El de Edgar Leonardo, un caso de ejecución extrajudicial que la autoridad niega
Informe pericial sobre los casquillos, vehículos y un cadáver. Foto: Verónica Espinosa[/caption] En tanto, de las armas R15 se efectuaron 12 disparos en total.
“El arma que supuestamente traía Leonardo la encuentran con seis cartuchos útiles sin detonar. Si los casquillos del Águila (una de las armas 9 milímetros) son del policía eso quiere decir que solamente hay un casquillo del arma de Leonardo. Eso quiere decir que Leonardo disparó una sola vez; eso no habla de un enfrentamiento…ellos mencionan que le disparan a Leonardo y a Jesús y la camioneta (Ranger) en que viajaban tiene impactos, (pero también) mencionan que Leonardo los agredió a balazos y las patrullas no presentan ningún daño por algún proyectil, sólo el choque”, fueron los detalles encontrados por el criminólogo.Para Gutiérrez –con Maestría en Política Criminal y director de la Red internacional de criminología- “no queda esclarecido de qué arma salieron los disparos que supuestamente detonaron. No sabemos quién porque la información en los peritajes está incompleta; no sabemos quién disparó una vez y quién dos veces con las armas 9 milímetros”. También aclara que la escena “no pudo ser modificada por otras personas, porque los policías en todo momento tuvieron control del lugar; aquí no se puede alegar manipulación de una gente externa”. El asesor de la familia de Leonardo García afirmó que se ha tenido que solicitar el acceso a otras pruebas documentales como el registro fotográfico de los casquillos y las armas. Pero hay otros peritajes ausentes sobre los cuales prácticamente es ya imposible retomar la mecánica de los hechos, dijo el criminólogo. Tal es el caso del que se tendría que haber aplicado en materia de vialidad y tránsito con las patrullas y la camioneta Ranger para precisar los movimientos y corroborar el dicho de los elementos estatales sobre la persecución y el desplazamiento de todas las unidades involucradas. Dentro de la revisión de la carpeta de investigación, se encontró un error garrafal en uno de los peritajes de los indicios recabados en el lugar del presunto enfrentamiento y donde quedó el cuerpo de Leonardo, cuya descripción no corresponde ni con el cuerpo del muchacho ni con el lugar:
“Indicio 12. Cadáver del sexo masculino, hasta el momento no identificado, se aplica el procedimiento de inspección técnica a cadáver obteniendo el siguiente resultado (…) localizado sobre el suelo del área de cocina parte posterior del inmueble y junto al muro poniente de la cocina inmueble localizado en la calle Nardo. Viste una camisa sin manga en color blanco, una camisa con mangas color en colores rojos grises y blancos, pantalón de mezclilla, zapatos tipo chanclas…”.La autopsia de Leonardo consigna algunas lesiones que, dijo el perito José Gutiérrez, corresponden con golpes con un objeto contundente, lo que tampoco se logra explicar claramente, además de quemaduras que se atribuyen al tiempo en que el cuerpo estuvo expuesto al sol. En otra parte de la carpeta se informa sobre la detención de Jesús Rodríguez –el joven que iba con Leonardo en la camioneta con reporte de robo- registrada a las 11:46 horas de ese día 11 de julio. Según el reporte oficial, la detención se hizo “informándole que dicha detención era por homicidio en grado de tentativa y robo equiparado en agravio de la procuración y administración de justicia, dándole lectura de sus derechos a las 11:47 horas sin que le quisiera firmar dicho formato”. Tres minutos después de hacer toda la explicación de la imputación y los derechos al detenido, los agentes “observan que dicha persona se encontraba sangrando del cuello (sic)” por lo que “se procede a solicitar el arribo de un cuerpo de rescate al lugar, arribando la ambulancia de la Cruz Roja de Villagrán, que lo trasladó al Hospital general de Celaya”. Según las declaraciones de los 12 policías estatales, a Jesús lo ubican siempre detrás de Leonardo y señalan únicamente a éste como quien les disparaba. A pesar de esto, Jesús permanece recluido y vinculado a proceso judicial por intento de homicidio.