áreas jurídicas. El resguardo del monumento corresponde al gobierno de la ciudad y no al federal, pero en su opinión lo importante es atenderlo tanto en la cuestión estructural como en su recuperación tras las pintas.    Este reportaje se publicó el 25 de agosto de 2019 en la edición 2234 de la revista Proceso

Comentarios