Martínez Baracs dedica a su padre discurso de ingreso a la AML
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Con un discurso en el cual evocará la faceta de editor de su padre, el historiador y escritor José Luis Martínez Rodríguez, el investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Rodrigo Martínez Baracs, ingresó esta noche a la Academia Mexicana de la Lengua, para ocupar la silla XXXIII.
Elegido el 28 de febrero de 2019, el economista por la UNAM, maestro en Historia por la Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa, y doctor en Historia y Etnohistoria por la Escuela Nacional de Antropología e Historia, adelanta a Apro que hablará sobre la labor de su padre como editor de libros en varias instituciones.
En la ceremonia de ingreso, en el Palacio de Bellas Artes, el miembro ya de la Academia Mexicana de la Historia, recordará al autor de la biografía más completa de Hernán Cortés. Y evocará cómo, cuando fue secretario de Jaime Torres Bodet, entonces secretario de Educación Pública (SEP) del gobierno de Manuel Ávila Camacho, participó de la epopeya de alfabetización desde su trinchera:
“En aquel entonces hubo un censo en el cual se vio que la mitad de los mexicanos no sabían leer y escribir y se hizo la campaña alfabetizadora que implicó también un trabajo editorial”.
Martínez Rodríguez creó entonces la Biblioteca Enciclopédica Popular, cuyos ejemplares --recuerda su hijo-- costaban 25 centavos. Hizo en una primera etapa más de una docena y posteriormente alcanzo 150 ejemplares:
“Eso habla muy bien de su hazaña vasconcelista de dar a conocer obras de la cultura mexicana, la cultura latinoamericana y la cultura universal. Y hay hasta ciencia y técnica, hay de todo en esta serie”.
Asimismo, fue el editor del grueso tomo de mil páginas de México en la Cultura y “acabó escribiendo junto con Alfonso Reyes, los dos capítulos sobre Letras Patrias”.
Recuerda que cuando salió de la SEP se fue a El Colegio Nacional, en donde también fue editor y trabajó en la biblioteca de la institución. Entre 1947 y 1948 editó cinco de los quince tomos de las obras completas de Justo Sierra, “que hasta la fecha están disponibles en la UNAM”.
Al año siguiente, en 1949, editó Somos de poesía, de Manuel Acuña, y tres tomos de las obras sobre literatura mexicana de Ignacio Manuel Altamirano. Y destaca Martínez Baracs, entrevistado por esta agencia en la Zona Arqueológica de Cuicuilco, que fue una labor inmensa puesto que dichos autores trabajaban a mano.
Su padre fue también miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, a la cual, dice, le dedicó la vida, “la adoraba”, siempre se refería a ella como “La Academia”, con mayúsculas. Y se esforzaba porque los académicos participaran, le atormentaba que no fueran y no hicieran mucho por la institución, “por eso quise hablar de él”.
Nacido en la Ciudad de México el 8 de octubre de 1954, Martínez Baracs ocupará la silla del historiador Álvaro Matute, quien fue designado para ingresar a la AML en mayo de 2017 en el lugar de Elías Trabulse, quien --al ir a vivir a San Diego-- fue designado como miembro correspondiente. Pero Matute no tuvo oportunidad de siquiera pronunciar su discurso de ingreso, pues falleció el 12 de septiembre de ese año.
Profesor en la ENAH e investigador de la Dirección de Estudios Históricos, ambos del INAH, Martínez Baracs ha seguido en ciertos momentos el camino de los estudios que trazó su padre al dedicarse al periodo novohispano y la historiografía lingüística, bibliográfica y literaria de México.
Ambos se sumergieron también en el estudio de la vida y obra del intelectual decimonónico Joaquín García Icazbalceta, acerca de quien Martínez Baracs preparó un especial para la revista Biblioteca de México.
Además, ha investigado, recuperado y publicado las cartas que su padre tuvo con personajes como Octavio Paz (Al calor de la amistad. Correspondencia, editado por el Fondo de Cultura Económica), y Alfonso Retes (Alfonso Reyes y José Luis Martínez. Una amistad literaria. Correspondencia, FCE).
Es presidente de la Sociedad Mexicana de Historiografía Lingüística, A.C., (Somehil), que tiene entre sus miembros a la doctora Ascensión Hernández Triviño, viuda de Miguel León-Portilla, responderá a su discurso de ingreso.