CIUDAD DE MÉXICO (apro).- A través del Mecanismo de Montevideo, el gobierno mexicano reiteró su rechazo “categórico” a la invocación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) para resolver la crisis en Venezuela, y condenó “cualquier intento de amenaza o uso de la fuerza, o de cualquier otra acción contraria al derecho internacional”. El Mecanismo de Montevideo es un club de gobiernos latinoamericanos y caribeños liderado por México y Uruguay, que apuesta a un diálogo en la crisis venezolana en contraste con la postura del Grupo de Lima, que reconoce la presidencia de Juan Guaidó, tiene mayor interlocución con la Asamblea Nacional –controlada por la oposición--, y aboga por la salida del gobierno de Nicolás Maduro. Cuando estalló la crisis venezolana, el gobierno de Enrique Peña Nieto --y particularmente su canciller, Luis Videgaray Caso--, asumió un papel central en el Grupo de Lima, y expresó severas críticas contra Maduro; cuando Andrés Manuel López Obrador tomó el poder, su administración tomó una clara distancia con el Grupo de Lima, y conformó el Mecanismo de Montevideo. En un comunicado emitido hoy, dicho mecanismo hizo un nuevo llamado “a todos los actores para que retomen la vía de un diálogo amplio, creíble e incluyente”, y celebró el “regreso de diputados y diputadas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) a la Asamblea Nacional, como una forma de encauzar el diálogo por la vía institucional y democrática”. También celebró el acuerdo para “conformar la comisión encargada de escoger el Comité de Postulaciones Electorales para la renovación del Consejo Nacional Electoral”. Si bien el Mecanismo de Montevideo sigue siendo una voz minoritaria en el continente –los gobiernos de Estados Unidos, Canadá, Brasil, Chile, Argentina, Colombia, Perú e incluso México integran el Grupo de Lima--, la elección de Alberto Fernández a la presidencia de Argentina podría sumar una nueva voz en el grupo. Fernández envió a Gustavo Béliz –un integrante de su equipo de transición—como “observador” de la reunión del Mecanismo de Montevideo, y los gobiernos integrantes enviaron una “invitación” al presidente electo para que se sume al grupo “una vez tome posesión del nuevo gobierno”.