"Ingrid no está muerta, Ingrid somos todas"

viernes, 14 de febrero de 2020 · 23:23
CIUDAD DE MÉXICO (apro). - La ira de las mujeres estalló esta tarde contra el periódico La Prensa y le exigieron una disculpa pública por haber publicado fotografías del cadáver desollado de Ingrid Escamilla, asesinada por su pareja el pasado fin de semana. En punto de las cuatro de la tarde, alrededor de 600 mujeres empezaron a llegar al antimonumento, donde colocaron imágenes con el rostro de la joven de 25 años y un tapete morado de papel con flores de colores. "Ingrid no está muerta, Ingrid somos todas", clamaron al unísono y enfilaron sobre avenida Juárez con dirección a paseo de la Reforma y Dr. Basilio Badillo, hogar del diario La Prensa, que ya se encontraba resguardado por elementos femeninos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC). Al grito de “Fuera prensa machista”, un grupo de mujeres rompió y pintó al menos cuatro camiones repartidores del diario con la consigna “Estado feminicida” y prendió fuego a uno más, acción que fue respaldada por el resto del contingente que lanzaba con furia: “¡Fuimos todas!”. Afuera del diario, las mujeres también quemaron boletos de lotería del avión presidencial y reprocharon al presidente Andrés Manuel López Obrador su ineptitud para dar a solución a la violencia feminicida, que todos los días arrebata la vida de 11 de sus compañeras. Tras un intento por romper el cerco policial que rodeaba el diario, las manifestantes exigieron la presencia del director Luis Carriles para que ofreciera una disculpa pública a la familia de Ingrid por divulgar las imágenes de su cuerpo mancillado. “Es un error que hayan puesto imágenes como esas y después digan que tienen un compromiso. Exigimos una disculpa pública para la familia de Ingrid Escamilla, no nos vamos a mover de aquí hasta que nos den una disculpa”, expresó una de las manifestantes que sostenía la portada del diario. Al no obtener respuesta, las mujeres intentaron romper el cerco policial, pero fueron repelidas por las uniformadas que activaron varios extintores y las rociaron con gas de color verde, una y otra vez. Tras un breve receso, ocasionado por la fuerte lluvia que caía, las mujeres volvieron al cerco y esta vez lograron traspasarlo para colocar frente al diario una manta con el rostro dibujado de Ingrid. Además, aprovecharon para arrebatar a las policías sus escudos y rociarlas con aerosol rojo. A pesar de la lluvia, la rabia de las mujeres persistía, por lo que decidieron continuar la protesta en el Ángel de la Independencia, empapadas hasta los zapatos y siempre exigiendo “justicia”. En el trayecto, el contingente fue custodiado por elementos policiales que resguardaban cada una de las estaciones del Metrobús a su paso, lo que nuevamente despertó la indignación a través de consignas como: “Quién fuera estación del Metrobús para que la cuidarán” y “No somos infiltradas, somos feministas y estamos indignadas”. Hasta el monumento llegó todavía un centenar de mujeres y, luego de dar la vuelta a la glorieta, se tomaron una fotografía en señal de victoria, para responder con toda su fuerza a las imágenes publicadas por La prensa. La manifestación finalizó en la estación Insurgentes del Metro, donde hicieron “metro popular” y permitieron el acceso libre de los transeúntes.

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