El tenor Ramón Vargas pide a AMLO no polarizar a México

domingo, 19 de enero de 2020 · 14:36
CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx). - Desde Viena, Austria, y a punto de viajar por primera vez a Sonora donde en Álamos recibió el sábado 18 de enero la Medalla Alfonso Ortiz Tirado, en noche de gala presidida por la gobernadora sonorense Claudia Pavlovich, el tenor mexicano Ramón Vargas invitó al presidente Andrés Manuel López Obrador para evitar dividir México. “Yo le deseo lo mejor al presidente, que en la 4T se logren los objetivos que se ha fijado para que México cambie, porque definitivamente en México hace falta un cambio, en eso estoy completamente de acuerdo. "Hay algo que no me gusta mucho que está haciendo este gobierno, que se está desacreditando a las instituciones porque las instituciones se deben hacer respetar y se debe mejorar; pero no desacreditar. Es una opinión personal. “Entonces, no se debe de polarizar a la sociedad, esto de que ‘los ricos y los pobres’ tampoco me gusta; pero por lo demás, el proyecto me gusta mucho y ojalá pueda resultar y funcione, así que le deseo lo mejor.” --¿Se refiere a instituciones culturales o en general? --En general. También en cuanto a la cultura, pero las instituciones en general se deben de mejorar, de hacer respetar. Toda institución es perfectible, pero no se deben de desacreditar ni de desaparecer. Yo creo que es preferible analizarlas para mejorarlas, que se cumplan para lo que fueron fundadas y sea por ahí vaya el sendero para México. Yo creo que no todo lo que se hizo antes estuvo mal, como tampoco todo lo que se está haciendo ahora esté bien. Se debe hacer un análisis y rescatar lo bueno, mejorar lo que no está bien e igualmente de lo malo cada vez sacar todo lo bueno y mejorarlo, por ahí veo que sea el camino para que el país crezca más rápido”. --¿Y en cuanto a fortalecer la educación artística en México? --Es básica la disciplina artística. En la música simplemente, hallamos una gran cantidad de valores que difícilmente hallamos en otras disciplinas. La música nos enseña a trabajar en conjunto, antes que nada, a trabajar en armonía; nos da la posibilidad de hacer una vida social, de hacer generosa nuestra comunidad, nos da muchas opciones, nos da valores, por ejemplo, que surjan coros, que se funden orquestas… “Y nos brinda un enorme aprendizaje para vivir, la música te enseña a ser una persona más respetuosa, a apreciar la sensibilidad de los demás. Te hace una persona más justa. Mucho de la violencia que nos ha pasado en nuestro país es por falta de respeto, por descuidar las artes, a la cultura y a los valores de la creación y el aprendizaje, el conocimiento, el cuidado integral desde la infancia”. Caminando por Viena Ramón Vargas toma la llamada telefónica caminando por las calles de Viena, a dos grados bajo cero, para tomar el avión que ha de llevarlo a México. Por momentos se le escucha respirar hondo e intercambiar frases en alemán y en inglés, pero sin dejar de contestar ninguna pregunta del reportero. --¿Cómo cuida su voz? --Para mí una de las cosas más importantes es tener una buena y sólida técnica vocal, porque la técnica vocal te da la capacidad de volverte mejor intérprete, primero estás pensando en cómo cantar y después en cómo interpretar. Eso te ayuda muchísimo. “Y después, desde luego te da la oportunidad de mantener tu voz en salud, ¿verdad? Luego sirven otras cosas, pero esa es la más importante”. --¿Cuál es la diferencia entre cantar e interpretar? --Sí, claro, porque es cuando pones a cotejo “este es un mejor intérprete que este otro”, un ejemplo: José José cantaba lindo y era un gran intérprete, un intérprete completo. Entonces, hay algunos que cantan y otros que interpretan mejor. Cantar es así como intuir las melodías e interpretar es dar un significado a lo que estás cantando, contar uno la historia mejor, vamos a decir, ¿no? Y eso ya depende del intérprete. --Usted mencionaba la salud, ¿tener una voz en forma tiene que ver con dietas y ejercicios físicos en su caso? --Yo creo que eso también sirve. Para mantener una carrera larga necesitas tener una buena salud. Eso es básico. Y la salud se obtiene por cuidados o por genética y trabajando, es fundamental en un buen cantante para tener longevidad. --¿Hay alguna meditación que usted haga o algún deporte? --Bueno yo… yo camino bastante. Me gusta caminar, apenas puedo camino y eso me ayuda a mantenerme en buena forma. No hago mucho deporte; voy al gimnasio, cuando puedo, ¿sabes lo que hago? La elíptica. Es como que está uno esquiando, como pedaleando, pero moviendo los brazos. Lo hago porque no tiene impacto en el cuerpo, ¿no? Te mantiene sin chocar la espalda, siempre que puedo voy al gimnasio y lo hago porque me ayuda, me da tonicidad en los músculos. --Ya son tantos años desde que usted debutó en 1983. Uno de los primeros discos dobles que sorprendió a la crítica fue por 1993 con la ópera Werther de Jules Massenet en el sello BMG Classics RCA/Red Seal, con Vesselina Kasarova. ¿Cuántos discos lleva y cuál es su grabación preferida? --Pues tengo muchos discos, no sé cuántos, pero Werther puedo considerarlo uno de mis favoritos. ¿Qué más? Un disco que me gusta mucho se llama L’amour, l’amour también cuando estaba en la disquera BMG. Las huellas de Ortiz Tirado Sobre su primer viaje a Álamos, Sonora, la tierra del doctor Alfonso Ortiz Tirado (1863-1960) donde fue homenajeado la noche del 18 de enero, ataja en castellano (uno de los cinco idiomas que mastica con fluidez): “Debo destacar mi enorme admiración por don Alfonso Ortiz Tirado antes que nada es su generosidad, por haber dedicado su vida a ayudar a través de su profesión como médico, ya que gracias a las giras que realizó cantando por nuestro continente edificó una clínica que obsequió al pueblo de México. “Otra de las cualidades que encuentro en él es que era un intérprete muy elegante, un tenor que cantaba lindo, cantaba hermoso, me gusta mucho. Me siento muy honrado en recibir una medalla en su festival allá en Álamos, además a mi papá y a mi mamá les gustaba bastante y yo escuchaba de niño sus canciones y la música de Agustín Lara, oía frecuentemente a sus intérpretes: Nicolás Urcelay, Pedro Infante y luego Pedro Vargas…” --…El tenor continental. --Decían que Pedro Vargas era mi tío. Y algunos decían que era mi papá: “Es igual a su papá”, ¿cómo ves?… Pero mi papá se llamaba Agustín Vargas. Ya murió. Ahora que esté en Álamos voy a interpretar un repertorio que va desde Mozart hasta Verdi y como cantaré en una plaza abierta, haré algo también de música mexicana, cosas que interpretaba Ortiz Tirado, “Bésame mucho”, otras de María Grever como “Despedida”… (canta) Una triste sonrisa tu labio dibujó una inquieta lágrima de mis ojos cayó --¿Dónde nació usted exactamente? --En la Ciudad de México, el 11 de septiembre de 1960, a cuatro días de morir Ortiz Tirado por el barrio de La Villa. Soy de los villanos, ¡fíjate nomás! --Nos cuenta su representante Martita Varela que acaba de estar en el Teatro Colón de Buenos Aires, Argentina. Cuéntenos cómo le fue. --Mira, es uno de los teatros más espectaculares, tiene una historia prodigiosa y una acústica fantástica, y me gusta mucho porque yo canté ahí hace muchos años, tuve éxito y fascinó regresar, haber vuelto a tener éxito, y que me hayan recibido con tanto calor. Son muy cariñosos los argentinos conmigo, la verdad fue una experiencia hermosa. --¿Hace cuánto que no venía a México? --Yo voy frecuentemente, cada que puedo. Mi esposa se llama Amalia, tenemos dos hijos y este año cumplimos 35 años de casados. ¡Ya somos los últimos de los mohicanos! --¿Cómo sobrevive un intérprete de ópera reconocido como usted en la época actual donde proliferan cantantes pop superficiales o mediocres? --Bueno, sí, mira, somos dos géneros diferentes. Alguna vez la música estuvo junta, la música popular y la música clásica iban de la mano. Prueba de ellos eran las interpretaciones de Ortiz Tirado, algunas de sus canciones son como arias de ópera o de zarzuela, ¿no? Estamos hablando de hace 70 años, pero ora sí definitivamente nos hemos separado, entonces todavía había voces buenas pero cada vez se fue dividiendo más y más, posteriormente los vocalistas comenzaron a microfonear y hacer efectos, de tal manera que las grandes voces comenzaron a contar menos. Es un fenómeno que no se puede detener pues así ha estado funcionando. “Aunque definitivamente cuando la gente oye una buena voz, la reconoce. Ahí tienes a alguien que tuvo, tiene una voz buenísima y sigue cantando es Luis Miguel, quien ya es de la generación pasada pero todavía se identifica con los chavos y si abre bien la voz suena lo buen cantante que es, tiene aún una muy linda voz Luis Miguel. Yo soy cantante de ópera y de concierto, pero todavía tengo bastante qué decir y qué hacer, me presento por todos lados”. --¿Cuál es su sueño? --Fíjate que mi sueño es cantar más e ir a lugares donde no había ido. Por ejemplo, en el Metropolitan de Nueva York he interpretado hasta ahora 223 funciones, en la Ópera de Viena 180, en La Scala de Milán, 67; solamente en estos tres teatros he cantado unas 500 veces. Entonces yo creo que ya me oyeron mucho, ¿no? He estado cantando en Praga. En Rusia siempre he hecho conciertos y recitales, pero nunca una ópera. En esas andamos… --¿Sigue haciendo funciones benéficas? --Muchas, porque tengo la Fundación Ramón Vargas que se llamó por años Fondo Memorial Eduardo Vargas, en honor a nuestro primogénito quien desafortunadamente murió por parálisis cerebral. Vamos a cumplir 20 años este 2020 de actividades y con altibajos, no es fácil, pero es uno de los compromisos más bellos que tengo en mi vida. Pueden entrar a nuestra página web, se llama Fundación Ramón Vargas. --¿Le preocupa la ecología? --Un montón. Fíjate que hay una cosa que me gusta muchísimo de acá de Europa es el acercamiento tan grande que existe hacia la ecología. Ya estamos acá desde hace varios años, luego de haber residido en Lucerna, Suiza, hay gran respeto por los niños y ancianos, el ahorro de energía y el cuidado de las cosas que consumimos, el uso mínimo de los automóviles, como te digo a mí me encanta caminar y eso es porque me preocupa tener una conciencia social, usar inteligentemente la naturaleza. Pero igual mis hijos y mi familia. --¿Algo más que desea para sus lectores y admiradores de México? --Lo mejor en este 2020 y felicidad al pueblo de México. Le deseo a nuestro gobierno que tenga éxito es este segundo año. Que los mexicanos logremos permanecer juntos y no divididos. Sumarnos y no discriminarnos. (El Festival Alfonso Ortiz Tirado comenzó el 17 del presente mes en Álamos, Sonora, donde Ramón Vargas ofrecerá un magno concierto en la plaza central y culminará el 25 de enero. Para febrero de 2020, protagonizará en Los Ángeles, California, la ópera Roberto Revereux, de Donizetti. Después, estará en Hamburgo con Plácido Domingo en Simón Boccanegra, de Verdi.)

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