MONTERREY, N.L. (apro).- El cineasta Alberto Arnaut, creador del documental Hasta los Dientes, que relata el asesinato de los estudiantes Jorge Mercado y Javier Arredondo del Tec de Monterrey, consideró “cínico” al ex presidente Felipe Calderón Hinojosa por programar una conferencia en el mismo campus donde los jóvenes fueron abatidos en el contexto de la guerra contra el narco, que impulsó su gobierno. El realizador también consideró “insensibles” a los directivos del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, por haber invitado al exmandatario, que representa el gobierno para el que laboraban los soldados que el 19 de febrero del 2010 mataron a Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo Verdugo, y les sembraron armas para hacerlos pasar por sicarios. “De parte de Calderón esto me parece una actitud profundamente cínica. Es una persona que criminalizó a los estudiantes, que fue incapaz de reconocer la responsabilidad del Ejército bajo su mando de este asesinato, y que durante semanas y meses dijo, aunque no directamente, pero sí su goberno, que se trataba de sicarios, luego que en algo debían estar metidos, luego que fue fuego cruzado y daños colaterales. Todo el tiempo ocultaron la información”, dijo el realizador. Recordó que los días posteriores al doble homicidio, ocurrido dentro del campus central de Tec de Monterrey, la administración federal se abstuvo de revelar que los jóvenes abatidos eran estudiantes de excelencia, como se reveló luego, e incluso sugirió que merecían el fin que tuvieron, porque pudieron haber estado involucrados en actividades ilícitas. El ganador del Ariel por el documental de los alumnos acribillados consideró que Calderón Hinojosa debiera, primero, reconocer públicamente los errores que se cometieron en el tema de seguridad, durante el sexenio 2006-2012 que encabezó, y con ello quizás podría iniciar la recomposición de su imagen pública. “No estaría de más que Calderón reconozca lo que hicieron durante su gobierno, que realmente ofrezca una disculpa sincera, en la que además diga claramente cómo fue ese procedimiento y porqué se tomó la decisión de criminalizar a los jóvenes. Evidentemente, eso ayudaría. “Pero más allá de eso, Calderón tiene una responsabilidad mucho mayor que sobrepasa el caso de Jorge y Javier. Tiene una responsabilidad criminal al haber empezado una guerra contra el narcotráfico, pues cuando empezó el sexenio teníamos de los índices más bajos de homicidios en nuestra historia y cuando lo terminó nos encontramos en una vorágine de violencia de la que no salimos y de la que difícilmente podremos salir en los próximos años. Ha significado esto miles de vidas y personas desaparecidas y madres que claman justicia”, expuso Arnaut Estrada. Al referirse al Tecnológico de Monterrey, donde será efectuado del 9 al 11 de octubre el Simposio Internacional de Derecho En Juicio, en el que estará el ex panista, Arnaut dijo que es un desatino la invitación, pues le dan la bienvenida a quien tuvo también responsabilidad en los crímenes cometidos durante su mandato. “Me parece una tremenda falta de sensibilidad y de prudencia del Tecnológico por haberlo invitado, después de todo lo que ha sucedido con el caso y de que ahora gran parte de la comunidad ya se enteró de lo que pasó con Jorge y Javier a través del documental. “Nos hace ruido que dos estudiantes fueran asesinados en una institución y ahora esta institución recibirá al responsable fundamental de estos asesinatos, y busca recibirlos con los brazos abiertos, ofreciéndole conferencia magistral. Es como dice el colectivo Todos Jorge y Javier en un comunicado, que Calderón, desde nuestro punto de vista, representa valores contrarios al humanismo que cualquier universidad debiera promover”, dice. La presentación de Calderón está programada para el miércoles 9, a las 10 horas con la conferencia La nueva economía del clima. El cineasta dijo que espera que la institución por lo menos permita en el evento preguntas abiertas hacia el ex presidente y que no filtre los cuestionamientos, como puede ocurrir en estos casos, cuando los organizadores pretenden controlar las voces críticas del público.