Investigan injerencia de espías rusos en el proceso independentista de Cataluña

jueves, 21 de noviembre de 2019 · 11:23
MADRID (apro).- La justicia española abrió una investigación por las supuestas actividades en el procés independentista de Cataluña de un grupo ligado a los servicios de inteligencia rusos, reveló hoy el diario El País. Es el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón quien abrió una investigación que se centra en un grupo militar de élite denominado Unidad 29155, a la que los servicios de inteligencia de varios países identifican con supuestas maniobras de desestabilización en Europa. El magistrado encargó las pesquisas a la Comisaría General de Información de la Policía Nacional, especializada en la lucha antiterrorista. Es el mismo juez que encabeza las pesquisas de la llamada operación Judas, que ordenó la detención e imputación de nueve miembros de los Comités de Defensa de la República (CDR), una red independentista organizada territorialmente en Cataluña, a la que acusa de terrorismo, por haberles intervenido a nueve de sus integrantes abundante material para elaborar explosivos. También investiga por terrorismo el llamado Tsunami Democràtic, una de las plataformas más activas en las protestas tras conocerse el 14 de octubre pasado la sentencia contra los líderes que impulsaron el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017. Siempre citando a sus fuentes judiciales y policiales, el periódico madrileño señala que las investigaciones –que se mantienen secretas— se centra en las presuntas maniobras de desestabilización relacionadas con Cataluña. Unidad 29155, grupo desestabilizador La publicación recuerda que la existencia de este grupo militar ruso de élite salió a la luz en medios independientes rusos, pero alcanzó repercusión internacional en octubre pasado, cuando The New York Times la asoció con su nombre militar y publicó un amplio reportaje sobre las supuestas implicaciones de sus agentes en algunas acciones de repercusión mundial. Entre ellas identifica el envenenamiento en marzo de 2018 del exespía ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia en Reino Unido. Meses después del atentado, el gobierno británico acusó formalmente a dos miembros del departamento Central de Inteligencia (GRU, por sus siglas en ruso) de las Fuerzas Armadas que se identificaban con los nombres falsos Alexander Petrov y Ruslan Boshirov. Ambos estarían detrás del atentado que costó la vida a una vecina de Skirpal y provocó que el exespía y su hija cayeran gravemente enfermos al entrar en contacto con gas tóxico. La misma unidad de elite se le vinculó con un frustrado golpe de Estado en Montenegro en octubre de 2016. Un tribunal de este Estado condenó en rebeldía a dos antiguos espías rusos, Eduard Sismakov y Vladímir Popov por aquella intentona. Varios servicios secretos occidentales relacionan también a la Unidad 29155 con el doble intento de asesinato en 2015 a un traficante de armas búlgaro, y con una campaña de desestabilización en Moldavia. El Kremlin ha negado en todo momento cualquier relación con estos hechos, y los medios afines han ridiculizado las informaciones publicadas sobre este grupo. En España las pesquisas policiales ya habían identificado antes la supuesta injerencia rusa en el desafío independentista de Cataluña, asegura el diario madrileño. En febrero, el medio de investigación Bellingcat publicó diversa documentación de los servicios secretos rusos que situaban a un oficial del GRU llamado Denís Serguéyev en dos ocasiones en Barcelona. En ambas había viajado con la identidad falsa de Seguéi Fedotov. En el primero de esos viajes, Fedotov llegó a la capital catalana el 5 de noviembre de 2016 y, tras permanecer seis días en España, voló de regreso a Moscú vía Zúrich. La segunda se produjo casi un año después, el 29 de septiembre de 2017, solo dos días antes del referéndum ilegal del 1-0. En aquella ocasión, el oficial ruso permaneció en España hasta el 9 de octubre, para regresar a Moscú vía Ginebra. También se identificó un viaje que hizo a Reino Unido, donde su estancia se produjo unos días antes del intento de envenenamiento de Skripal. Apoyo a independentistas catalanes La publicación asegura que en mayo los servicios secretos alemanes se mostraron preocupados ante el apoyo ruso al independentismo en Cataluña. Entonces, el presidente de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, Hans-Georg Massen, aprovechó un simposio organizado en Berlín para mostrar su convencimiento de que “Rusia está tratando de utilizar operaciones secretas para influenciar en la opinión pública a través de organizaciones extremistas y radicales”. Massen añadió: “En el caso de los separatistas catalanes, según se ha informado, apoyando su posición a través de actividades de propaganda”. A su vez, la Guardia Civil ya había encontrado vínculos con Rusia de uno de los personajes implicados en el procés: Víctor Terradellas, exsecretario de relaciones internacionales de la antigua Convergencia y un hombre próximo al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont. Se le investiga por el desvío de subvenciones de la Diputación de Barcelona y del Govern. Terradellas asesoró a Puigdemont sobre relaciones internacionales y le remitió mensajes de WhatsApp. Uno del 26 de octubre de 2017, cuando Puigdemont debía decidir entre convocar a elecciones o proclamar la independencia, Terradellas plantea al entonces president reunirse con él. Y le aseguraba que el secesionismo podía contar con apoyo de un emisario del presidente ruso, Vladímir Putin, si apostaba por declarar la independencia. Como no lo recibió, el asesor se lo echó en cara en otro mensaje: “Ni nos has escuchado; creo que nos lo merecíamos”, y luego añadió, “nos habían garantizado declaración esta tarde de Gorbachov”. El 8 de noviembre, el diario Vozpopuli adelantó que el Centro Nacional de Inteligencia investiga las conexiones de Rusia con el independentismo catalán, principalmente a raíz de la divulgación de noticias falsas (fake news) por parte de medios rusos.

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