Hay tres 'partículas de Dios” en el Teatro La Capilla

viernes, 18 de octubre de 2019 · 23:40
CIUDAD DE MÉXICO (apro).– El Bosón de Higgs o “La partícula de Dios”, nombre publicitado en el mundo pero odiado entre la comunidad científica, es la clave que permite explicar la diferencia entre las masas de las distintas partículas de las que se compone la naturaleza. Si hiciéramos una comparación, la mujer sería como un Bosón de Higgs, un elemento importante para entender la vida como hasta ahora la comprendemos, con la tenacidad y suspicacia necesaria para resolver y/o crear problemas. Visto de esta manera es más sencillo comprender por qué la Compañía Redca tituló a su puesta teatral: Las partículas de Dios, misma que culmina su temporada este sábado 19 de octubre, en función de 19 horas, en el Teatro La Capilla, recinto donde tuvo casi dos meses de programación. En la obra se narra la historia de tres mujeres, tres partículas que buscan resolverse la vida a través del dinero… ajeno. Pero también de tres mujeres que enfrentan la soledad de manera distinta. Escrita por Luis Ayhllón y dirigida por Gabriela Ochoa, Las partículas de Dios inicia cuando un tal “Mister Douglas”, un estadunidense (‘el gringo’, como le llaman) benefactor y experto en Santo Tomás de Aquino, dueño de un McDonalds en una pequeña ciudad –que podría ser cualquiera–, se convierte en el objetivo con el que lograrán resolver sus problemas de vida, que incluyen solvencia económica; así una de ellas, el “cerebro del grupo”, traza un plan sencillo cuya meta final sorprende al público pues cuestiona la bondad y lo políticamente correcto. La pieza, una comedia que se mueve más como sátira, está acompañada de algunas líneas en escena de tipo científico, puesto que el “Mister Douglas” de la trama es también un hombre inteligente, culto y de facilidad de palabra al que le atraen las “mujeres” educadas y calladas. Más allá de la comedia implícita en el escenario hay diversos elementos que surgen conforme sucede la obra, temas como la discriminación, el machismo, la soledad, el individualismo, la homofobia y hasta el racismo caben en Las partículas de Dios como exposición a cuestionamientos en torno a prejuicios sociales. Aquí las actuaciones de Irela de Villers, Lourdes Echavarría y Amanda Farah es atinada al mostrar una realidad de las tantas que existe en nuestra sociedad. Las partículas de Dios, ganadora del “Certamen Internacional de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz”, también tiene una acertada dirección que permite dibujar a un “Mister Douglas” sin necesidad de ver al personaje realmente, entender las historias detrás de cada una de las “partículas” en escena e imaginarlas en un hotel, una habitación y hasta en un viaje en altamar con casi nada, excepto con la ayuda de dos bancas y una mesa. En una frase cortita: Es una obra disfrutable.

Comentarios