Toledo, recordado por el músico Benjamín Anaya

viernes, 13 de septiembre de 2019 · 23:26
CIUDAD DE MÉXICO (apro).– Apenas un par de horas tras de que la cantautora y promotora cultural oaxaqueña, Susana Harp, nos informara la noche del jueves 5 de septiembre pasado sobre el fallecimiento de su paisano pintor Francisco Toledo (1940-2019), el músico Benjamín Anaya (D.F., 1963) llamó para lamentar la desaparición del artista juchiteco, a quien conocía bien nuestro colaborador ocasional en la revista Proceso. Este es el testimonio del guitarrista y cantante fundador del conjunto Restos Humanos. “En 1985 hice un viaje con mi guitarra para conocer ciertas luchas sociales al sur del país. Primeramente llegué a Oaxaca y después fui a Juchitán, y justo a la entrada en la zona centro de Juchitán, esa tarde estaban en las barricadas el periodista, escritor y poeta zapoteco Macario Matus (1943-2009) y el maestro grabador Delfino Marcial Cerqueda, quienes eran parte de la COCEI, la Coalición Obrera Campesina Estudiantil del Istmo).” Matus y Cerqueda preguntaron a Anaya “y a un colega universitario” quien lo acompañaba desde la capital a Tehuantepec: –¿Y qué vienen a hacer aquí? –Pus nada –respondió Benjamín Anaya–, yo traigo mi guitarra, yo quiero cantar… –¿Y qué sabes cantar? –Pus varias cosas… “Entons –prosigue Anaya— me llevaron a la Casa de la Cultura de Juchitán, que era como un cuartel general de la COCEI. Ahí me presentaron a don Francisco Toledo. Y bueno, además de ese encuentro maravilloso, la gente nos dio café, y estuvimos allí un par de días cantando alrededor de donde hacían sus barricadas. Y con los años, más bien me llevé con su hija Natalia Toledo, hermana de travesías con versos y montones de música, pinceles y poesía. “Pero nunca voy a olvidar el momento cuando a comienzos del 2004 vino a México para presentar sus poemas en prosa La noche mexicana Lawrence Ferlinghetti, que le publicó Carlos Martínez Rentería, de Generación. Hicimos tres presentaciones con una música que yo hice para Lawrence Ferlinghetti, una en Bellas Artes, otra en el Bombay y otra más en el IAGO, el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca. “Esta vez el maestro Toledo fue nuestro anfitrión, nos presentó a quienes fuimos incluyendo al escritor de la Generación Beat, Lawrence Ferlinghetti, quien estuvo rondando por Oaxaca con su clarinete, también allá en el IAGO (Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca) tocamos algo, yo con mi guitarra, y el querido colega de Illinois, Steven Brown (Tuxedomoon, Nine Rain).” La noche mexicana fue traducido al castellano por Francisco Oyarzábal y Sergio Santiago Madariaga, con ilustraciones del propio poeta Beat (“quien hoy cuenta con cien años de edad”, en coedición de la revista Generación y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Incluye el poema que escribiera en su más reciente visita a México (2002), el cual tituló “Hotel Cortés”, así como “Camino a Topolobampo”, “La mente del Che Guevara. Un día después de su muerte”, “Guadalajara” y “Uxmal” o “El vuelo del Sol”. Prosigue: “Fueron muchas las veces que fui a Oaxaca e invariablemente buscaba a Toledo para saludarlo. Es curioso, pero aunque sé que el afecto era mutuo, el maestro Toledo no se dejaba fácilmente abrazar por nadie pese a que mi admiración hacia él era y es muy grande.” Sin embargo, explica, “nos conocíamos por el lejano mirar”, como vibra en su milonga Atahualpa Yupanki: Yo tengo tantos hermanos que no los puedo contar en el valle la montaña, en el campo y en el mar… Y así nos reconocemos por el lejano mirar y en nosotros nuestros muertos, pa que naiden quede atrás… “Yo le expresé una vez que le estoy infinitamente agradecido por haber creado aquella fabulosa Fototeca ‘Manuel Álvarez Bravo’, y de esa Fonoteca sensacional en el IAGO Oaxaca, bautizada con el nombre del ilustre director y compositor Eduardo Mata (1942-1995). Además, hoy pienso cuán hermosa fue su lucha por la defensa del patrimonio y de la cultura tradicional de los pueblos indígenas de Oaxaca. “Gracias a él se mantiene con dignidad el Centro Histórico de aquella magnífica ciudad de Oaxaca, él tuvo esa idea maravillosa de que la comunidad se beneficiara del éxito de su trabajo plástico, que no se entiende sin su lucha ni sus esfuerzos invaluables por la defensa del gran arte popular oaxaqueño y juchiteco. Guitarrista y compositor de fusión contemporánea. Fue fundador y compositor de las bandas capitalinas de jazz-rock fusión Fieles Difuntos, Restos Humanos (Penthouse subterráneo, 1999), y en Chicago, Benjamín Anaya & Los Extraños Unidos (Psychedelic Bossa Funk Fusion, 2010). Ha participado como músico y productor escénico con Real de Catorce, Salario Mínimo y Panteón Rococó (colabora tocando en el DVD 10 Años: un Panteón muy vivo, 2005). Como solista grabó los álbumes Indignación posmoderna (2006), Tierra libre (2007) y Re-Turn (en fase final, 2019), presentándose en múltiples ciudades de México, Estados Unidos y Europa. Compuso el soundtrack del multi-premiado documental de Esaú Meléndez Immigrant Nation! The Battle for the Dream, (Clandestino Films, Chicago, 2010) y obtuvo el Premio “Poesía en Abril” por La alegría de la gente (De Paul University, Chicago, 2010). Ver su sitio oficial: https://benjaminanaya.com/.

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