CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Ante los “episodios violentos” ocurridos esta semana en Michoacán, Guerrero y Sinaloa, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) pidió al gobierno de Andrés Manuel López Obrador “realizar un sobre esfuerzo que reduzca los desbordados índices de violencia que sufre gran parte de nuestro pueblo a lo largo del territorio nacional”. A través de un comunicado de prensa, el órgano que aglutina aproximadamente a 150 obispos y arzobispos del país destaca que los acontecimientos en esas tres entidades “nos provocan naturalmente temor, enojo y desesperanza. Pero queremos pasar de estos sentimientos espontáneos a la reflexión y a la respuesta colaborativa en la construcción de la paz”. Añade: “Exhortamos a quienes provocan violencia, muerte y sufrimiento, a recapacitar, arrepentirse y convertirse”. Y a “todos los creyentes y personas de buena voluntad los invitamos a unirnos para trabajar por la paz, venciendo toda rivalidad, confrontación e intereses particulares”. Por el lado de la Iglesia, señalan los obispos, “nos comprometemos a fortalecer y ampliar aún más las acciones pastorales que contribuyen al respeto de la dignidad de toda persona, a fortalecer las familias, la educación para la paz, la justicia social, y ayudar a sanar a personas y comunidades afectadas por la violencia”. Firman el comunicado: Rogelio Cabrera López y Alfonso Miranda Guardiola, presidente y secretario general de la CEM, respectivamente.