La Universidad de la Salud, bajo tutela castrense

jueves, 6 de febrero de 2020 · 04:01
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Constructores de sucursales del Banco del Bienestar y del aeropuerto en Santa Lucía, sembradores en los viveros del programa Sembrando Vida, los militares podrán ahora también presumir su participación en el diseño del modelo educativo de la Universidad de la Salud. El Ejército y la Marina vuelven a estar en el centro de un proyecto del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Según la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien está al frente del programa, el plan de estudios fue concebido por las secretarías de Salud y de Educación, la UNAM, la UAM, el IPN y las escuelas Médico Naval y Médico Militar.  En lo que no se han puesto de acuerdo la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y el gobierno capitalino es en la sede de la Universidad de la Salud. Mientras que Sheinbaum ha señalado varias veces que se ubicará en la antigua Escuela de Ingenieros Militares, en el Bosque de Chapultepec, la Dirección General de Comunicación Social de la Sedena dice a Proceso que será en las instalaciones abandonadas de la antigua Escuela Militar de Materiales de Guerra, del Campo Militar 1-F, en Santa Fe. El terreno de 125 hectáreas que albergaba las instalaciones de la industria militar en Santa Fe ahora será parte de la cuarta sección del Bosque de Chapultepec, luego de que el gobierno de López Obrador canceló el proyecto de venderlo a desarrolladores inmobiliarios. Según el decreto del 27 de julio de 2018 con el que el Campo Militar número 1-F fue cedido por el gobierno federal a la Sedena, el inmueble debe mantenerse para actividades castrenses. En caso de que se le destinara a otro uso tendrá que obtener autorización de la Secretaría de Hacienda.  La Sedena informa a Proceso que el convenio para ceder las instalaciones al Gobierno de la Ciudad de México está en integración. Una vez que se tenga, la Secretaría de Obras y Servicios de la Ciudad de México podrá comenzar a adecuar aquellas. En la página de internet de la Universidad de la Salud se anuncia como dirección de las oficinas de atención ciudadana el número 1345 de la avenida Vasco de Quiroga, en Santa Fe –donde se encuentra el Campo Militar 1-F–, en un horario de lunes a viernes de 9:00 a 18:00 horas.  Sin embargo, en un recorrido realizado el 29 de enero, los militares desconocieron que ahí se dieran informes sobre la universidad, pese a que la convocatoria para el proceso de admisión se cerró el 24 de enero. En el decreto de creación de la Universidad de la Salud, del 13 de enero, publicado en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México, no se menciona la ubicación de las instalaciones ni la participación militar. Sin embargo, se señala que la escuela será un órgano desconcentrado, adscrito a la capitalina Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI). El financiamiento correrá a cargo del Gobierno de la Ciudad de México a través de la misma SECTEI. La inversión inicial prevista este año es de 298 millones de pesos. Se trata de 170 millones para rehabilitación y equipamiento del inmueble, 68 millones para los salarios de los docentes y 60 millones para gastos de administración y operación. Como la universidad está pensada para jóvenes estudiantes de los estados, se prevé que éstos reciban una beca. Pero esto todavía no ha sido resuelto financieramente, y el gobierno federal y las entidades federativas buscan la forma de generar apoyos para los 500 alumnos de la licenciatura en Medicina Familiar y Comunitaria y los 500 de Enfermería Familiar y Comunitaria, que serán aceptados. Sin embargo, la premura con la que este proyecto se anunció (el 7 de noviembre de 2019) –se creó en el papel el 13 de enero y comenzará a funcionar en agosto de 2020 para recibir a mil estudiantes en el ciclo escolar 2020-2021– provocó que no tuviera presupuesto este año y ya suscitó su primera polémica: Morena propuso una reducción presupuestal de 400 millones de pesos en el Congreso de la Ciudad de México para traspasarlos a la Universidad de la Salud, lo que fue rápidamente celebrado por Sheinbaum.  Proceso solicitó una entrevista sobre este tema con la titular de la SECTEI, Rosaura Ruiz Gutiérrez, pero ésta se encontraba de viaje.
Problema presupuestal
El diputado panista Mauricio Tabe cuestionó que Morena no propusiera esa partida en diciembre de 2019, durante el debate del presupuesto de este año, y el congresista Jorge Gaviño, del PRD, criticó que se decretara la creación de una institución educativa sin presupuesto y ahora el Congreso local tuviera que aportar recursos de forma irregular. Por lo pronto, según la jefa de Gobierno, se inscribieron 20 mil estudiantes en línea y todos ellos podrán hacer el propedéutico para luego determinar quiénes obtendrán los mil lugares, pues según la convocatoria no habrá examen de admisión y no se toma en cuenta el promedio. Los únicos requisitos para ingresar son: contar con bachillerato concluido o presentar un certificado de que se está cursando el nivel medio superior, una cuenta de correo electrónico, comprobante de domicilio y CURP. Sheinbaum indicó que la convocatoria está diseñada para estudiantes egresados de preparatoria de todo el país con vocación de regresar a sus comunidades como médicos y como enfermeras, luego de que el presidente les encomendara, tanto a ella como a las secretarías de Salud y de Educación Pública, solucionar el problema de la falta de médicos en las zonas rurales. “Es una escuela para recibir a estudiantes de todo el país, para formar a los médicos familiares que requiere todo el país”, destacó la jefa de Gobierno el 13 de enero en la conferencia matutina del presidente. La licenciatura de medicina durará seis años, cuatro de asignaturas en hospitales y en la propia universidad, un año de residencia y uno más de servicio social. La de enfermería, con un modelo similar, tendrá una duración de cinco años.  La convocatoria para la plantilla de docentes también fue publicada: 43 profesores deberán contar con una experiencia profesional comprobable de al menos cinco años y su perfil deberá ser de medicina general, especialistas clínicos en áreas troncales, medicina familiar, pediatría, ginecología y obstetricia, además de medicina interna. Por lo menos ocho deberán contar con licenciatura y posgrado en salud pública, epidemiología o áreas afines.  Otros 42 maestros deberán ser licenciados en enfermería, con especialidad en enfermería perinatal e infantil; además deberán tener posgrados en salud pública o áreas equivalentes. En una primera etapa del proyecto podrían participar médicos militares y navales mientras se integra la plantilla docente, confirmó una fuente del Gobierno de la Ciudad de México. Este reportaje se publicó el 2 de febrero de 2020 en la edición 2257 de la revista Proceso

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