El Papa renuncia a ordenar hombres casados y mujeres diaconisas 

miércoles, 12 de febrero de 2020 · 12:40
ROMA, Ita. (apro). - Tras meses de virulentas protestas del sector conservador, el Papa Francisco ha renunciado a ordenar hombres casados y mujeres diaconisas en zonas remotas como la Amazonia, un asunto que había creado grandes expectativas en varios sectores de la base de la Iglesia latinoamericana. La decisión del Papa se desprende de la publicación de la exhortación apostólica Querida Amazonia, revelada hoy en Roma y en la que no hay mención alguna a este tema, que sí había sido aprobado por los obispos de las regiones amazónicas que se reunieron en el Sínodo cerrado en octubre pasado. El rumor de que el Papa había optado por esta decisión empezó a circular el martes, tras las declaraciones de algunos obispos estadounidenses a la agencia CNS, vinculada a la Conferencia Episcopal estadounidense. “De modo muy tranquilo y muy amable, el Papa nos dijo: ‘bueno, ese punto no era realmente un punto importante”, le explicó ayer a CNS el arzobispo de Santa Fe, John C. Wester. Dicho esto, otro gran asunto ausente en la nueva exhortación de Francisco es la posibilidad de que las mujeres que trabajan en la región -a menudo atendiendo labores de sacerdotes- se conviertan en diaconisas, a pesar de que también este tema había sido estudiado por los obispos involucrados en los debates sobre el papel de la Iglesia la Amazonia. “En la Amazonia hay comunidades que se han sostenido y han transmitido la fe durante mucho tiempo sin que algún sacerdote pasara por allí, aun durante décadas. Esto ocurrió gracias a la presencia de mujeres fuertes y generosas”, admitió el Papa. No obstante, no hay que “clericalizar a las mujeres”, porque “disminuiría el gran valor de lo que ellas ya han dado y provocaría sutilmente un empobrecimiento de su aporte indispensable”, se justificó el pontífice argentino. “En una Iglesia sinodal las mujeres, que de hecho desempeñan un papel central en las comunidades amazónicas, deberían poder acceder a funciones e incluso a servicios eclesiales que no requieren el Orden sagrado y permitan expresar mejor su lugar propio”, continuó Francisco, en otro apartado.

Evitar la batalla campal en la Iglesia 

En este contexto, observadores han comentado que el Papa se inclinó por esta postura para evitar una batalla campal dentro de la Iglesia, por la férrea oposición de los conservadores, que en los pasados meses incluso amenazaron con una escisión si había aberturas en alguno de estos dos temas. El Papa “después de haber orado y meditado, ha decidido responder no previendo cambios o nuevas posibilidades de excepciones a las ya previstas por la disciplina eclesiástica vigente, sino pidiendo volver a empezar desde lo esencial", dijo, en esta línea, Andrea Tornielli, el director editorial del Vaticano. El tema, de hecho, se volvió a encender en enero tras la publicación de un libro del cardenal conservador Robert Sarah, en el que se rechazaba el fin del celibato sacerdotal en cualquier circunstancia. Agitó aún más el clima que Sarah afirmara que el libro había sido escrito a cuatro manos con el papa emérito Benedicto XVI, algo que todavía no se ha aclarado.

Tímido festejo de REPAM

Por otra parte, en el texto final —de 52 páginas y 111 puntos— sí se han abordado algunas problemas medioambientales y sociopolíticos de importancia para los pueblos originarios de la Amazonia. En esta línea, el Papa instó a las Iglesias de otros países latinoamericanos a enviar sacerdotes a la Amazonia para hacer frente a la escasez de clero y a los problemas creados por "proyectos mineros o petroleros y a otras actividades que arrasan las selvas y contaminan el ambiente". De ahí quizá que la la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), una de las que fueron más activas y comprometidas durante el pasado sínodo, emitiese un comunicado festejando el documento papal. “Invitamos a todos los miembros de nuestra REPAM, a los hermanos y hermanas de Iglesia, y a todas las personas de buena voluntad, a acoger esta Exhortación Apostólica PostSinodal para leerla, orarla, estudiarla, discernirla, compartirla, y, sobre todo, a asumirla como compromiso real para actuar en favor de la vida, y la vida en abundancia, para esta Amazonía y para las futuras generaciones del mundo todo”, indicó REPAM. “A pesar de los miedos y la oposición, este proceso no tiene marcha atrás porque está en juego la vida misma (de pueblos y comunidades, de ecosistemas, del planeta)”, añadió Mauricio López Oropeza, secretario ejecutivo de REPAM, de acuerdo con un comentario hecho llegar a APRO. “Los cambios habrán de llegar progresiva pero irrefrenablemente desde la Amazonía, y de tantas otras periferias que nos interpelan, para la Iglesia y las estructuras de la sociedad que necesitan reverse y repensarse frente a este espejo”, advirtió López Oropeza.

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