CIUDAD DE MÉXICO.- (apro).- La suspensión provisional otorgada por la jueza Séptima de Distrito, Laura Gutiérrez Romo, contra la modificación a la NOM-051 de etiquetado frontal de alimentos y bebidas no alcohólicas, atenta contra la salud infantil. Así lo consideró el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés), por lo que pidió al Poder Judicial de la Federación que “con carácter de urgente” levante tal suspensión, a fin de que el etiquetado frontal se ponga en práctica lo antes posible. "La emergencia epidemiológica por diabetes y obesidad declarada en México desde 2016 pone en peligro la salud de niños, niñas y adolescentes. Urge priorizar su salud e interés superior, por encima de intereses cuyo objetivo no es el bienestar público”, destacó Christian Skoog, representante de UNICEF México. El organismo internacional refutó el argumento de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), en el sentido de que no fue consultada, ni se valoró la opinión científica para modificar la norma de etiquetado. Nota de interés: [embed]https://www.proceso.com.mx/620083/etiquetado-concamin[/embed] “Fue un proceso transparente y acoplado a los lineamientos de la Secretaría de Economía y de Salud. Participaron amplios actores de instancias de gobierno, academia, sociedad civil, representantes de la industria de alimentos y bebidas, y negocios asociados”, recalcó UNICEF. Skoog explicó que en las minutas oficiales del proceso de modificación se puede comprobar que todos los implicados participaron en la discusión, en la que se consideró la forma de los sellos, el exceso de nutrientes e ingredientes que llevarían advertencia, y la prohibición del uso de personajes y dibujos en productos dirigidos a niños. A propósito del Día Mundial de la Obesidad (4 de marzo), la UNICEF recordó que el objetivo del etiquetado frontal es advertir sobre el exceso de nutrientes en productos ultraprocesados, debido a que en México el 39% de las calorías consumidas por preescolares y el 34% de las consumidas por escolares provienen de este tipo de productos, comparado con el 26% en adultos. “Un etiquetado adecuado debe proporcionar información clara, veraz y de fácil comprensión tanto para adultos como para niños, además de utilizar perfiles nutrimentales validados por expertos en la materia que defiendan intereses de salud pública y una alimentación saludable”, añadió el organismo. (Manuel Alejandro Godínez López)