Investigadores del INAH denuncian incumplimiento en el programa de estímulos

martes, 10 de septiembre de 2019 · 12:01
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El doctor en Historia y especialista en legislación cultural Bolfy Cottom, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), señaló que hay “una especie de depresión institucional” que puede tener una repercusión en el campo de la investigación y la protección del patrimonio cultural. Acompañado de académicos, investigadores y docentes, entre ellos, Alma Parra y Rosa María Garza Marcué, denunció en rueda de prensa en la Dirección de Estudios Históricos del (INAH) en el centro de Tlalpan, que desde enero de 2019 los académicos, investigadores y docentes del INAH, inscritos en los Programas de Estímulos al Desempeño a la Investigación y de Estímulos a la Docencia, no han recibido los pagos correspondientes, desde enero de este año. Al enfatizar que no son un grupo de “elite” o “privilegiados” (como ha llegado a calificar el presidente Andrés Manuel López Obrador a los investigadores y científicos del país), el también antropólogo explicó que, en el INAH, los docentes ganan en promedio entre 25 mil y 30 mil pesos al mes. En 1996, con el propósito de compensar los bajos salarios y a la vez reconocer la excelencia y calidad de la enseñanza e investigación, se crearon los programas de estímulos. En una carta entregada a los medios y dirigida también a la opinión pública se detalla que quienes gozan de esos estímulos lo hacen a través de concursos por convocatoria. Deben cumplir con requisitos y exigencias laborales e incluso realizar tareas extras de carácter institucional para “aportar a nuestro país”. El investigador destacó que los estímulos han sido una especie de complemento al salario, en tanto que, en el ámbito de la cultura, el INAH es la institución peor pagada. Hay que recordar que durante años los académicos del instituto han luchado por lograr una homologación de salarios con respecto de otras instituciones con perfil académico como la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional, que son superiores a los suyos. Cottom indicó que por ahora no han seguido con ese propósito dada la situación crítica del país, pero sí piden el pago de los estímulos puesto que son utilizados para las actividades de docencia e investigación, para realizar trabajo de campo, en archivos y bibliotecas. Indicó que de más de 800 investigadores con que cuenta el INAH, sólo alrededor de 170 ingresaron a los programas de estímulos. Han quienes los han tenido durante 20 años porque se los “han ganado a pulso”, el problema es que también “hay un trato discriminatorio” porque quienes tienen menos tiempo con el estímulo no han recibido los pagos y es por lo tanto “un trato discriminatorio, se podría estar violando la ley de discriminación porque nos están tratando desigual a los iguales”. El antropólogo recordó que cuando el INAH estaba adscrito a la Secretaría de Educación Pública, ésta siempre colaboró para resolver el problema de los pagos. El problema, ahora que pertenecen a la Secretaría de Cultura, es que les ha informado que se les cubrirá el pago con recursos autogenerados, pero también se les ha dicho que no hay partida, por lo cual desean saber cuál será el mecanismo para resolver la situación. Porque, además, no sólo deben pagar los estímulos de enero a agosto de este año, sino garantizar el pago de 2020 puesto que son programas bianuales. Los académicos e investigadores expresaron el deseo de que sus demandas sean atendidas de manera inmediata. El próximo jueves 12 de septiembre irán a la sede de la Secretaría de Cultura a entregar su petición por escrito, pero no descartan, en caso de no encontrar solución al conflicto, acudir a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos e incluso considerar la vía legal, con un juicio de garantías o una demanda de amparo.
“Demandamos al Poder Ejecutivo y al Legislativo una mayor asignación presupuestal para la investigación y la docencia en el ámbito de las Ciencias Sociales y las Humanidades; que no haya un desprecio y abandono para las instituciones en este ámbito y expresamos nuestra solidaridad con la Comunidad Científica que ha venido defendiendo el presupuesto para la Ciencia y la Tecnología en nuestro país y se valoren los aportes no sólo para la solución de problemas nacionales sino aportes al conocimiento universal”, concluye su documento.

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