'La Cortina de Nopal”

sábado, 29 de febrero de 2020 · 17:15
CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).– Saliendo de los recintos tradicionales, esta vez el espacio teatral es Kurimanzutto, una galería fundada por Mónica Manzuto y José Kuri, que ahora se encuentra en la calle de Gobernador Rafael Rebollar 94, donde hubo una antigua maderería y luego una pastelería industrial. Renovado por el arquitecto Alberto Kalach, el sitio es albergue de “proyectos arriesgados raramente vistos en galerías comerciales”. En su más reciente evento, Siembra, con obra de Haegue Yang, Gabriel Orozco y otros, sus salas muestran a un abarrotado público, fotografías fascinantes, collages, montajes de esculturas con pantimedias, y una exposición de cuadros abstractos de arte moderno que parecen pinturas al óleo, pero que son, al acercarse, costuras de puro fieltro. En el Salón de Arte Panamericano –junto a la obra de Wendy Cabrera Rubio– se presenta La Cortina de Nopal, un performance con tres personajes vestidos como nopales vivientes también de fieltro, que escenifican frente a los visitantes de la galería la primera parte de un cuento-manifiesto escrito en 1956 por José Luis Cuevas contra los tres grandes del muralismo mexicano: Orozco, Rivera y Siqueiros. “Debo considerar a la cortina de nopal como un fuerte inexpugnable”, escribió entonces el pintor, dibujante, grabador y escultor. Difícil escapar de la influencia de estos monstruos, parece decir la historia, como para seguir montando en galerías del siglo XXI ese afán independentista del arte contemporáneo. Durante los veinte minutos que dura la representación, acompañados por las risas del público, los tres nopales defienden su arte con las garras (o con las espinas). Se quejan de cómo las escuelas de arte no se salen de la estética y los temas nacionalistas. Dirigida por Manuel Delgado Plazola, joven director y actor egresado de Literatura Dramática y Teatro de la UNAM, los personajes (Abraham Baños, Omar Esquinca y Yafté Arias) encarnan a las tres versiones de Juan: descomponiendo al personaje en tres versiones de sí mismo: “Juan Muralista”, “Juan estudiante de La Esmeralda” y “Juan Abstracto”. Así sostienen lo escrito por Cuevas, considerado entonces el enfant terrible en la historia del arte mexicano. Y con la coreografía hecha por Carmen Ixchel Maya, mantienen con la penca en alto la burla del maestro Cuevas a la frase de David Alfaro Siqueiros: “No hay más ruta que la nuestra”. Este montaje efímero sigue sosteniendo, con los divertidos gestos y parlamentos de tres nopales, y con el alma del provocador Cuevas, que en el arte mexicano hay más rutas, más caminos, más historia. La Cortina de Nopal se presenta dos sábados más a las 13:30 horas en la galería Kurimanzutto (Gobernador Rafael Rebollar 94, San Miguel Chapultepec I Sección), hasta el 7 de marzo.

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