CIUDAD DE MÉXICO (apro).– El joyero neoyorquino Howard Ratner sabe cómo seducir a la gente con su hermosa mercancía. Su más reciente adquisión, un peculiar ópalo proveniente de África, es un as bajo la manga de Howard para ayudarlo a saldar sus deudas… o bien para apostar en algún juego de basquetbol y generar mayores ganancias. Ese es el contexto de la cinta de los hermanos Benny y Josh Safdie titulada Uncut Gems, estelarizada por Adam Sandler, quien realiza un magnífico trabajo. Durante toda la historia vemos cómo la vida familiar de Ratner (Sandler) pende de un hilo: está por divorciarse con su esposa, su amante no es una mujer de carácter dócil, y sus finanzas están a punto de colapsar debido a deudas de juego. Hilos muy delgados sostienen su estabilidad, y tendrá que hacer malabares para que el teatro no se le caiga. Siendo un manipulador de primera, el protagonista de la historia es bueno para salir adelante de sus problemas, claro, sólo de manera temporal, pues siempre llegará un momento en que la vida o sus acredores deberán cobrar las facturas pendientes. Ratner juega en todo momento con la buena fortuna que lo ha cobijado durante todo este tiempo, pero… ¿hasta cuándo? Sandler consigue transmitirnos a la perfección la adrenalina que corre de manera constante por el cuerpo de Ratner, misma que se eleva cuando tiene la oportunidad de entrarle a alguna apuesta. Ratner nunca puede estarse quieto, va de un lado para otro intentando “resolver sus problemas” con acredores y clientes; manipulando e inventando excusas, ganando tiempo para poder conseguir más dinero para pagar lo que debe, o bien para la siguiente apuesta. Y así es el ritmo de la cinta con Ratner siempre movíendose, siempre prometiendo, siempre hablando (nunca le para a boca). Y es desesperante y hasta chocante, pero todo esto no hace más que elevar la tensión y preparar el camino para un desenlace impactante con tintes de tragedia y nuevos comienzos. Uncut Gems es una cinta un tanto cruda, pero bastante efectiva y apabullante en su planteamiento: en el mundo de la ambición, todo tiene un precio que hay que pagar tarde o temprano. Cabe resaltar las actuaciones de Julia Fox, Idina Menzel y Eric Bogosian, así como la participación del basquetbolista Kevin Garnet y el músico The Weekend, quienes aparecen interpretándose a sí mismos. Como dato interesante, esta película recaudó 18.8 millones de dólares a cinco días de su estreno, convirtiéndose en la más taquillera de la distribuidora independiente A24, que ha llevado a la pantalla otras como Hereditary, Lady Bird y Midsommar.