CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El grupo Mujeres Organizadas de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que desde hace dos meses mantiene tomadas las instalaciones del plantel para exigir atención a los casos de violencia de género denunciados por sus compañeras, aceptaron reanudar el diálogo con las autoridades universitarias. En un breve comunicado, las estudiantes anunciaron que el encuentro se realizará el próximo miércoles 15, en el lugar conocido como Los Pilares, en punto de las 10 horas, y las especificaciones se darán a conocer más adelante. Las inconformes solicitan a las autoridades dar respuesta y plazos concretos a su pliego petitorio, que consta de 11 puntos, entre los que destaca la modificación de los artículos 95, 98 y 99 del Estatuto General de la UNAM, para añadir la violencia de género como una falta grave que amerite expulsión inmediata. Asimismo, exigen dar seguimiento a las denuncias por violencia de género presentadas por sus compañeras, así como transparencia en las acciones, la creación de una comisión especial para atender esa problemática y la implementación de cursos y talleres con perspectiva de género, además de acompañamiento psicológico para las afectadas. De igual manera, demandan la destitución del secretario general Ricardo Alberto García; del titular de la jefatura de la Oficina Jurídica de la FFyL, Jesús Juárez González, y del director Jorge Enrique Linares Salgado, en caso de no cumplir con sus peticiones. Las demandas Mujeres Organizadas de la FFyL, que se mantienen en paro desde el 4 de noviembre, son respaldadas por más de 70 integrantes de la comunidad académica, quienes entregaron una carta dirigida al rector Enrique Graue Wiechers, en la que solicitaron tomar acciones para erradicar la violencia de género al interior de la institución académica. Las estudiantes denunciaron que durante las vacaciones administrativas fueron amedrentadas por diversas personas que les gritaron insultos, lanzaron petardos al interior del plantel e incluso intentaron saltarse por la barda de la institución, sin que vigilancia UNAM interviniera, a pesar de anunciar que lo haría. Además, señalaron, varias alarmas dentro de la Facultad se activaron en lugares a los que no tienen acceso y, pese a negarles la atención en los momentos requeridos, los miembros de seguridad UNAM las seguían en sus recorridos cuando salían de las instalaciones.