AMLO en la presidencia es resultado del movimiento armado en los 70: Liga Comunista 23 de septiembre

lunes, 23 de septiembre de 2019 · 12:17
CIUDAD DE MÉXICO (apro). - Sobrevivientes de la Liga Comunista 23 de septiembre y responsables de la edición de “Madera Periódico Clandestino” advirtieron que el avance democrático en el país, incluido el movimiento social que llevó a Andrés Manuel López Obrador a la presidencia, no se explica sin la participación de cientos de jóvenes en el movimiento armado socialista de los años setenta. En un comunicado firmado por José de Jesús Morales Hernández y Jaime Laguna Berber, ex militante y editor de Madera, se dio respuesta a la reciente renuncia de Pedro Salmerón al Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana (INEHRM), luego de que se desatara una polémica tras calificar como “valientes” a integrantes de la Liga Comunista 23 de Septiembre que participaron en el intento de secuestro del empresario Eugenio Garza Sada, evento en el que murió el 17 de septiembre de 1973. Los firmantes del comunicado recordaron que “el movimiento socialista armado, la guerrilla, en México, fue una manifestación violenta en respuesta a la violencia que el Estado creo, erigiéndose como una aspiración ética e ideológica en contra de un sistema que no es un proyecto social para el pueblo sino un proyecto económico para la burguesía”. En el documento, los autores resaltaron que, al ser las luchas sociales “patrimonio de los mexicanos (…), el movimiento que llevó a López Obrador a la presidencia es el resultado de cientos de luchas precedentes, es el resultado de años de luchas que ahora se ha expresado electoralmente pese a los intereses de la burguesía más recalcitrante como es el Grupo Monterrey, fundado por Eugenio Garza Sada”. Morales Hernández y Laguna Barber hicieron un recuento de quién era Garza Sada y lo que representaba en los años setenta: “apoyaba al nazismo en los años cuarenta, el mismo que reprimió huelgas en Monterrey por afectar a sus intereses, el mismo que despidió cientos de trabajadores que se le enfrentaron legalmente en huelgas, el mismo que creó sindicatos blancos, patronales para controlar a los trabajadores”. De acuerdo con los autores del pronunciamiento, el 17 de septiembre de 1973, el empresario “cayó abatido por uno de sus escoltas pues así había recibido instrucciones, la Liga Comunista 23 de Septiembre no estaba interesada en su muerte”, hecho por el que los dirigentes de la organización, Salvador Corral García e Ignacio Olivares Torres, “fueron detenidos meses después y torturados, lacerando sus cuerpos con clavos, descuartizados para ser lanzados cerca de las residencias de Garza Sada y de (Fernando) Aranguren, otro burgués, en forma de homenaje y tributo”. Al señalar que “casi una docena de compañeros fueron detenidos, torturados y obligados a confesarse como autores (del homicidio) permaneciendo años en prisión”, los ex militantes de la Liga Comunista reprocharon que “ahora los beneficiarios de la represión gubernamental nos hablan de moral”. Consideraron que “la burguesía más reaccionaria”, en la que ubicaron al Consejo Coordinador Empresarial, al ex presidente Felipe Calderón y la senadora de Morena, Lily Téllez, ha confrontado a López Obrador “a partir de la declaración de un historiador que se atrevió a decir que los militantes de la Liga Comunista 23 de septiembre eran valientes”, reacción que evidencia que sigue presente “el odio de clase” en contra de la organización armada. Al señalar que sus compañeros fueron “jóvenes llenos de coraje y dignidad”, los ex militantes de la Liga admitieron que la Reforma Política de 1977, que abrió la puerta a la participación electoral de partidos disidentes al PRI, fue el resultado de la lucha de diversas organizaciones políticas, “pero también es cierto que sin esa lucha de la izquierda y sin la existencia del movimiento armado socialista, la guerrilla, el Estado difícilmente hubiera dado pasos hacia la apertura electoral”. Puntualizaron que “el México del presente no se puede explicar sin esos eventos, y de esto, todos somos beneficiarios, incluidos los que se espantan e indignan de llamar valientes a los militantes de la Liga Comunista 23 de septiembre”. Los ex guerrilleros reconocieron que, sin ser un método deseable, la violencia a la que recurrieron se explica “en el contexto histórico en el que sucedieron los hechos, fue la única vía que nos dejaron a los jóvenes, precio que pagamos no con una vida sino con los cientos de jóvenes muertos y muchos más desaparecidos hasta la fecha”, tema que es suprimido en el comunicado que denostó a Salmerón. “Así que la pregunta es: ¿Quién es el responsable de la violencia, el que produce el hambre o el que lucha contra ella? ¿Es valentía la que defiende un sistema asesino o es valentía enfrentarse a él para transformarlo por una sociedad más justa?”, cuestionaron los sobrevivientes de la Liga Comunista 23 de septiembre. El pronunciamiento concluye sosteniendo que para “los exmilitantes de la Liga Comunista 23 de septiembre, los familiares de muertos y desaparecidos y los amigos que participamos en Madera Periódicos Clandestino, sólo podemos decir: sí, nuestros compañeros, nuestros familiares eran valientes y así pasarán a la historia”.

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