CIUDAD DE MÉXICO (apro).- María Teresa Mercado, exembajadora de México en Bolivia, “es una diplomática de primer orden que actuó con inteligencia y firmeza”, defendió el presidente Andrés Manuel López Obrador, al referirse a la funcionaria quien el pasado 30 de diciembre fue expulsada de aquel territorio andino, en medio de la polémica entre ambos países. Aunque no mencionó su nombre durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, dijo que “la embajadora hizo un papel destacadísimo, la reconocemos mucho”. El mandatario federal agregó que “seguramente la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) va a saber reconocer su trabajo, valorar su trabajo. Yo como presidente estoy muy orgulloso del desempeño que tuvo la embajadora de México en Bolivia”.

Embajadora agradece el reconocimiento

Minutos después de la conferencia, María Teresa Mercado escribió en su cuenta de Twitter: “Mi agradecimiento profundo por sus palabras señor presidente López Obrador!!!! Honrada de servir a mi país y de su tradición de asilo!!!” https://twitter.com/mtmercado2002/status/1212753530055884801?s=20 El pasado lunes 30, la diplomática mexicana fue expulsada de Bolivia y declarada persona “no grata” por la presidenta interina Jeanine Áñez. La misma medida aplicó contra la encargada de Negocios de España en ese país, Cristina Borreguero, y su cónsul Álvaro Fernández, luego de que el viernes pasado diplomáticos españoles ingresaron a la embajada de México, donde actualmente se encuentran bajo asilo político nueve exfuncionarios del gobierno de Evo Morales, cuatro de ellos, con orden de aprehensión.

Asilo en México “es sagrado”

El presidente López Obrador reiteró que el titular de la SRE, Marcelo Ebrard, tiene la instrucción de que se haga valer el derecho de asilo en la embajada mexicana en Bolivia.

“No podemos nosotros flaquear en este asunto de darle protección a perseguidos políticos que recibieron en nuestra embajada un asilo y que luego de que se les otorgó el asilo, se produjeron ordenes de aprehensión”, dijo.

Luego, consideró que si el gobierno mexicano, mediante su embajada en Bolivia, entrega a dichas personas al actual gobierno boliviano “estaríamos acabando con el derecho de asilo que para México es sagrado, es parte del derecho internacional, pero el caso de nuestro país siempre, hasta en circunstancias más difíciles, se ha hecho valer. Es un asunto de principios, no vamos a caer en ninguna provocación, es defender nuestros principios de política exterior”.