'No Te Va Gustar”, muy a gusto en el Metropólitan

miércoles, 23 de octubre de 2019 · 22:14
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Con un concierto acústico e íntimo el 19 de octubre, tocando sus fuertes éxitos combinados con un homenaje a la inolvidable Chavela Vargas (1919-2012), la banda uruguaya No Te Va Gustar (NTVG) celebró más que gustosa sus 25 años de trayectoria en México, acompañada de músicos de cámara, como parte de la gira Otras canciones. 25 años. En punto de las nueve de la noche, la tropa de artistas salió al escenario del Teatro Metropólitan, saludando al público que los recibió con el respeto y cariño que se han ganado durante un cuarto de siglo de su trayectoria artística. El líder de la agrupación uruguaya, Emiliano Brancciari, presentó a dos violinistas, una guitarrista y cantante que acompañaron al grupo en este concierto. https://youtu.be/8ELpzmNeS4M Después de “Nada fue en vano”, “Comodín” y “Quería ser como él”, Brancciari se dirigió al efusivo respetable que casi no lo dejaba terminar oración alguna. “Hemos conocido gran parte del mundo… Nos hemos hecho hombres en la banda… Hemos encontrado nuestra forma de vida y estamos muy felices”. Voz y guitarra de la banda NTVG, el argentino de nacimiento pero uruguayo por naturalización, Brancacciari deleitó a sus seguidores con “Al Vacío”, “Esos ojos” o “Viajando sin espada”; antes de comenzar a tocar “De nada sirve”, contó una anécdota sobre su primera novia, a la que le escribió una rola tras un año de relación. Todos nos vemos buscando un bien o mal, una salida en el cielo. Adentro llueve y parece que nunca va a parar y va a parar… Así resonaba el teatro, con las voces de los fans como el coro de la canción “Tan lejos”, que reflejó el ancho cariño que le tiene NTVG al público mexicano. Siguieron “Mi demente”, “Tirano” y “Memorias del Olvido”, inspirada ésta en una película sobre nazis que viera en Alemania, pero que se terminó escribiendo en Madrid, España (ver notevagustar.com). Siguió con “La única voz”, rola que en otro concierto, hace ya algunos años, contó que la había escrito para su madre quien, tras el abandono del marido, lo llevó junto con su hermana al Uruguay, trabajando duro para sacarlos adelante. https://youtu.be/Jd1woScF4Mw La emotiva evocación dio paso a “No necesito nada” y “Una triste melodía”; Brancciari, relataba parte de sus historias, mismas que no han sido todas color de rosa. Como la muerte de Marcel Curuchet (1972-2012), quien fuera compositor y tecladista de NTVG, que falleció en un accidente en motocicleta en la carretera New Jersey Turnpike, antes de cruzar el río Hudson, durante una gira de la banda por Norteamérica. “Nos costó tiempo recuperarnos. Todo lo demás fueron cambios que existieron por algo, pero esto fue una pérdida enorme”, señaló. Habló del cuarto de siglo juntos a través de diversas etapas como seres humanos. Se consideran una familia que, al paso de los años, arreglan sus problemas bromeando. “Ya no peleamos por cosas que no tienen sentido. Vamos llegando al consenso porque hemos encontrado una buena forma de manejarnos, pensamos mucho mejor”, indicó. Luego, NTVG prosiguió con los temas “Poco”, “Difícil”, “Solo tu boca” y contó otra remembranza, interrumpida por los gritos de las fans: “¡Te amo Emi!” –elevadas palabras que lo hicieron reaccionar con una gran sonrisa. Ante los gritos por cada frase que salía de su boca, él mismo llegó a preguntar a los sorprendidos asistentes: “¿Por qué aplauden si es algo triste”? O como el momento que llamó su atención, narrando de “cuando era un pibe sin un duro en la bolsa” y alguien, entre el público gritó: “¡Un vago!”. La expresión que causó risa y asombro a Brancciari, quien preguntó si esa palabra significaría lo mismo aquí que en Uruguay (ya que en su tierra sólo es sinónimo de “muchacho”). En ese momento, contó sobre una pareja a la que le grabó una canción en un caset y debió explicar “a los más jóvenes” cómo eran las videocintas de finales del siglo pasado; aunque entre el público no solo había chavos, sino adultos como ellos e incluso, muchos llevaron a sus hijos que también corearon sus éxitos. En esas otras canciones que fueron adaptadas para el deleite espiritual, más que para gustar del ska, continuaron “Ese maldito momento”, “Te quedás”, “Verte reír”, “Los villanos”, y su versión del bolero del jalisciense Juan Záizar (1933-1991) “Cruz de Olvido”: La barca en que me iré lleva una cruz de olvido… Brilló uno de sus mayores éxitos: “Chau”, correteado por “A las nueve” y “Cero a la izquierda”, con la que se despidieron; pero a medias, pues como siempre en cada concierto de NTVG, no faltaron quienes les gritaran en dialecto porteño: “¡Volvé, volvé…!”. Y así lo hicieron con “Clara”, “Prendido Fuego”, “Pensar” y “No era cierto”. “Otras canciones es un repaso a nuestra carrera”, indicó Brancciari, quien añadió que la banda entregó su amor y trabajo a estas versiones de sus 25 años de éxito musical. “Es una mirada atrás, pero muy actual de lo que queremos hacer en los próximos años”, así se despidió el idolatrado Emiliano Germán Brancciari Amarillo, nacido el 28 de octubre de 1977 en Munro. “¡Hasta pronto, México!”.

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