CIUDAD DE MÉXICO (apro).— La Oficina de Atención Ciudadana de la Presidencia ha recibido un total de 118 mil 647 personas y 700 grupos que dejan peticiones, lo que significa un promedio aproximado de 486 requerimientos, informó su titular, Leticia Ramírez.

La mala noticia es que el porcentaje de respuesta que dan las diferentes dependencias a las quejas, peticiones y demás problemas planteados por los ciudadanos que llegan a Palacio Nacional, a la calle Moneda, es de 64%.

“Tuvimos una reunión con representantes de las dependencias. En esa reunión explicábamos que esa parte es pequeña, lo más importante es lo que se hace en los programas sociales. Lo más importante también, es la necesidad de la persona, lo que te están planteando. Esa es la mecánica con la que trabajamos y que la gente sienta que los escuchamos”, abundó la funcionaria.

De acuerdo con Ramírez, las dependencias con mayores solicitudes son la Secretaría de Gobernación, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y los gobiernos estatales. Detalló que el Instituto de las Mujeres tiene muy pocas peticiones.

“Éstas se suman las que llegan por el servicio postal y aquellas que el presidente recibe de manera personal durante las giras de trabajo en los estados de la República… Procuramos, en muchos de los casos cuando vienen de provincia, que ese mismo día los atienda la dependencia para que no den doble vuelta”, acotó.

En este contexto, el presidente Andrés Manuel López Obrador instruyó a todos los servidores públicos del gobierno federal dar seguimiento a las solicitudes.

“No se trata de que ‘ahí te mando este asunto y puro papeleo’ sino que se entienda que es nuestra obligación darle atención como se merece a los ciudadanos. (…) Yo les pido que redoblemos esfuerzos, que sigamos adelante”, señaló.

El tabasqueño remató: es cuestión de tiempo y organización

“Escuchar al pueblo, eso. Hay veces que a mí me pasa. Son casos gravísimos, complejos, me los plantean, se enojan conmigo, me gritan, lloran, sobre todo las mujeres, las madres por hijos desaparecidos, por hijos que están en cárcel. Muy fuerte, pero ya me quedo callado. Lloran, se desahogan y todo, y ya bajan. Y al final: ‘¿Me puedo tomar una foto con usted?’. Sí. El pueblo necesita eso, que se le escuche; claro, somos millones.

“Es lo mismo de las visitas del país. Todo lo que se pueda, hay que ir a ver a la gente”.